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Máximo Kirchner: «Armar de nuevo significa basta de Sciolis»

Máximo Kirchner desembarcó en La Plata para encabezar el primer acto de la militancia luego de la derrota electoral de 2023, y en medio de una interna desatada por un grupo de dirigentes que salió a cuestionar la conducción de Cristina Fernández de Kirchner. 

El acto se realizó en el Club Atenas de la ciudad capital (13 e/ 58 y 59), donde Máximo Kirchner habló en dos escenarios. Uno tradicional, ubicado en la esquina de 13 y 59, y otro 360°, ubicado dentro del Estadio. 

En el inicio de su discurso, Máximo alcanzó el saludo y abrazo de la compañera Cristina a todas y todos los militantes que se acercaron a acompañar al presidente del PJ bonaerense y líder de La Cámpora: «Agradezco de corazón, y segundo traerles un enorme abrazo de la compañera Cristina, después que me ayuden un poco hoy y hagamos el esfuerzo de reflexionar».

«Creo que tenemos muy clara la situación de nuestro país y que millones de argentinos sufren a diario, siendo aparte este el comienzo ante el despliegue de estas políticas económica que, de profundizar su camino y un tiempo, van a afectar a más argentinos y argentinas». 

En este marco, Kirchner apuntó contra las políticas de Javier Milei y se refirió a RIGI: «Entender que cuando nosotros planteábamos hace ya muchos años que estábamos en ciernes de tres flexibilizaciones: la flexibilización laboral, ambiental e impositiva. El RIGI consagra esas tres flexibilizaciones. Las empresas no pagan impuestos, nuestra tierra, nuestros ríos, nuestras montañas, nuestros mares a disposición de jurisdicciones extranjeras y nuestros trabajadores y trabajadoras trabajando por una miseria que ni siquiera, a veces, les permite llegar a fin de mes». 

«Dicen entonces que esa es la única forma que nuestro país salga adelante. ¿Va a salir nuestro país delante de esa manera? Hace más de 400, 500 años, vaya a saber cuánto, nuestro continente sufre lo mismo. Allá en el tiempo era la mita y ahora este tipo de leyes que vienen con la pátina de explicarnos que es la única manera posible de generar un futuro para nuestra gente. La traducción sería que la única manera de tener un futuro como país es que su pueblo viva de manera indigna. Si un pueblo vive de manera indigna no hay país, y esto es lo que tenemos que entender».

«Está muy bien y, aunque sé que es discutible, está muy bien, pero si nuestro pueblo tiene hambre y se llevan nuestro gas, nuestro petróleo, la minería, el oro y la plata, es saqueo. Si hay actividad extractiva en la Argentina, de la única manera que se va a aceptar es porque hay un pueblo que se puede educar, comer, crecer, realizarse en la vida, si eso no sucede estamos delante de un saqueo y es imposible que los argentinos y argentinas de bien acompañen un saqueo. A esos argentinos y argentinas hay que salir a buscar y pedirles que se involucren con el destino de su país, piensen como piensen». 

Para Máximo «no hay que enojarse, el presidente es elegido por el 56 % y el veto es una facultad que tiene constitucional, hay que dejar de patalear. Hay que ponerse a construir, a seguir construyendo».

Al acto arribaron los intendentes, legisladores provinciales y nacionales y dirigentes sindicales. Entre ellos, Federico Susbielles, Nicolás Mantegazza, Federico Otermin, Leonardo Botto, Julián Álvarez, Mayra Mendoza, Gustavo Menéndez, Marissa Fassi, Mariel Fernández, Blanca Cantero, Federico Achabal, Andrés Watson, Fernando Raitelli, Gastón Granados, Pablo Zurro, Iván Villagran, Damián Selci, Mauro García, Juan Mancini, Nelson Sombra, Juan Ustarroz, Julio Alak, Wado de Pedro, Alexis Guerrera, Martín Sabbatella, Micaela Morán, Federico Fagioli, Paco Manrique, Vanesa Silley, Teresa García, Juliana Di Tullio, Karina Menéndez, Pablo de Jesús, Leo Grosso, Tano Catalano, Mariano Recalde, entre otros. 

Durante su discurso, Kirchner planteó la necesidad de reflexionar cómo Javier Milei ganó las elecciones y que «nadie se puede enojar y ofender y ver dónde hay ideas o ganas de debatir y discutir un complot».

«Por lo contrario, siempre estuvimos para ayudar a todas y todos los compañeros y compañeras ante los desafíos que tienen allá. Porque vieron que ahora dicen ‘che, el dedo de Cristina’. Y yo la pregunta que me hago y quiero hacer es, si los que fueron señalados por el dedo de Cristina se quejan, ¿qué nos queda a los que no hemos sido señalados por el dedo de Cristina y seguimos haciendo todo lo que tenemos que hacer».

«En ese entender qué es lo que nos pasó, voy a reflexionar y pensar con ustedes. Podrán pensar a veces como uno, o no es así. La militancia, el debate político, la discusión es así. Resulta, y esto sí, y si por un ratito hablo más en primera persona les pido disculpas, ustedes saben que siempre hablo en plural, pero cuando se murió Néstor hubo muchísimas presiones. A mí, de acuerdo con una persona muy poderosa, vino a verme decir que bueno, que era mejor que Cristina no sea candidata en el 2011, y que de esa manera Cristina en el 2011 no iba a tener problemas después de dejar la presidencia. Bueno, ustedes saben cómo terminó el 2011. La compañera, y esto lo digo porque lo viví adentro, quizás en lo que fue para ella el peor momento de su vida, en vez de ponerse como víctima, esta moda que hay de dirigentes con importantes cargos que creen ser víctimas».

«Un dirigente no es víctima. Un dirigente se propone a sí mismo, a la sociedad, y asume las responsabilidades y busca sintetizar y conducir al conjunto. En ese momento salió para adelante y entendió también que era momento de producir una oxigenación en la política argentina. Y le dio lugar a miles y miles de pibas y pibas para que se involucraran en el destino de su país».

En este sentido, Máximo deslizó un mensaje a quienes cuestionan a Cristina: «El pueblo pedía que no gobernara más Macri, y no pensó si tenía que ser ella o no, sino que había un pueblo que demandaba que el gobierno de Macri concluyera de manera democrática como se debía. Y así fue que Alberto Fernández fue presidente de los argentinos y argentinas. ¿Por qué? Porque había muchos sectores dentro que no se la aguantan a ella, hay que decirlo, no tengo problema. No se la bancan porque labura, no se la bancan porque trabaja todos los días, y porque no tiene miedo. Y uno de los problemas que tenemos hoy en el presente y en el peronismo es que hay muchos dirigentes con miedo».

Y apuntó contra quienes «lamentablemente dudaban si tenía que ser Scioli o tenía que ser Wado. ¿A ustedes les parece? Miren dónde está el compañero, miren donde está Scioli y nos vienen a pedir autocrítica a nosotros. Por qué no la hacen una vez por todas la autocrítica ustedes».

«Resulta que la compañera que se bancó el macrismo, que dio la pelea, que cedió su lugar para que terminara el gobierno de Macri y el pueblo argentino canalizara su esperanza, terminó condenada durante un gobierno peronista. Y una noche del primero de septiembre del 2022 le pusieron un fierro en la cabeza para matarla. Y resulta que ahora Cristina no tiene que hablar porque eclipsa a otras figuras. Vamos, muchachos, vamos. Tranquilos, tranquilas. No hay que apresurarse, hay que ir paso a paso, como decía Mostaza. Hay que parar la oreja, escuchar a nuestra gente, como dice Cristina. Cristina no te anuncia que vamos a hacer algo novedoso o hay que hacer esto nuevo. Comparte con los argentinos y argentinas, entonces también con nosotras y nosotros, documentos donde plantea no verdades reveladas, no están escritos en piedra esos documentos, son el inicio del debate y la discusión sobre lo que realmente entendemos debemos repensar en nuestro accionar para volver a sintonizar realmente con los intereses de las mayorías en la Argentina». 

«Hay mucho loro hablando, acomodando la realidad a sus intereses personales y singulares y no a la capacidad de poder reconstruir un conjunto que tenga la fortaleza y la potencia para cambiar esta historia oprobiosa en la que está sumergida la patria. Esa historia oprobiosa que hace que en nuestros barrios el narco crezca y el Estado retroceda envenenando a los pibes o transformándose en la fuente de trabajo».

Y remarcó que «hay dirigentes del espacio a veces que creen que construyen la autoridad frente a Cristina. No, la autoridad se construye frente a Pagano, frente a Midlin, frente a Eurnekián, frente a Elsztain. ¿Qué compañero quiere construir autoridad frente a Cristina? La autoridad la va a construir tu pueblo, te va a acompañar dando esas peleas. Poniéndoles límites, porque si no, no tienen límites. El otro día miraba que parecía que la inflación y los precios suben en la provincia de Buenos Aires porque algunos intendentes compañeros tienen que poner tasas municipales o subirla, porque se cae todo. Porque la Nación no invierte más. Entonces termina siendo un intendente según los dueños de los supermercados, Coto, Changomas, claro, se gastan 20 palos verdes o 10 palos verdes para ponerle a un estadio el nombre de un supermercado y la culpa la tiene el intendente, dale. Si se la llevaron toda los dueños de la comida en Argentina, los supermercados, las empresas de alimento, verdaderos barriles sin fondo que ni siquiera se hacen cargo del daño que producen. Y guay, Edelap, Edenor, Edesur, con que se corte la luz en verano con las tarifas que están cobrando, vamos a estar mirando bien, ni un solo corte de luz con estas tarifas, ni un solo corte de luz».

Para finalizar, Máximo Kirchner enfatizó que la tarea «es seguir el ejemplo de lo que hicieron las Madres y las Abuelas. Hebe en el corazón, no presente. Como hicieron los compañeros de HIJOS, como hicieron muchos sindicatos que no se plegaron a la entrega de la Argentina en los 90. Es mantener viva la llama». 

«A veces queda lejos y parece que nunca va a llegar esa argentina o ese argentino que vuelva y quiera poner de pie a su país. Pero como Hebe, como Estela, como los compañeros de HIJOS, tantos argentinos que sostuvieron la llama encendida hasta que un 25 de mayo de 2003 llegó un argentino que se hizo cargo y pudo continuar y profundizar la resistencia de un pueblo que no se entregó. Si nos entregamos, puede llegar el mejor de nosotros, pero nada podrá hacer. Se trabaja desde ahora, barrio a barrio, rancho a rancho, calle a calle, pueblo a pueblo, para realmente ofrecer a nuestro pueblo algo que podamos cumplir. Y entender que a veces conviene ser más prudente en la palabra y más valiente en la acción».

«Lo único que les voy a pedir es que cuando lean en algún lugar ‘no, Máximo esto, lo otro’. Ustedes me conocen y saben: acierto y erro como cualquiera, pero boludo, defeccionar y traidor nunca lo voy a ser. Yo siempre tuve en claro las principales contradicciones y si no me creen miren para atrás y verán realmente cuáles han sido los comportamientos de nosotros y nosotras».

Armar de nuevo

Bajo este lema, Máximo Kirchner encabezó un acto de la militancia en donde explicó que «hay algo que hay que armar como siempre, que es junto a la gente, en todos los lugares de trabajo, en la fábrica, eso como siempre, como bien hacen todas y todos ustedes. ¿A qué referimos armar de nuevo? Basta de Sciolis. Sinno vamos a elegir otro camino». 

«Porque realmente, la frustración del peronismo que vota diputados, senadores, que después llegan al Congreso y se dan vuelta como una media y son los votos necesarios, los va a poner lejos de la gente. Los convoco a dar esa pelea y ese debate».

«Queremos una Argentina libre, justa, soberana, que entienda los desafíos que tiene por delante. Por eso hace 10 años le poníamos a 5 millones de pibes computadoras en las manos, porque entendíamos que el futuro iba a pasar por la tecnología y la inteligencia artificial. No fue la derecha, fue el peronismo el que sabía los desafíos del futuro. Para que nuestros pibes no estén como hoy, que no pueden ni pagar el celular, ni tener una computadora, mientras lo ven en la tele que les dicen que deben prevenir, prepararse para un futuro tecnológico». 

«Háganle al corazón, trabajemos bien la cabeza, seamos fuertes de espíritu, entendamos que viene una muy mala para todo el pueblo y tratemos de estar más cerca de cada vecino y vecina hacia este fin de año para poder acompañarlo, para poder estar. Compartamos todo lo que podamos, ayudémonos entre nosotras y nosotros. No veamos en otro argentino y en otra argentina un enemigo, sino a alguien que tenemos que convencerlo que el futuro de la patria se va a construir en paz, en amor, en desarrollo, en producción, cuidando nuestras pymes».


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