Victoria para la manifestación del Teatro Independiente

Por José Manuel Welschinger Lascano

Hizo falta que se reunieran cinco grandes organizaciones gremiales a las puertas del Pasaje Dardo Rocha para que los trabajadores del teatro consiguieran, ayer al mediodía, un compromiso por escrito de las autoridades municipales de La Plata acerca de los salarios adeudados y los distintos reclamos por los que vienen luchando desde principios de año.

Manifestándose bajo la llovizna matutina, los teatristas de la ciudad y la provincia exigían al secretario de cultura Gustavo Silva, quien ya les había dado su palabra hace meses, que se hiciera efectivo el pago del Ciclo de Teatro Independiente 2015 a los 140 trabajadores que cumplieron con esa actividad cultural pública. Además, reclamaban por la refacción de los espacios en los que desempeñan sus actividades laborales: lugares en los que se brindan funciones públicas y en los que se ensaya cotidianamente, los cuales necesitan distintas composturas básicas, como obras de calefacción, cableado e impermeabilización de los techos, entre otras.

Luego de una hora de reclamar en la vereda de 50 entre 6 y 7, los referentes de las organizaciones fueron recibidos por las autoridades locales. Todos ignoraban que, dentro de una de las salas del pasaje, la máxima autoridad municipal se encontraba presidiendo una muestra de arte. También en simultáneo, en la cercana esquina de 7 y 53, un grupo de organizaciones barriales cortaba la avenida frente al Ministerio de Economía, pidiendo que el Gobierno restablezca las copas de leche.

Sin embargo, Julio Garro hablaba en la muestra de un publicista que trabajó para el actual Gobierno mexicano, y decía: “En nuestra gestión es muy importante el tema de la cultura, lo tomo con muchísima responsabilidad, con el convencimiento absoluto y profundo de saber que es uno de los ejes y pilares de la gestión. Tenemos el gran desafío de volver a mostrar lo nuestro; los artistas, los músicos, la gente de la cultura. Porque la única manera de recuperar el brillo es enseñando lo que somos y mostrando lo que tenemos, empañado durante mucho tiempo”.

De regreso a la calle, la referente de Teatristas Independientes La Plata, Ana Alba, anunciaba a los trabajadores que la reunión había tenido resultados positivos, y advertía: “Está claro que cuando estamos todos juntos las cosas suceden”.

ana alba: “el teatro Tiene que ser un bastión para el pensamiento crítico de cualquier ciudadano, sirve para entender la realidad y además son fuentes de trabajo”.

Consultada por Contexto respecto de la importancia del ciclo para la ciudad, Alba consideró que se debe medir en dos planos: “Por un lado, el aporte cultural, ya que el teatro es también un espacio de reflexión del que uno se va pensando, y donde se ven distintas opiniones y puntos de vista; pero también desde el costado de pensar al teatrista como un trabajador, que cobre un salario por representar las funciones, porque sino terminamos colocados en un lugar donde se valora nuestro aporte a la cultura, pero no tenemos de qué vivir. Básicamente, lo pensamos desde ese lugar público, el de poder hacer un muestreo de las obras que se hacen en La Plata, todas diferentes y muy diversas, con distintas estéticas y lenguajes, porque acá tenemos un semillero teatral”.

13506991_1236004486410936_8882121131487807958_nLa representante de los teatristas independientes destacó que la elección de las obras se realizó por sorteo, de la forma más democrática, y que en ese espacio se trabajaba de manera solidaria entre compañeros, para difundir todas las obras. “Durante algunos años funcionó muy bien; el último año fue muy malo. Pero, no obstante, reclamamos para mantener estos espacios de trabajo y de apertura de cultura para el público”. Según explicó, la cultura precisa del apoyo del Estado, más allá de quién gobierne. “Tiene que ser un bastión para el pensamiento crítico de cualquier ciudadano. Sirve para entender la realidad y además son fuentes de trabajo”.

De la ciudad a la provincia

Luego de concretar una audiencia con las autoridades municipales, los trabajadores se movilizaron hasta la Secretaría de Cultura de la provincia, que fue un Ministerio hasta que la actual gestión lo degradó a Secretaría.

Allí expresaron sus reclamos en relación con el Consejo Provincial del Teatro Independiente (CPTI), organismo creado por ley, que en teoría se encarga de promocionar el teatro bonaerense. En la actualidad, el CPTI no puede funcionar por varias razones y corre el riesgo de desaparecer; principalmente, por la falta en la designación de seis consejeros electos mediante concurso en octubre de 2015, motivo por el que el Consejo carece del quórum establecido por ley.

También, a seis meses, no se ha nombrado a un director ejecutivo (potestad y responsabilidad exclusiva de la gobernadora); razón que impide el giro de los subsidios de 2016. Esas partidas, sostuvieron, están cajoneadas; y el presupuesto de este año podría perderse. Aunque no se sabe quién lo elaboró, en ese presupuesto figuran 600.000 pesos (sobre un total de 2.000.000) que le pertenencen al CPTI, pero fueron destinados a distintos espacios municipales y provinciales. Además, no se convocan reuniones desde el mes de febrero, y se desestiman las convocatorias de los consejeros, aunque la ley ordene una reunión mensual como mínimo. El director ejecutivo virtual, que según las autoridades ya ha sido designado pero que todavía nadie conoce, no contesta llamadas ni recibe a los consejeros, quienes tampoco están cobrando los viáticos de 3.000 pesos desde el mes de noviembre.

Una de las organizaciones que convocaba al reclamo es la Asociación Argentina de Actores. Su presidenta, Alejandra Darín, explicó a Contexto: “Estamos pidiendo la normalización del CPTI, que regula mediante un consejo de representantes de la provincia los subsidios del teatro independiente. Venimos de lograr una reunión con el secretario de Cultura platense, quien se comprometió a generar soluciones; y entonces vinimos hasta 5 y 47 para que nos reciba también el secretario de Cultura de la provincia”.

La función social del teatro

Darín también explicó que lo que sucede es que hay un presupuesto para teatristas independientes adeudado desde el año pasado y que, al no reconocerse al CPTI, no puede ponerse en acción el presupuesto de este año. “Estamos pidiendo que se cumpla una Ley que ya existe, nada fuera de eso; es decir, que esto trasciende cualquier idea o militancia personal. Llegamos a esta instancia porque se agotaron las otras, pedimos muchas reuniones, pero tuvimos que reunirnos así en la puerta del edificio para que se nos escuche y podamos presentar este reclamo”.

Darín sostuvo que la importancia del teatro es universal y atemporal, fundamental en todas las épocas y las regiones del mundo. “Todavía hay lugares de nuestro país adonde no llegan la televisión o el cine, pero en todos esos pueblos hay algún grupo de actores que sostiene la cultura. Es una manera que tenemos como sociedad para poder vernos reflejados, profundizar nuestros conocimientos y reflexionar sobre nuestras dolencias”.

Alejandra Darín: “Todavía hay lugares de nuestro país adonde no llegan la televisión o el cine, pero en todos esos pueblos hay algún grupo de actores que sostiene la cultura».

Darín también señaló que, en otras sociedades donde se valora mucho lo propio, las leyes que protegen a la actividad del teatro existen hace décadas. “Se lo subsidia y fomenta de una manera prolijísima, y se lo tiene en tan alta estima como a la salud o la educación”. El motivo por el que recibe ese lugar de prestigio proviene de su capacidad para reunir a las personas de forma interactiva: “Como expresión del arte, es uno de los recursos más elevados que tenemos para confrontarnos, mirarnos; no sólo para expresarnos o divertirnos. Pone a la emoción afuera, y nos permite conectarnos mediante esa emoción, que socialmente es algo invaluable”.

Regresando a los motivos por los que los trabajadores debieron manifestarse, Darín resaltó: “En el teatro independiente, que se respete esta ley puede ser la diferencia entre poder practicar la profesión o no. El teatro comercial que se ve en calle Corrientes, el privado y comercial, contrata a los actores que necesita para sus obras; pero ni todos los actores ni todo el público accede a ese circuito. Entonces, no respetarla es quitarle la posibilidad al público de conocer lo que es el teatro, especialmente en tiempos en los que se congelan los contratos laborales, aumentan los precios y las tarifas; y obviamente la gente va a descartar ir al teatro antes que varias otras cosas”.

“Sin el Estado, termina pasando que los actores tienen que sostener los espacios poniendo la plata ellos; y eso no está bien. Si nuestro país es reconocido por algo, además de los científicos y los deportistas, es también por nuestros artistas, quienes le dan a nuestro teatro el alto nivel que tiene”, concluyó.


 

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