Un manifiesto para la televisión de todos y todas

“Nuestra existencia es ejemplo de un momento inédito en la transformación de los medios de comunicación en la Argentina”, explica el primer postulado del manifiesto redactado por los trabajadores de los canales estatales: “Una etapa donde el Estado nacional creó marcos regulatorios antimonopólicos y financió activamente la producción de contenidos audiovisuales”. El texto, que consta de veinte puntos claros y contundentes, es el resultado de tres meses de diálogo e intercambio en los talleres desarrollados por la gestión de las señales del Ministerio de Educación de la Nación.

“Nuestra necesidad fue la de sentar un piso”, comentó a Contexto Violeta Rosemberg, responsable de Contenidos de Canal Encuentro: “Decir nosotros trabajamos así, no nos movemos de esta forma, ni del cuidado de la cuestión federal, de los derechos humanos, de la diversidad y de la calidad de nuestra programación”. El manifiesto surge de la intención de sentar las bases de lo que son las señales del Estado, las nuevas e innovadoras expresiones del terreno audiovisual que surgieron con la Ley de Medios.

Según explicó Rosemberg, canal Encuentro y PakaPaka no tienen la misma intención que los otros medios de comunicación, ya que su lógica no es correr detras de las noticias para mostrar lo que pasa, sino que trabajan sobre los ejes de la construcción de la identidad nacional. “Eso tiene que ver con una planificación –continuó la responsable de Contenidos–, con políticas orientadas hacia la generación de un Estado nación: no es cosa de mostrar un presente permanente, o mostrar coyunturas contidianas, sino de prestarse a la reflexión para revisitar al pasado, y ver qué futuro queremos en nuestro país”.

Contrario al paradigma universal de lo que son las señales estatales, cuya función histórica fue la de comunicar masivamente la doctrina del Estado y sus lecturas ya preparadas sobre la historia y la sociedad, Rosemberg sostuvo que la función de los canales del Ministerio de Educación es abrir interrogantes, para que la gente se pregunte quiénes somos nosotros. “Nos pareció que había algo –comentó–, que tiene tanto que ver con lo Estatal como con lo que significa construir en los medios televisivos algo sobre lo que teníamos que dar cuenta a la sociedad”.

El manifiesto sostiene que, al ser un servicio público, los objetivos de estos canales están en la defensa y promoción de la educación y la salud, y no en el negocio o el esparcimiento. Con cierto humor, en el séptimo postulado se plantea: “El documentalista Patricio Guzmán dice que un país sin cine documental es como una familia sin álbum de fotos”; esa colección de imágenes que recogen la cultura y el paisaje de la nación argentina es parte del patrimonio al que la audiencia puede acceder gracias a estas señales públicas.

Además de recoger las fotos de la nación, la responsable de Contenidos de Encuentro expicó que desde la televisión pública se asumió la tarea de analizar críticamente la identidad de los argentinos: “Nos preguntamos quién es el nosotros del que se habla pasivamente en los medios. Nuestra función es abrir ese interrogante y hacernos cargo de las diferencias: porque hay ejes, como Malvinas, que se abordan desde miradas muy distintas en el norte y en el sur argentino”.

Rosemberg comentó que, teniendo en claro que la audiencia para la que trabajan es la comunidad educativa, la producción de programación se elabora sobre el eje de despertar el interés de los chicos, haciendo cosas divertidas. “Nuestra metodología, a grandes rasgos, consiste en contar historias: Zamba viene y va de un lugar a otro, y escucha a los personajes que le cuentan sus relatos”. Zamba es el niño de Formosa que protagoniza la serie animada más exitosa de Pakapaka. En el punto veinte del manifiesto se lo menciona: “La creación de Zamba, a esta altura una marca de nuestros espacios, es tal vez el mejor ejemplo de cómo una narración desprejuiciada puede acercarnos a la historia nacional”.

“Por eso, lo que hacemos es abrir preguntas”, contó Violeta Rosemberg: “Invitar a pensar, sin bajar una línea doctrinaria o fabricar un producto ya masticado para que la audiencia simplemente lo asimile; sino que nuestro desafío está en lograr esa dislocación: para eso hacemos una televisión distinta”. La responsable de Contenidos sostuvo que desde las señales estatales se piensa el presente, pero con un tiempo que corre de otra forma, ya que su trabajo es principalmente pedagógico.

Los canales del Ministerio sostienen una estrecha relación con la comunidad educativa, generando materiales para las escuelas, organizando visitas y promoviendo actividades destinadas a la integración. “Ofrencemos materiales a los docentes y recorremos las escuelas”, contó Violeta. “Entre otros indicadores, tenemos unas guías que se pueden descargar desde nuestro sitio web, y que registran unas 2.000 descargas diarias”.

Sin embargo, consideró que para ellos estaba claro que su rol consistía en apoyar la educación nacional contribuyendo a generar interrogantes que despierten el interés de los alumnos: “En el aula somos una herramienta más para el docente –explicó–, jamás un sustituto, principalmente porque sería imposible, pero además porque nuestro rol es el de presentar algún disparador, y eso nunca es suficiente para dar una clase”.

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