Inés Mauri: mantenlo simple

Por Ramiro García Morete

“NSI”. Casi sin darse cuenta, se colmaría en su computadora la carpeta de sigla sugerente: No Soy Inés. Allí habían ido a parar ese puñado de canciones surgidas sin propósito alguno y ajenas a cualquier plan maestro, originalmente almacenadas en el autogrupo de Whatsapp “Audios con ideas”. De hecho, la primera parte de la pandemia solo se había encargado de montar la sala de ensayo en la casa de Tolosa y acondicionar su pequeña guarida junto a la vieja placa Focusrite.

Por primera vez en mucho tiempo, la cantante de Barcä detendría la marcha y se limitaría a tocar la guitarra. No tanto la Les Paul Faim que su padre le obsequiaría a los doce junto a un amplificador chino, tiempo después de partirle la criolla a su hermano abreviando en aquel acto tantas clases de karate como la innegable sangre italiana. «Por eso grito tanto», argumentará en relación con su crianza en zona céntrica, repartida en dos hogares y donde tener una madre bailarina de clásica y contemporánea le impondría inintencionadamente cierta vara alta a la hora de desenvolverse en la danza. Algo similar a lo que ocurre con el dibujo, lenguaje que preferentemente evita. Quizá por ello el precioso cuaderno de tela bordó de la línea «Floja de papeles» que Sabrina le había regalado se colmaría con solo palabras. En el sentido oriental, de frases o misceláneas. En el sentido occidental, de canciones ya constituidas, aunque no acabadas. Quizá fuera cierto reconciliación con algunxs artistas pop, el sonido de playlists personales como «Canchera» o la sencilla necesidad de andar más ligera… pero desde la Fonseca de nylon o la Yamaha acústica brotaría algo distinto: composiciones menos enredadas desde lo armónico y más liberadas desde lo discursivo. «La complejidad está sobrevalorada», dirá comprendiendo que la profundidad se manifiesta de diversas maneras.

Y para esta artista y agitadora cultural había algo nuevo que escapaba a cierta inercia en la que todxs recaemos de vez en cuando. Allí estaba su compromiso y militancia disidente, pero sobre todo su experiencia y la necesidad de contarlo de un modo con peso pero sin carga. Quizá por ello las primeras maquetas a pura acústica y pista de Ableton serían trabajadas con Tincho Casado para orientarlas a una instrumentación llena de aire y de groove. Bajos más presentes, baterías concisas y una atmósfera sensual o al menos más física que melancólica. Las clases de canto con Marian Betervide aportarían a una exploración que también alcanzaría lo vocal. 

«Otra vez enamorada de la que me puede lastimar / otra vez caí en sus brazos… soy su curiosidad» canta con suficiencia y no sin humor en «Paki». Este tema tan bailable como rockero y tan delicada como potente oficia de adelanto del futuro disco de quien efectivamente asumió que esas canciones sí son ella. Tanto que ahora constituyen un proyecto con nombre y apellido: Inés Mauri.

«Paki es una canción que surge para nombrar de una forma bien directa lo que pasa en la letra y que quiero transmitir en este proyecto –introduce Mauri–. Para quienes no saben es un término para denominar a las personas heterosexuales, heteronormadas, y viene a hablar de un conjunto de consumos, formas y comportamientos como parte de una identidad. Se suele usar como peyorativo, pero yo lo usé desde la vivencia de vincularse con una persona hétero siendo parte del universo queer. Y es trasladable a esa cuestión de incompatibilidad, de estar por fuera, de ser la curiosidad de alguien y esta cosa fetichizante de los que estamos corridos de la norma».

Y lo expresa «de una manera que compromete al cuerpo, que invita a bailar, que va desde otro lugar. Yo casi ironizando en la forma de cantar, en un lugar medio superado». Mauri se explaya: «Inicialmente yo suelo componer desde un lugar más oscuro y melancólico. Lo que quería proponer era otra cosa. Inicialmente la voz era más quebrada. Tenía más efectos, más escape. Y después terminó acoplándose a esta nueva idea. Que no sea un lamento, sino algo más superado. Casi poniéndome en un lugar de antihéroe, como riéndome de mí misma. El término paki tiene un montón de acepciones distintas. Una es «pa quilombo»… Y hay algo del chiste, en ese sentido, buscar algo más liviano. Y el movimiento viene a acompañar. Las narrativas de lo queer siempre son medio dramáticas. Como que buscaba darle esa impronta que no sea tan densa».

Mauri cuenta que por primera vez frenó, obligada, y se dedicó a tocar sin propósitos. Pero en un momento sintió que ya era hora de hacer algo con ese material, sobre todo por la respuesta de amigues. «En ese ida y vuelta me hicieron pensar: che, podría ser un proyecto. Más que esto. Y también animarme a salir con mi nombre. Hasta el momento no había podido hacerlo».

Por lo que anticipa, el disco –más allá de sus variantes y de distintxs invitadxs– sigue esa línea y «ese lugar de canción fundamentalmente. Y con esa instrumentación. La próxima es más indie, donde capaz que los sintetizadores están más despegados y hay un tema que es más electrónico e industrial. Pero el resto tienen que ver con esto de la sensualidad o ese sonido más r&b. Hay mucha diversidad pero tiene como plataforma eso de los sintes y guitarras con los bajos bien al frente».

En cuanto a la temática disidente, ocurre lo mismo: «Para quien lo escucha no hay una forma directa, sino que aparece como parte de mi identidad como artista. Hablo mucho de los vínculos y de lo romántico de alguna manera. Pero no de una manera directa. Más desde lo vincular y de las experiencias. Para mí es fundamental la necesidad de representatividad. Que haya discursos que incluyan las vivencias de todes. Indirectamente lo voy a hacer desde ese lugar. Y a veces está bueno que aparezca de manifiesto».

Este proyecto solista mas no solitario también reconfiguró su relación con el cuerpo: «No soy ducha con el movimiento. Tengo una madre bailarina clásica y contemporánea. Nunca me exigieron que baile, pero hay cierto piso en relación que me pone en otro lugar. Este proyecto ha sido una ruptura y un desafío. En las presentaciones en vivo no estoy tocando la guitarra: solo cantando y usando la compu. El cuerpo se expone. Y lo que encontré es una forma: mi forma de representar».

Este 25 de septiembre a las 21 hs, Ines Mauri se presenta en C´ est La Vie (55 e/ 17 y 18). Abre: Juano Loyola.

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