¿Qué tapan las tapas?

Por Héctor Bernardo

Los medios hegemónicos intentaron minimizar la marcha que acompañó a la ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, a declarar ante el juez Claudio Bonadio. Los titulares, las fotos de portada y la pluma de sus redactores fueron puestas en función de un solo objetivo: ocultar el enorme peso político de un sector al que creían derrotado y que les demostró estar más vivo que nunca.

¿Cómo se oculta una marcha de 300 mil personas? ¿Cómo se minimiza el acto político más importante desde que asumió como presidente Mauricio Macri? ¿Cómo se hace para negar el nivel de respaldo popular de una de las mayores líderes del siglo XXI?  ¿Cómo se corre a la principal figura política del centro de la escena? Seguramente, los editores de La Nación y Clarín pueden contestar estas preguntas y muchas más del mismo estilo. Al analizar las portadas de los dos diarios, aparecen algunas de las respuestas.

Para el diario La Nación, la principal noticia fue que la Corte de Nueva York avaló el fallo del juez Griesa y autorizó el pago a los Fondos Buitre. Debajo, la foto principal, tomada a corta distancia, muestra a la ex presidenta en el escenario y un grupo de banderas de La Cámpora. El título que acompaña a la imagen es “Calló ante la Justicia, habló ante la militancia”. La Nación habla de “multitud” y el eje principal en La Cámpora, invisibilizando a todas las otras organizaciones sociales, políticas, sindicales, a los artistas, intelectuales, trabajadores y a miles de personas que se acercaron de forma individual y espontánea a participaron de la manifestación. Pretende aislar del resto de la sociedad esta organización y, por continuidad, a su líder.

La Nación falta a la verdad al decir que “calló ante la Justicia”. Con sólo hacer un rápido repaso del escrito que Cristina Fernández presentó ante el juez, se puede ver que la esencia del discurso que luego repitió ante los manifestantes se encuentra en ese texto, incluso aun más ampliado.

En la misma línea que el diario de los Mitre, el autodenominado “Gran diario argentino”, Clarín, puso la autorización de la Justicia estadounidense a que el Gobierno argentino le pague a los Buitre como su principal título. La foto que ilustra la tapa es un plano cercano de la ex presidenta y cumple la misma función que la imagen puesta por La Nación: las dos ocultan la magnitud de la manifestación. El título que acompaña la imagen dice “Cristina: acto y defensa política en tribunales”. En la bajada agrega: “Indagada por la venta del dólar futuro, la ex presidenta entregó un escrito, no contestó preguntas y recusó al juez. Luego, ante miles de militantes, criticó a Macri y se comparó con Yrigoyen y Perón”.

El diario del monopolio intenta hacer creer que el rol que cumple es juez Bonadio es imparcial y que la política es otra cosas. Por eso no fue casual que, así como en el matutino se habló de “una defensa política”, uno de los principales analistas políticos del Grupo Clarín, Edgardo Alfano, se quejó amargamente durante la trasmisión de TN de que el discurso de Cristina fue “un discurso muy político”. El Grupo Clarín quiere hacer creer que ellos no hacen política, que el juez Bonadio no hace política y que, por lo tanto, está mal que la ex presidenta haga política. No pueden titular “La política es mala”, pero ganas de hacerlo no les falta y lo dan a entender todo el tiempo.

Como dato de color, quedará el grosero exabrupto del conductor “imparcial” del TN, Franco Salomone, que al interactuar con Edgardo Alfano habló de “la cantidad de mentiras que dice la señora esta”, en referencia a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

El miércoles algunos diarios se usaron para tapar la lluvia, pero no pudieron ocultar la gente. En el medio de la marcha, alguien recordó una frase que dijo Mauricio Macri cuando iba a asumir, al notar que las personas que lo acompañaban erna muy pocas: “Qué lástima, feo día. Mucha gente que habrá querido venir y por la lluvia no salió”. A las 300 mil personas que acompañaron a Cristina Fernández de Kirchner no les importó que lloviera. Cristina no tuvo que decir: “Que lástima, feo día”. Al final, salió el sol.


 

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