Para el macrismo marplatense, las campañas contra la violencia de género son «moda»

Por Leandro Gianello

El intendente macrista de Mar del Plata, Carlos Arroyo, consideró las campañas contra la violencia de género como un gasto “innecesario” que debería destinarse a otros aspectos más «trascendentes» y que no sean simplemente “una moda”. El jefe comunal de Cambiemos sumó así un comentario más a una extensa lista de declaraciones xenófobas y estigmatizantes al indicar que «muchos políticos malgastan dinero en campañas que están de moda, como la de violencia de género».

La frase de Arroyo no aporta mucho a una ciudad y a una sociedad golpeada por una serie de brutales casos de abusos y espantosos femicidos, e inclusive la mismísima Patricia Bullrich calificó de “repudiable” las palabras del funcionario que comparte signos e ideología política, pronunciadas durante los festejos por el 50º aniversario de una escuela primaria de esa ciudad.

«Las palabras de Arroyo desconocen básicamente la problemática social que implica la violencia de género”, dijo a Contexto Flavia Delmas, secretaria de Género de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata.

«Las palabras de Arroyo desconocen básicamente la problemática social que implica la violencia de género”, dijo a Contexto Flavia Delmas.

Además, ignora “datos estadísticos disponibles, aunque fragmentados”, de una realidad ineludible y, especialmente, de la “situación de su ciudad, en la que sucedieron casos terribles como el femicidio de Lucía Pérez”, manifestó Delmas.

Toda esta diatriba que causó malestar entre las personas que lo escucharon, asegura la especialista, “van acordes a esa forma de gestionar y repiten el discurso violento” del Gobierno nacional en muchos aspectos.

“En la zona sur de Mar del Plata, donde recibimos a diario denuncias de víctimas de violencia de género en la primera oficina de la ciudad que depende de la Comisaría de la Mujer, escuchar esto es una ofensa”, indicó a un medio gráfico local María Inés Benítez, presidenta de la sociedad de fomento Playa Serena, quien hizo público el discurso del jefe comunal a través de las redes sociales.

“En la zona sur de Mar del Plata, donde recibimos a diario denuncias de víctimas de violencia de género en la primera oficina de la ciudad que depende de la Comisaría de la Mujer, escuchar esto es una ofensa”. María Inés Benítez.

Benítez, a quién el discurso le pareció “horroroso”, indicó que Arroyo debería retractarse, y agregó: “No puede ser que a cinco cuadras del lugar donde se asistió a Lucía (Pérez), y en donde funciona la oficina de víctimas de violencia de género, estemos escuchando semejante cosa”.

Un perfil polémico

Carlos Arroyo, actual mandatario de “la Feliz”, es un funcionario macrista muy vinculado a la derecha reaccionaria que tejió alianzas políticas con el carapintada Gustavo Obeid y fue candidato a concejal acompañando la fórmula política del represor Luis Abelardo Patti en el año 2007.

En su breve periodo de gobierno, la ciudad balnearia, además de sufrir una crisis cultural, fue escenario de una serie de ataques neonazis adjudicados a un supuesto conocido suyo mentor de estas agrupaciones, Carlos Pampillón.

Antes de ser elegido como intendente, Arroyo había sido denunciado ante el Inadi por dichos discriminatorios contra los inmigrantes bolivianos al expresar que la frontera era “un colador, por donde entra cualquiera de cualquier país por cualquier cosa, todos de la misma nacionalidad y son expertos en cultivar coca”.

Además, hizo referencia a la última dictadura cívico-militar manifestando que desde su gestión busca lograr “que el vecino de Mar del Plata vuelva a ser feliz como hace cuarenta años, cuando podía caminar tranquilo por la calle e ir a cualquier lugar”.

Estadísticas alarmantes

Según datos publicados por Ada Rico, presidenta de La Casa del Encuentro, una organización que se ocupa de dar contención a mujeres golpeadas y a los hijos de madres asesinadas, «entre 2008 y 2014 hubo 1.808 femicidios, entre enero y octubre de 2015, 233 murieron víctimas de la violencia de género».


 

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