Vecinos del norte platense denuncian tala indiscriminada de árboles y apuntan contra Garro: «El Municipio es responsable»

Vecinos y vecinas de La Plata, nucleados en las asambleas vecinales de Barrio Norte y Tolosa, denunciaron que durante el último fin de semana se avanzó nuevamente sobre el espacio verde de la zona y advirtieron que «el Municipio es responsable» al permitir la explotación de privados.

La tala se dio puntualmente en la avenida Antártida, de 528 a 522, es decir, un tramo de la vía que une el distribuidor Pedro Benoit con la rotonda de 7 y 528. Según detallaron las asambleas, en el último tiempo «no menos de treinta ejemplares de eucaliptus, y muchas especies más, han sido dañadas o taladas sin otro motivo que intereses privados de apropiarse de la leña. Para colmo, esto ha sucedido en complicidad con las autoridades municipales, quienes extendieron un permiso para hacerlo en plena cuarentena, cuando estos ejemplares no representaban ningún peligro».

Las asambleas vienen peleando desde hace años contra el avance sobre el espacio verde de la zona. En cuanto a los reclamos a la gestión provincial, conducida en ese entonces por María Eugenia Vidal, por un lado se opusieron fuertemente a la obra del bajo nivel de 1 y 32 -que aún se encuentra en ejecución, con un fuerte daño a la arboleda de la zona- y, por otro lado, mostraron su rechazo a la privatización de espacios verdes mediante la venta a una inmobiliaria que realizó Vidal. Gracias a la lucha vecinal aún no se ha edificado en la zona, pero, según advierten, se encuentran todavía a la venta para la construcción.

Durante estos años también pusieron el foco en el Municipio, y en 2019 presentaron un relevamiento vecinal de «los daños causados por la gestión Garro» en avenida 32. En el informe dieron cuenta de cómo, en sus primeros cuatro años de gestión, el intendente macrista avanzó sobre la cementación de la rambla, destruyendo el espacio verde.

Vale destacar que muchas de las asambleas vecinales en La Plata se crearon después de la inundación de 2013, en la que esta zona se vio fuertemente afectada, por lo que la defensa de los espacios de absorción se ha vuelto parte central de esos reclamos. En ese sentido, José Rusconi, referente de la Asamblea de Barrio Norte, destacó que «además de ser espacios verdes, que significa un pulmón, un espacio de esparcimiento, estos espacios, con toda su arboleda, contribuyen a amortiguar el efecto de las inundaciones».

Por su parte, Vanesa Zaffiro, referenta de la Asamblea de Inundados de Tolosa, explicó que el riesgo de edificación está latente y apuntó contra la Comuna. «Es una zona con gran riesgo de inundabilidad, por lo tanto, no se pueden vender terrenos porque no se puede edificar. No podemos estar los vecinos haciendo el trabajo que les compete a los funcionarios. Necesitamos que el intendente, ya, ahora, en su segundo mandato, se ponga a hacer lo que tiene que hacer», explicó a Contexto.

En este escenario, las asambleas responsabilizan al Municipio. «Alertamos que hay un proyecto de destruir los espacios verdes, cementarlos, privatizarlos, hacer construcciones. Es un verdadero peligro para la ciudad y tienen que tomar conciencia todos los platenses, porque esto parece que va a seguir avanzando y parece que aprovechan la cuarentena para hacerlo y agarrarnos desprevenidos. Esto hay que pararlo, porque vamos a terminar en desastres peores a los que hemos tenido», consideró Rusconi.

En cuanto al daño de estos días, desde la asamblea de Barrio Norte explicaron que «se han dado permisos a empresas privadas» para la tala de árboles. Respecto de esta situación, Zaffiro explicó que, al consultar en la delegación, explicaron que «la empresa se ofreció de forma gratuita porque estos árboles presentaban un riesgo de caída por estar ahuecados», lo que es desmentido por las asambleas. «No había ningún tipo de peligro, ni árbol seco. Con lo cual es un daño, inclusive violando la cuarentena», explicó Rusconi, quien consideró que lo hacen «tal vez de forma deliberada para que los vecinos, que estamos transitando poco y nada la calle, no nos demos cuenta».


 

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