Estados Unidos despliega toda su artillería contra Venezuela

Por Héctor Bernardo

En 2002, el intento de golpe fue el clásico: militares alineados con los sectores del poder económico concentrado y con los intereses de Washington tomaron el poder por la fuerza. En esa ocasión, el pueblo venezolano revirtió el golpe en sólo 48 horas. La guerra a través de los medios de comunicación locales e internacionales se había desatado mucho antes, prácticamente desde el día que Hugo Chávez asumió la presidencia. Desde el principio también estuvo el financiamiento a las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), que canalizan el dinero para la desestabilización. Luego comenzó el desabastecimiento, al igual que con Salvador Allende en Chile, cuando prepararon el terreno para el golpe de Pinochet.

Tiempo después vinieron las “guarimbas”, las destrucción de edificios públicos, los asesinatos selectivos, las denuncias constantes de fraude, la presión internacional a través de los alfiles que la Casa Blanca consiguió en la región y que, obedientes, hacen el trabajo sucio: Luis Almagro en la Organización de Estados Americanos (OEA), Mauricio Macri, Michel Temer y Horacio Cartes en el Mercosur.

Ahora es el turno del intento de golpe parlamentario a través de la Asamblea Nacional. Son varios los analistas que aseguran que el legado que Obama quiere dejar al fin de su mandato es acabar con los procesos populares que fueron los pilares del “No al ALCA”: la Argentina de Néstor y Cristina Kirchner, el Brasil de Lula y Dilma Rousseff y la Venezuela de Hugo Chávez y Maduro. Dos de esos objetivos ya están cumplidos, ahora todas las energías están puestas en concretar el tercero: terminar con la Revolución Bolivariana.

EN DIÁLOGO CON CONTEXTO, LA PERIODISTA Y ESCRITORA STELLA CALLONI DESCRIBIÓ ESTA SITUACIÓN COMO “UN GOLPISMO PERMANENTE”.

Calloni afirmó que “en Venezuela el golpismo es de largo alcance. Después de 2002 hubo un golpismo permanente. Cuando se supo que Chávez estaba enfermo, ellos profundizaron su estrategia para golpear al Gobierno. En ese período ingresan 119 ONG nuevas a Venezuela, que se distribuyen en todo el país. Álvaro Uribe fomenta el ataque de paramilitares, que ingresan por la frontera con Colombia”.

“La aparición de la figura de Leopoldo López reactiva con mucha fuerza el golpismo. El propio López en ese momento, durante las guarimbas, dijo que no iban a abandonar las calles hasta derrocar a Maduro. Durante 2014 y 2015 las violentas protestas golpistas dejaron decenas de muertos y heridos. Hubo sabotaje contra las refinerías, contra las estaciones de luz eléctrica, contra puentes y caminos. Ahora, lo que ellos denominan ‘La toma de Caracas’ es un eufemismo para intentar tomar el Gobierno”, remarcó.

Luego agregó: “En la OEA está el gran enemigo del Gobierno de Maduro, que es Luis Almagro. Almagro ve violaciones a los derechos humanos en Venezuela y, sin embargo, no ve toda la gente que están matando en Colombia a pesar de los acuerdos de paz, todos los dirigentes que están matando en Honduras, ni tampoco ve los 140 mil muertos y 40 mil desaparecidos que tiene México”.

Por último, Calloni aseguró: “Estamos ante uno de los episodios más evidente de golpismo permanente en la región. El rol que tuvo y tiene la embajada norteamericana en ese golpismo es clave. Está comprobado cómo participó la embajada desde el golpe contra Chávez en 2002 hasta el día de hoy, en este nuevo intento de golpe contra Maduro”.


 

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