Herenia de la Plaza: el abrazo a una Madre

Por Roberto Álvarez Mur

Al unísono con los aplausos a las 28 cadenas perpetuas por la causa de La Perla, el aliento a las luchas por derechos humanos se materializó ayer con el abrazo simbólico que la Comisión por la Memoria del Bachillerato de Bellas Artes de La Plata le otorgó a la Madre de Plaza de Mayo Herenia Sánchez Viamonte.

Unas setenta personas se reunieron ayer en el aula Irma Zucchi de la institución para homenajear a esta figura clave de las luchas estudiantiles, madre de militantes desaparecidos y docente histórica del bachillerato.

“En el marco de un año en que se conmemoran distintos acontecimientos –algunos felices, otros muy dolorosos– y una coyuntura política y social en la que se ponen en juego cuestiones que parecían saldadas años anteriores”, expresaron desde la convocatoria de la institución días antes.

“A cuarenta años de La Noche de los Lápices, entendimos que uno de los primeros ejemplos de reconstrucción de la memoria del colegio tenía que ser el abrazo a Herenia. Ella está atravesada directamente por ser madre de Santiago y su nuera”, dijo a Contexto Valeria González, docente y miembro de la Comisión por la Memoria del BBA, en referencia a Santiago Sánchez Viamonte, secuestrado junto con su esposa Cecilia Eguía el 24 de octubre de 1977 en Mar del Plata. Ambos continúan desaparecidos.

Desde entonces, Herenia formó parte de las Madres de Plaza de Mayo y es una activa participante del grupo de La Plata.

Oradores de diversos organismos, ex alumnos y representantes del Departamento de Historia del Bachillerato encabezaron el acto donde se recordó la trayectoria de Herenia y la impronta legada por su participación durante La Noche de los Lápices, episodio fundamental en las luchas estudiantiles en tiempos de represión.

“EN NUESTRO PAÍS, HABLAR DE MEMORIA NOS CONECTA DE FORMA DIRECTA CON LA HISTORIA DE NUESTRO PASADO RECIENTE Y LAS LUCHAS POR LOS DERECHOS HUMANOS LLEVADAS A CABO DE FORMA SOSTENIDA POR DIVERSAS ORGANIZACIONES.”

Susana Aguirre, coordinadora del Departamento de Historia, donde Herenia fue docente, le entregó el legajo histórico original a la Madre de Plaza de Mayo, en un homenaje cuya la propuesta se manifestó como un “momento particular que convoca a la reflexión sobre nuestro pasado, presente y futuro, sobre la institución que nos reúne y la memoria que construimos como colectivo, que es arena de lucha y necesariamente dinámica. Decidimos reivindicar ciertas figuras que tuvieron y tienen incidencia en nuestra reciente historia”.

En ese sentido, González agregó: “Queríamos además que el relato de Herenia nos sirva para comenzar a encarar nuestro proyecto de construcción de un archivo sobre la historia de la escuela. Ese fue el germen de esta iniciativa”

El evento, en su carta de presentación, expresaba: “En nuestro país, hablar de memoria nos conecta de forma directa con la historia de nuestro pasado reciente y las luchas por los derechos humanos llevadas a cabo de forma sostenida por diversas organizaciones”. Participaron autoridades de la Universidad Nacional de La Plata y de la Facultad de Bellas Artes.

El acto se enmarca en plena discusión por el rumbo a seguir en políticas de Memoria, Verdad y Justicia en el escenario actual, donde funcionarios del Gobierno relativizan el número de desaparecidos en dictadura y donde la reciente tentativa de detención de Hebe de Bonafini puso en alerta a todos los sectores sociales y políticos. La institución no fue ajena a este contexto y decidió marcar, de manera directa, una fuerte toma de posición respecto del terreno actual.

El pronunciamiento en contra hacia la prisión domiciliaria del represor condenado Etchecolatz fue evidencia de ello. “Esta clase de homenajes nos ponen directamente en contra de las políticas que atacan los derechos humanos, quienes dudan cuántos desaparecidos hubo, quienes hablan de reconciliación con los genocidas. Estamos en contra de este contexto tan adverso desde las políticas de gobierno”.

En plena avanzada macrista, el abrazo a Herenia Sánchez Viamonte fue una nueva muestra de que la lucha por los derechos humanos no cesa.


 

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