Unidos-Podemos sigue adelante como tercera fuerza en España

Por Gabriela Calotti

Aunque las urnas no arrojaron este domingo el resultado esperado por la coalición entre Unidos-Podemos, los dirigentes del movimiento surgido de “los indignados” miran más allá para seguir abriéndose camino entre los partidos tradicionales, reivindicando la herencia de los españoles decentes.

“Estamos construyendo un movimiento popular que genere la mayoría nueva que reconstruya una España que no deje a nadie atrás”, sostuvo la noche del domingo en Madrid Iñigo Errejón, jefe de campaña de Podemos y candidato a diputado por Madrid, al hablar ante una multitud congregada en la explanada del Museo Reina Sofía tras conocerse los primeros resultados de las elecciones generales, adversos para la coalición Unidos-Podemos.

“No hay otra fuerza política en España que tenga esta ilusión y este aguante”, afirmó Errejón, de 32 años, doctor en Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), semillero de Podemos, movimiento que reivindica la herencia de quienes lucharon, desde tiempos de la República, por una España más justa, más igualitaria, sin privilegios, sin mafias gobernantes con cuentas en Suiza o en Panamá y sin miedo a los caprichos de los “señoritos”.

Al comentar estos resultados en el canal de televisión La Sexta, Errejón admitió: “No son buenos resultados para Unidos-Podemos, no son los que esperábamos. Tenemos una posición determinante y decisiva en el futuro de nuestro país para el cambio político, pero en ocasiones no se da de forma lineal como nos gustaría”.

Podemos, cuya primera experiencia electoral fue hace año y medio en las elecciones europeas, obtuvo el domingo en el marco de la coalición con Izquierda Unida 71 diputados, y perdió 1,2 millones de votos respecto del respaldo que había recibido en las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015.

Contrariamente a las previsiones de las encuestas, uno de cada cinco votantes que estaba dispuesto a votar por UP se quedó en su casa. Y aunque en España el voto no es obligatorio, la amarga realidad es que el domingo se registró una tasa de abstención importante: más del 30% del padrón, es decir, más de 10 millones de electores no fueron a votar.

«Aspirábamos a más para empezar a construir un país mejor. Esa es la primera valoración”, reconoció Pablo Echenique, científico y político español nacido en Argentina que es secretario de organización de Podemos, un movimiento creado hace dos años al calor de una movilización popular sin igual surgida como resultado del movimiento de los indignados que durante semanas ocupó la Puerta del Sol, el corazón de Madrid.

Diputado nacional y ex ministro de Economía, Axel Kicillof integró la comitiva internacional invitada por Podemos para acompañarlos en estos comicios. Kicillof destacaba este lunes justamente la importancia del camino que ese movimiento “hizo en tan sólo dos años”.

Los resultados de Podemos alegraron en cambio a los principales diarios españoles, que los calificaron de “fiasco”, y a los mercados financieros, porque los dos grandes partidos españoles, el conservador Partido Popular y el socialdemócrata Partido Socialista Obrero Español (PSOE) harán lo que les marquen sin chistar y aplicarán una vez más los ajustes que les pida la Unión Europea (UE).

El PP obtuvo 137 escaños en el Congreso de los Diputados y el PSOE 85. Habrá que ver qué acuerdos tejen en las próximas semanas para que en esa monarquía parlamentaria el rey Felipe VI convoque al PP a formar gobierno tras el fallido intento de principios de año.

Una derrota electoral puede marcar un impasse, puede ser un paso atrás para luego poder dar dos pasos adelante. Así le ocurrió al Frente para la Victoria (FPV) en las legislativas de 2009 que no se condijeron con el 54% obtenido en las presidenciales de 2011 por Cristina Fernández de Kirchner. El revés se repitió como sabemos en las presidenciales de octubre de 2015 frente al PRO de Mauricio Macri, gran amigo del PP de José María Aznar, quien hace unos meses estuvo por Argentina casi de incógnito.

Este vaivén electoral no será obstáculo para frenar el empuje que Podemos ha logrado en una sociedad atomizada hasta hace algunos años por el bienestar y el consumo que empezó a reventar tras la crisis financiera de 2008. Allí se abrió una brecha que ahora ocupa Podemos, y que tiene toda la intención de profundizar.

“No somos un partido político o una confluencia de partidos. Estamos construyendo un movimiento popular que genere la mayoría nueva que reconstruya una España que no deje a nadie atrás”, afirmó Errejón en un discurso subido a su cuenta de Twitter.

El peso de la herencia…

Los paralelismos son a veces sorprendentes…. O no tanto entre dirigencias políticas amigas, cercanas, como el PP de Aznar y Rajoy y el PRO de Macri.

Vale la pena repasar un discurso de campaña de Errejón donde se refirió sin pelos en la lengua a la clase política tradicional española, la que maneja el poder y los negocios desde el fin de la dictadura franquista (1939-1975) y desde antes también, cuando, por ejemplo, los presos republicanos eran obligados a construir carreteras y puentes para las empresas que hoy son las mayores constructoras de España.

“Los sinvergüenzas les dejan a los sinvergüenzas que vienen detrás una herencia hecha de privilegios, de cuentas en Suiza, de cuentas en Panamá, de privilegios o de enchufarlos en instituciones, en diputaciones, en parlamentos que eran de todos y que los han secuestrado para que sean de la mafia. Los sinvergüenzas dejan herencias en cuentas corrientes fuera de nuestro país”, afirmaba.

Luego se refería a la otra herencia, la herencia de los españoles trabajadores, que recibieron el legado de sus abuelos, muchos de los cuales recordaban los barcos cargados de carne y cereales que el primer gobierno de Juan Domingo Perón mandaba a una España famélica y pobre, donde la tasa de analfabetismo era enorme, y recuerdan con emoción la visita que Evita hizo en 1947.

“La gente decente en España dejó otra herencia. Nuestra gente decente dejó una herencia hecha de derechos, de instituciones, de igualdad de oportunidades, una herencia de un país que decía que si tenías un golpe de mala suerte no te caías a la cuneta. Una herencia que decía que, hubieras nacido en una cuna humilde o en una cuna más privilegiada, tenías derecho a intentar un futuro. Una herencia que decía que no había que vivir con miedo al capricho de los señoritos, que podías levantar la cabeza y que todos los esfuerzos y los sufrimientos hechos en el pasado tenían sentido porque los hijos y nietos que venían detrás iban a heredar un país más digno, más cariñoso con su gente, más justo, más próspero, más moderno”.

Con la frente en alto y con la herencia orgullosa de un pasado digno, Podemos puede afirmarse como una fuerza que, pese a un revés coyuntural, “está marcando el rumbo de la España nueva”.
“Tenemos la mejor militancia que existe en España. Por eso podemos decir ‘Aguantad, resistid con la mirada alta, porque somos el futuro de nuestro país’”.


 

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