Tehuel de la Torre: la Justicia ordenó nuevos rastrillajes

A catorce meses de su desaparición, la Justicia ordenó retomar la búsqueda de Tehuel de la Torre, joven trans de veintiún años que desapareció en marzo de 2021, cuando se encontraba buscando trabajo.

En este marco, la Policía bonaerense, la Federal y Gendarmería realizarán rastrillajes en la localidad de Alejandro Korn (San Vicente), que ya había sido requisada.

Según lo reconstruido por la investigación, Tehuel se dirigió a la zona de Alejandro Korn para reunirse con Luis Alberto Ramos, quien tenía una supuesta oferta laboral. De la Torre permaneció con él un tiempo y luego se reunieron con Oscar Alfredo Montes (ambos presentaban antecedentes por homicidio en intento de robo y por abuso sexual, respectivamente). Desde entonces, no se sabe nada de Tehuel. En los allanamientos, se encontró el teléfono, la campera y una mancha de sangre correspondiente al joven en la casa de Ramos.

Tanto Ramos como Montes, quienes aún mantienen un pacto de silencio, fueron detenidos e imputados, acusados por el delito de «homicidio doblemente agravado por odio a la orientación sexual e identidad de género».

Para la fiscal Karina Guyot, ambos hombres perpetraron un homicidio, por lo que busca dar con el cuerpo del joven trans. En este marco, por requerimiento de la fiscal y el juez de Garantías, Martín Rizzo, se retomaron los rastrillajes «con el objetivo de continuar con la búsqueda de la víctima».

«La Justicia no está haciendo nada, si no la apuramos nosotros no hace nada», dijo a Télam Andrés de la Torre, padre de Tehuel, y añadió: «Espero que en los lugares donde ya se investigó no salga nada nuevo, porque van a tener muchos problemas».

Andrés cuestionó duramente a la Justicia: «Todo lo que hicieron lo hicieron mal. Si a Tehuel le quitaron la vida y está enterrado en algún lugar de Alejandro Korn, le pasaron por arriba sin darse cuenta, porque en los rastrillajes iban jugando, hablando con el celular», aseguró el padre.

«Si Tehuel está vivo, quién sabe dónde está, y cuando no sirva más le van a quitar la vida. Eso pasa con las organizaciones de trata de personas. Si no habla alguien, va a ser difícil encontrarlo», expresó Andrés, quien criticó la «demora» en notificar a las zonas de frontera sobre su búsqueda, realizada a los «tres meses y medio» de su desaparición.


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