El macrismo eligió a un represor de Malvinas para un cargo público

Por Alejandro Palladino

El macrismo, mediante el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, designó al frente de la Agencia Nacional de Materiales Controlados de Rosario (ex RENAR), a Marcelo Oscar Dorigón, ex subteniente del Regimiento 12 de Mercedes (Corrientes), denunciado en 2007 por la Subsecretaría de Derechos Humanos de Corrientes por estaquear durante la guerra de Malvinas a un soldado chaqueño como castigo por matar una oveja para comer.

Dorigón, elegido para trabajar en el organismo que se encarga de registrar y controlar la tenencia de armas y explosivos en manos de civiles, es uno de los cien militares implicados en la causa por violación a los derechos humanos en las islas.

Allí hay registrados más de 150 hechos denunciados, entre los que “hay asesinatos de soldados, torturas con utilización de teléfonos de campaña como picanas, reducción a servidumbre, antisemitismo, vejámenes y muertes por impericia de los militares”, acusó el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas de La Plata (C.E.C.I.M.).

En 2007, un grupo de ex combatientes presentó en el juzgado federal de Río Grande (Tierra del Fuego) una denuncia contra sus superiores (oficiales y suboficiales) por haber sido víctimas de violación a los derechos humanos. Entre esos conscriptos denunciantes, un ex colimba correntino relató cómo el subteniente Dorigón ordenó estaquear a un soldado chaqueño durante cinco horas por haber matado a una oveja para alimentarse.

El expediente llegó a la Cámara de Casación Penal, que rechazó el planteo. Ante esto, en 2012 el C.E.C.I.M. de La Plata, querellante en la causa, presentó un recurso ante la Corte Suprema de Justicia que, desde aquel año hasta hoy, no continuó la investigación.

El ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, se agarró de la falta de condena hacia Dorigón para defender su elección. “No tiene antecedentes penales”, se excusó. Desde el C.E.C.I.M. de La Plata identificaron dos motivos que hacen posibles estas designaciones de represores en puestos públicos.

“Estas cosas siguen sucediendo porque hay una responsabilidad del Poder Judicial de la Nación en mantener la impunidad, con diez años transcurridos desde que se inició la causa con testimonios de compañeros”, sostuvo a Contexto Ernesto Alonso, secretario de relaciones institucionales del C.E.C.I.M. de La Plata.

“Como el Poder Judicial no brinda avances en la investigación para el posterior juicio oral, todo sigue igual y así vamos acumulando situaciones de impunidad”, indicó Alonso.

En segundo lugar, el C.E.C.I.M. destaca que el perfil político de Cambiemos no contribuye a hacer avanzar las causas ligadas a los juicios por violación a los derechos humanos.

“Lo peor de todo es que vemos que en los últimos tiempos hay una bajada de línea de relajar las cuestiones que tienen que ver con las investigaciones por lesa humanidad”, agregó Alonso, quien remarcó los desfiles de carapintadas en los festejos del 9 de julio y los cincuenta represores que tuvieron prisión domiciliaria en los últimos meses.

Por un decreto firmado por CFK en 2015, se desclasificaron los archivos secretos de Malvinas de las Fuerzas Armadas. Ahí se encuentran las propias denuncias hechas por los soldados al regreso, documentos oficiales de las Fuerzas Armadas y órdenes de encubrimiento y planificación de la inteligencia militar. “Ahí están las graves violaciones a los derechos humanos cometidas en Malvinas”, señaló Alonso.

La historia de Dorigón

Dorigón fue militar entre 1976 y 1993, cuando comenzó a trabajar como empleado en la actividad privada. Según su perfil de Linkedin, en el Ejército formó parte de regimientos de Infantería en Corrientes, Misiones y Catamarca y como jefe de compañía de Campo de Mayo. En 1982 fue subteniente en Malvinas. Se retiró como capitán de la Escuela Superior de Guerra.

En el sector privado fue gerente de recursos humanos de la empresa rosarina Liliana SRL. En una protesta de trabajadores por la reincorporación de despedidos, en 2014, los obreros denunciaron a Dorigón por impedir la realización de una asamblea.

En aquel entonces, los trabajadores lo relataron así: “A menos de 24 horas de que el Ministerio de Trabajo y la UOM solicitaran la reincorporación de los 12 delegados y trabajadores despedidos, la gerencia de Recursos Humanos encabezada por un ex militar de la dictadura, junto con personal de seguridad y psicólogos montaron un operativo sobre la ruta para parar a todos los trabajadores y obligarlos a conducirse hacia otra planta donde no realizan sus tareas”.

Antes de Liliana, trabajó en la empresa de supermercados Coto y en la empresa Centinela de Seguridad privada.


 

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