Denuncian que “la patota de Piumato” cuida el bolsillo de los jueces

Por Contexto

“Si sos juez, no pagás ganancias, no hacés declaraciones juradas, nadie te conoce, viajás cuando querés y adonde querés. A quienes quieran ser legisladores les recomiendo que replanteen sus ambiciones por algo más cómodo y seguro». A pesar de que Cristina Kirchner pronunció estas palabras exactamente hace dos años, siguen más vigentes que nunca.

Era 20 de junio y la por entonces presidenta respondía de esta manera al rechazo de la Corte Suprema al paquete de leyes que habían sido aprobadas por el Congreso para democratizar la Justicia y transparentar el manejo de fondos para magistrados, fiscales y funcionarios de Tribunales.

Esa frase, que no fue la única en ese tono de aquel discurso en Rosario para el Día de la Bandera, sería aplicable otra vez tras la decisión de familia judicial de no pagar el Impuesto a las Ganancias. Aunque parezca muy poco justo, es la propia Corte la que tiene la potestad de decidirlo. Jueces y requeteparte.

Cristina kirchner en junio de 2013: “Si sos juez, no pagás ganancias, no hacés declaraciones juradas, nadie te conoce, viajás cuando querés y adonde querés».

La cuestión es así: hoy los jueces y fiscales deberían tributar Ganancias –hay una ley que deroga la exención–, pero no lo hacen porque así quedó decidido en una acordada del máximo tribunal de 1996. Sólo sería necesario, entonces, una contraorden para que la situación se revirtiera.

Se calcula que, de hacerlo, sería una recaudación extra de 11 mil millones de pesos al año. El dinero podría usarse para paliar la situación del nuevo millón y medio de pobres que se generaron desde asunción de Mauricio Macri. O para ayudar a los clubes de barrio. Etcétera.

La nueva negativa se gestó en una reunión secreta convocada, sorpresivamente, por el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti hace dos días. El llamado fue para tranquilizar a la corporación judicial frente a los rumores de que en la Casa Rosada iban a estudiar la chance de una revocación del beneficio impositivo. Sólo con rumor había alcanzado para se difundiera la versión de un “lockout” judicial en ciernes.

Inconmovibles ante la situación generalizada de una imparable suba del costo de vida de todos los argentinos, según La Nación, “todos coincidieron en que no deben pagar el impuesto a las ganancias y que sus remuneraciones deben seguir gozando de la misma situación que tienen ahora”. Se agarran de una protección que figura en la Constitución, donde se aclara que los salarios de los jueces «no pueden ser disminuidos de manera alguna».

Lorenzetti convocó a Ernesto Geijo, asesor letrado de la Defensoría General de la Nación; Miguel Piedecasas, presidente del Consejo de la Magistratura; Rafael Gutiérrez, presidente de la Junta Federal de Cortes, y a representantes de la Suprema Corte bonaerense y de asociaciones de jueces y delegados del gremio judicial.

Un sindicato con privilegios

A diferencia de lo informado por La Nación y también por Clarín, el encuentro no terminó en tranquilidad sino que comprendió agresiones y heridos. Según Gonzalo Martínez Salum, Secretario General de Sitraju (Sindicato de trabajadores Judiciales), todo se precipitó porque la presencia gremial fue selectiva y sólo participaron delegados de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación, liderado por el moyanista Julio Piumato.

“Nosotros fuimos igual y fuimos agredidos por una patota de Piumato. Cuando estábamos adentro del Palacio de Justicia fuimos atacados y quedaron heridos una compañera y un compañero”, contó Martínez Salum en declaraciones a Radio del Plata.

“En un contexto de recesión no queremos que ningún trabajador pierda el poder adquisitivo de su salario, pero no pensamos lo mismo de los jueces y de los fiscales, con sueldos que no bajan de 130 mil pesos»

“En un contexto de recesión no queremos que ningún trabajador pierda el poder adquisitivo de su salario, pero no pensamos lo mismo de los jueces y de los fiscales”, agregó el sindicalista para explicar cuál era la postura que querían presentar ante los concurrentes.

Para explicar la actitud de la Unión, González hizo mención a la flamante nominación que recibió la esposa de Piumato, Analía Viganó, para acceder al cargo de jueza. “Esta semana, su señora logró el cargo que tanto buscó y esto no llama la atención. Capaz está más pendiente de defender la posición de los jueces que la de los trabajadores”, reflexionó. “Es asqueroso el arreglo de Piumato con la corporación judicial”, remató.

González también se mostró en acuerdo con buscar una alternativa a Ganancias, que podría ser un impuesto a los altos ingresos. “Hacemos la distinción de jueces y fiscales con el resto porque nadie gana 130 mil pesos”, completó. Ante la pregunta si el Sitraju quedó afuera “por kirchnerista”, señaló: “Tenemos más afiliados que el gremio de Piumato pero ellos deben ya tener una arreglo”.

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