No más periodismo golpista

Pronunciamiento de la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata sobre el editorial que publicó el diario La Nación sobre los juicios por los crímenes de lesa humanidad.

Todavía se estaban contando los votos cuando el diario La Nación le pidió a Mauricio Macri que libere a los genocidas presos. En su primer editorial después del balotaje, “No más venganza”, le dejó claro a su candidato electo qué concepto de cambiemos conciben: olvido por memoria, mentira por verdad, e impunidad por justicia.

La línea editorial no es nueva, ni sorprende. Junto a los negocios que hizo con la dictadura, el diario construyó un posicionamiento claro siempre en un mismo sentido: la defensa de los genocidas y la teoría de los dos demonios. En el editorial del 25 de marzo de 1976 celebró el golpe y también les bajó línea a los militares. Les dijo que en “la tarea por emprender, la primera condición es que se afiance en las Fuerzas Armadas la cohesión con la cual han actuado hasta aquí”. En 1979, el día que llegaron los representantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), La Nación publicó la solicitada “Los Argentinos queremos decirle al mundo», firmada por más de doscientas cámaras empresariales y civiles, que le planteaba a la Comisión (como afirmó ahora) que en Argentina había sucedido una guerra.

El 10 de diciembre de 2012, un día antes del alegato de Jaime Smart en el juicio del Circuito Camps, el título del editorial fue “¿Justicia o venganza para Jaime Smart?”. También pedía lo mismo que ahora: “es de esperar que prime la justicia y no el afán revanchista al resolver la situación del ex ministro de gobierno bonaerense” durante la dictadura. La presión fue tal que el tribunal, encabezado por el juez Carlos Rozanski, pidió que se analice el rol que cumplió el diario durante el desarrollo del juicio y remitió copias de este editorial a la Corte Suprema de Justicia por considerarla amenazante.

El país vive el período democrático más largo de su historia, y transitó de manera ejemplar, pacífica y transparente un balotaje cargado de confrontaciones discursivas y pasiones políticas. Sin embargo, La Nación vuelve a hablar de “venganza” al referirse al proceso de justicia que encarceló a los genocidas, y pide su interrupción.

Mientras Mauricio Macri sigue tratando de negar su historia, su familia y su pertenencia de clase, las fuerzas corporativas que confluyeron en su candidatura no disimulan, y demostraron inmediatamente que quieren mucho más que una derecha que baile e infle globos. Aunque pasó desapercibido, Clarín también publicó su proclama del día después, en la que pidió un dólar a 16 pesos y el fin de las retenciones. Todavía no bajó la espuma del triunfo y los aliados poderosos del nuevo presidente ya anticiparon el país que quieren: una Argentina sin memoria, en la que reine la impunidad y el ajuste.


 

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