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El gran karaoke nacional

En los últimos años, la música argentina viene atravesando una oleada de reversiones, colaboraciones intergeneracionales y celebraciones del cancionero nacional que configuran una tendencia tan efectiva como sintomática. Impulsada por la lógica de las plataformas digitales y el auge de los featurings, esta nueva era del «cover» combina memoria afectiva con algoritmos de reproducción, y se afianza como una de las fórmulas dominantes del ecosistema musical actual.

La idea de reversionar no es nueva, pero hoy tiene una carga cultural y comercial renovada. En lugar del gesto íntimo de tributo o del ejercicio puntual de reinterpretación, las reversiones se han convertido en un dispositivo recurrente para activar escuchas, sumar públicos y tender puentes entre artistas y generaciones así como instalar apuestas de las discográficas.

Plataformas como Spotify potencian esta lógica. En sus algoritmos, lo familiar suele pesar más que lo novedoso. De ahí que una nueva versión de un clásico tenga mayores chances de figurar en playlists destacadas o viralizarse. Este fenómeno se ve reforzado por el formato live session, donde artistas contemporáneos versionan temas conocidos, como ocurre en las Spotify Singles.

También los artistas consagrados han encontrado en esta tendencia un nuevo campo de acción. Fito Páez, por ejemplo, regrabó su emblemático “El amor después del amor” junto a voces como Nathy Peluso y Lali. Los Auténticos Decadentes, con su trilogía “ADN”, recrearon sus hits con invitados como Rubén Rada, Natalie Pérez o Los Pericos. En tanto, Lali y Wos han reversionado temas del rock nacional como forma de reinscribirlos en la sensibilidad pop-urbana del presente.

Una de las señales más nítidas de este fenómeno es el programa Fa, creado y conducido por Mex Urtizberea (a través del canal propio de YouTube @estoesfa), donde artistas invitados se suman a una banda estable para reversionar canciones clásicas de la música popular argentina. En ese espacio de ensayos y versiones en vivo, la música se transforma en un lenguaje compartido que borra jerarquías y actualiza legados. Lo notable de Fa no es solo su propuesta musical, sino su atmósfera comunitaria, donde lo colectivo se impone sobre lo individual, y el homenaje cobra forma de ritual semanal.

A esa dinámica se suman las fechas especiales impulsadas por Olga, como el Spinetta Day, el Calaramaro Day o el Charlie García Day, jornadas enteras dedicadas a la obra de un ícono nacional, en las que distintos artistas se apropian de su repertorio. Estas celebraciones no solo generan contenido viral y nostalgia compartida, sino que evidencian la potencia simbólica del archivo sonoro argentino como materia viva.

Lo que emerge de todo esto es una suerte de karaoke nacional de alta calidad: una gran conversación intergeneracional donde la música funciona como lenguaje común. Las reversiones son vehículo de pertenencia, estrategia de visibilidad y, a veces, acto genuino de admiración. Pero también aparece una pregunta inevitable: ¿cuánto espacio deja esta fórmula para el riesgo artístico y la experimentación real? Ah, no…ese es otro cantar.

Pentatónica| Nave

“Algo se pierde a un costado de tus aguas, de tus puentes raros. Algo nace, todo cambia de estado al correr”.  En el 2016, Gastón

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