Por Héctor Bernardo
La presidencia pro-tempore del Mercado Común del Sur (Mercosur) por reglamento rota entre todos los países que la integran. Ese cambio de presidencia se hace por orden alfabético. Los países que componen el Mercosur son Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela. Es fácil entender que si el último país que presidió ese espacio de integración hasta el 31 de julio de este año fue Uruguay (U), el siguiente que debe asumir la conducción es Venezuela (V). Pero, cuando los intereses de Estados Unidos se hacen presentes, parece que después de la “U” viene la “A”, y un golpe institucional se pone en marcha.
Recientemente, el diario La Nación tituló: “Buscan que Mauricio Macri asuma la presidencia del Mercosur en lugar de Nicolás Maduro”. Según señaló el matutino, los representantes de dos países cuyos Gobiernos surgieron a través de golpes institucionales, Paraguay y Brasil, dicen que Venezuela tiene un “funcionamiento institucional cuestionable”.
En diálogo con Contexto, el coordinador de la Comisión de Asuntos Internacionales de Carta Abierta y analista de política internacional, Lido Iacomini, señaló: “Los intereses norteamericanos pretenden arrastrar a los países de la región a la Alianza del Pacífico y luego hacia los tratados internacionales que se decantan de esa situación. Para ello tienen que envestir contra el Mercosur, la Unasur y la Celac. Se intenta destruir toda la construcción institucional que se hizo en el último período”.
Iacomini remarcó: “Se intenta remplazar el eje Venezuela-Brasil-Argentina, de la mejor época del Mercosur, por otro que tiene como base dos procesos golpistas. El Gobierno actual de Paraguay es el resultado del golpe institucional contra Fernando Lugo, y el de Brasil es producto de otra maniobra golpista, en ese caso contra Dilma Rousseff”.
“Como tercera pata de ese nuevo eje se encuentra el Gobierno argentino, que es el único legítimo de origen pero que ha demostrado lo poco democrático que es, entre otros ejemplos, con el intento de encarcelamiento de la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini”, aseguró.
Iacomini afirmó: “La posición del Gobierno argentino es vergonzosa. Hacen acusaciones contra el Gobierno de Venezuela, pero reciben con los brazos abiertos a Enrique Peña Nieto. Son más que conocidas la cantidad de violaciones a los derechos humanos que ha cometido –y comete– el Gobierno de mexicano. Queda en evidencia que el tema de los derechos humanos no le interesa a Macri y que su preocupación respecto de Venezuela tiene que ver con otros intereses. El presidente argentino hace muy bien los deberes que le encargan desde Estados Unidos. Busca realinearse completamente con la política exterior norteamericana”.
En la misma línea, la periodista e investigadora Stella Calloni aseguró: “Es un golpe de Estado contra el Mercosur. Un país como Paraguay, ocupado militarmente por Estados Unidos con sus bases y sus tropas, un canciller como José Serra (de Brasil), integrante de un Gobierno interino que dio un golpe de Estado institucional, y un presidente como Macri, que en siete meses a puesto a un pueblo en rebelión permanente con medidas que son violadoras de los derechos humanos; esos tres Gobiernos están preparando el camino para que Argentina sea el Caballo de Troya dentro del Mercosur. Este es el primer zarpazo contra la unidad latinoamericana”.
“Se ataca al Mercosur para golpear la base de la integración, los cimientos de la Celac y la Unasur. Se pretende llevar a los países de la región hacia la Alianza del Pacífico, lo que va a terminar destruyendo nuestras economías”, concluyó Calloni.
