Una conmoción nacional provocó el intento de magnicidio de Cristina Fernández de Kirchner, ocurrido la noche del jueves cuando la vicepresidenta llegaba a su domicilio y un hombre gatilló un revólver contra ella a tan solo centímetros de distancia. El contundente episodio generó un repudio generalizado, y el propio presidente Alberto Fernández brindó una cadena nacional donde dispuso feriado nacional para este viernes, en función de que la ciudadanía pueda expresarse públicamente en apoyo a CFK.
«Este hecho es de una enorme gravedad, el más grave desde que recuperamos la democracia», fue el puntapié inicial del discurso del jefe de Estado, quien condenó el hecho y llamó a terminar con los discursos de odio y beligerancia tanto en la esfera política como en la mediática y social.
El mandatario describió el desarrollo del hecho e informó que «por una razón que no ha sido confirmada, la bala no salió luego de ser gatillada», y no brindó mayores detalles sobre la persona que llevó adelante el intento de magnicidio. Asimismo, pidió que la Justicia garantice «la vida del acusado que hoy se encuentra detenido», como también el resguardo de la propia CFK.
«Este atentado merece el más enérgico repudio de la sociedad argentina y todos los sectores de la política. Estamos obligados a recuperar la convivencia democrática que se ha quebrado por el discurso del odio. No hay posibilidad de que la violencia conviva con la democracia», dijo Fernández.
«La paz social ha sido alterada. La Argentina no puede perder ni un minuto más. Es necesario desterrar la violencia del discurso político y mediático. Necesitamos aislar, no convalidar y repudiar todas las palabras descalificadoras, estigmatizantes y de odio que nos dividen», agregó. Asimismo, declaró el feriado nacional para este viernes, para «que el pueblo argentino pueda expresarse en paz en apoyo a la vicepresidenta».
Según trascendió con el correr de las horas, el atentado fue protagonizado por un hombre brasileño de unos 35 años residente en la ciudad de Buenos Aires, identificado como Fernando Andre Sabag Montiel, quien ya tenía antecedentes por portación de armas. La situación ocurrió en el marco de la habitual concentración en la zona de Recoleta, donde cientos de personas se acercan a apoyar a la vicepresidenta.
Los mensajes de repudio contra el hecho fueron múltiples e instantáneos desde todo el arco político. Dirigencias, organizaciones políticas y sindicales se encuentran ahora en estado de alerta. La CGT anunció que llevará adelante una reunión para determinar qué acciones tomará frente al intento de magnicidio de la vicejefa de Estado, y se baraja la posibilidad de un paro nacional.
Cerca de la medianoche, senadores y senadoras de los diferentes bloques se reunieron en el Congreso, desde donde enviaron un mensaje unificado de solidaridad con la vicepresidenta y un rechazo categórico al intento de asesinato.
Hacia el cierre de esta nota comenzaron a realizarse concentraciones tanto en el centro porteño como en sedes partidarias y sindicales, a modo de alerta y movilización en defensa de CFK y en repudio de la violencia política reflejada por este acto.
