Search
Close this search box.
Search
Close this search box.

Renunció el jefe de Policía de Vidal: “Cambiar de collar sin cambiar el perro”

Al asumir como gobernadora, María Eugenia Vidal se planteó como uno de sus objetivos mejorar la cara de la Policía bonaerense. Sin embargo, el plan no marchó bien. Tras la jubilación del entonces jefe de la Policía provincial Hugo Matzkin, un hombre que venía de la gestión anterior, muchos efectivos pretendían una renovación de la cúpula, pero la gobernadora designó al comisario Pablo Bressi, muy cercano a su predecesor.

Los reclamos por el prontuario de Bressi no tardaron en llegar. Se lo denunció públicamente por haber sido elegido por la embajada norteamericana, por sus vínculos con la DEA (la Administración para el Control de Drogas estadounidense), tras desempeñarse como superintendente de Investigaciones de Tráfico de Drogas Ilícitas bonaerense. También se destacó por ser el negociador en la denominada Masacre de Ramallo, el robo que terminó con dos ladrones y dos rehenes muertos ante el fuego de la Policía.

Lilita Carrió también apuntó contra Bressi: mediante una carta a la gobernadora Vidal, acusó al nuevo jefe de la bonaerense como líder de un sistema de recaudación ilegal con base en el narcotráfico. La referente de la Coalición Cívica también señaló que Bressi era el receptor final del dinero de la denominada causa de los sobres. La imagen del comisario comenzó entonces a caer en picada entre el aumento de los hechos delictivos y la interna de la Bonaerense.

Esta semana, el último escándalo de la Policía provincial fue la detención ante una “denuncia anónima” (al igual que en la causa de la Departamental de La Plata) por supuestas coimas del comisario mayor Alberto Miranda, director de Prevención de Delitos contra el Automotor, que al momento del arresto tenía cerca de doscientos mil pesos en un bolso. Bressi, quien propuso el ascenso de este comisario, fue salpicado por este hecho, aunque, por los índices de inseguridad en la provincia, desde el gobierno de Vidal evaluaban ya un cambio.

Sin embargo, el reemplazante no parece mejorar demasiado las cosas. Desde CORREPI señalan que esto es “cambiar el collar sin cambiar el perro”. Fabián Rubén Perroni, quien era el segundo de Bressi, ahora se convirtió en el jefe de la Bonaerense.

Perroni también fue Jefe de la Departamental de Mar del Plata, donde se fue en medio de una ola de inseguridad, al igual que en la localidad de Lanús.

En La Plata fue comisario, pero antes se desempeñó como oficial inspector. En 1997, en ese puesto, fue imputado junto a su compañero, el oficial Walter Rubén Abrigo, por “Torturas y violación de los deberes de funcionario público”, cargos por los que fueron detenidos. En ese caso, Perroni fue investigado por haber torturado a un joven en la seccional novena en 1992.

Por ese entonces, la Policía buscaba por presuntos robos a Rubén Isidro Silva, por lo que allanaron su casa de Ringuelet. Al no encontrarlo, se llevaron a Julio César Medina, un amigo del acusado. Este “fue ‘levantado’ por los efectivos y conducido a la seccional. Allí se habrían producido una serie de violentos apremios físicos. Cuando se llevaron a Medina, luego de destrozar el interior de su vivienda, su novia le avisó a Silva, quien luego realizó la denuncia ante la Justicia”, señalaba la edición impresa del diario Hoy de La Plata el sábado 22 de noviembre de 1997. En esa oportunidad, el juez penal platense Ernesto Domenech investigaba a los imputados por “inventar hechos y cargos en su contra”.

Un año después de este hecho, bajo la misma modalidad, desaparece Miguel Bru tras ser torturado también en la novena. El principal acusado fue el compañero de Perroni: Walter Rubén Abrigo, quien posteriormente fue condenado a prisión perpetua.

http://www.diariocontexto.com.ar/2015/12/11/pablo-bressi-el-policia-elegido-por-la-embajada-norteamericana/

SECCIONES