La comunidad cinematográfica denuncia que el nuevo presidente del INCAA «paraliza formalmente la industria»

Cine Argentino Unido publicó un durísimo comunicado contra el inédito y dramático desmantelamiento del sector a cargo del Gobierno de Javier Milei.

Por R.G.M.

Desde Cine Argentino Unido (CAU) y en nombre de la comunidad cinematográfica y audiovisual emitieron un comunicado que apunta contra el nuevo presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisual (INCAA), Carlos Pirovano, por ejecutar una política abiertamente nociva para el sector. «Sin datos reales que lo sustenten, el funcionario decidió sacar una resolución que por primera vez en la historia del INCAA lo paraliza totalmente y lo hace sin consultar al Consejo Asesor -órgano de control del presidente del INCAA ni a la Asamblea Federal- espacio real de la participación de todas las provincias a través de sus Secretarios de Cultura, en las decisiones del Organismo».

En sintonía con el actual Gobierno, afín a los procedimientos autoritarios, desde CAU señalan que la actual gestión ignora «estas estructuras creadas por la Ley de Cine para evitar las decisiones arbitrarias de pudiera ejecutar el presidente de turno» y que al no ser convocadas «incumple la Ley vigente, generando así un marco donde no hay transparencia en sus acciones ni tampoco legalidad».

«Desde Cine Argentino Unido rechazamos esta Resolución porque no queremos ser cómplices de una decisión arbitraria que paraliza la actividad productiva que desempeñamos», continúa el comunicado con un tono basado en una realidad dramática. «Advertimos que es gravísimo el daño económico que nos genera a empresas y trabajadores del Cine y con tristeza y desesperación asistimos a una situación dantesca donde el poder político nos está llevando como sociedad a una callejón sin salida donde solo nos espera el hambre, la desesperación y la violencia, que deviene de no poder encontrar en el trabajo una forma de reconstruir la salud de nuestra Argentina, tan lastimada».

«La comunidad cinematográfica y audiovisual en su conjunto se encuentra en estado de alerta ante un escenario solo imaginable en la peor de nuestras pesadillas», concluye.


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