En medio del desabastecimiento de los productos de SanCor en las góndolas, el Gobierno nacional logró imponer sus condiciones y firmar un acuerdo con las empresas lecheras y el gremio Atilra para flexibilizar el convenio colectivo de trabajo y reducir el bono de 3.500 pesos que las industrias del sector les pagaban a cada trabajador como sustento de sus obras sociales, a cambio de un desembolso de 450 millones de pesos para evitar la quiebra de SanCor.
Días atrás, la negociación se había frustrado porque el Gobierno exigía como requisito para girar el dinero que el sindicato acepte achicar el aporte que reciben sus trabajadores, de 3.500 a 1.500-750 pesos, variando según sea una empresa del CIL (Centro de la Industria Láctea) o pyme. Así lo confirmó a este medio Marcelo Aimaro, dirigente de la Mesa Provincial de Lechería de Santa Fe. Finalmente, ayer el macrismo lo consiguió.
Ese aporte lo recibe cada trabajador de Atilra por parte de la industria láctea como sostén de la obra social del sector. En segundo lugar, de acá en adelante, el Gobierno tiene campo para maniobrar y modificar el convenio colectivo de trabajo no sólo de los trabajadores de Atilra en SanCor, sino de toda la industria láctea.
Así lo había expresado Mauricio Macri cuando el miércoles visitó Santa Fe para la inauguración de su Metrobús y sostuvo que uno de los “males” que llevaron al “quebranto absoluto” de SanCor fue el “pésimo” convenio colectivo de trabajo” de Atilra.
En el encuentro de ayer al mediodía estuvieron presentes los ministros Jorge Triaca (Trabajo), Ricardo Buryaile (Agroindustria) y Francisco Cabrera (Producción). Por los sectores gremial y empresarial, el secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra), Héctor Ponce, y representantes del Centro de la Industria Lechera (CIL) y la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL).
Por la aguda crisis que atraviesa SanCor, que tiene 4.500 trabajadores y más de 22.000 trabajadores indirectos, Atilra ya había cedido el 15% de los salarios de los 4 mil trabajadores de la empresa por un lapso de seis meses. También aceptó reestructurar una deuda del sector industrial de 140 millones de pesos, a pagar en 36 meses. Esas dos concesiones eran condición para el “salvataje” del Gobierno.
Sin embargo, el macrismo fue por más y avanzó sobre el bono mensual y el convenio colectivo de trabajo para flexibilizar. Ponce había declarado que las cámaras empresarias habían utilizado a SanCor como rehén para flexibilizar las condiciones laborales de todos los trabajadores del sector lácteo: que no haya recomposición salarial, reducción del bono y cambiar el convenio colectivo. “Los trabajadores tienen que pagar las consecuencias de esta delicada situación”, dijo.
Buryaile festejó el avance sobre las conquistas sindicales porque el gremio “entendió la realidad” que vive SanCor. “A veces nos toca hacer el papel de malos por instrucciones del presidente”, lanzó.
Escasez de los productos
SanCor tiene paralizadas once de sus plantas, por lo tanto sus productos no llegan a los negocios. En La Plata, la mercadería arriba al centro de distribución Lactosur ubicado en 44 entre 137 y 138 y de allí es repartida por los camiones por la ciudad.
Favio Pellegrini, secretario gremial del sindicato de Choferes de Camiones de La Plata, dijo a Contexto que “no tenemos mercadería de SanCor para transportar. Desde que empezó el conflicto no se repartió nada”.
En la misma línea, Eduardo Pitón, delegado de SanCor en la ciudad santafesina de Gálvez, dijo a este medio que “hay productos que están en faltante por la falta de insumos y plantas que los elaboran”.