Trump no cerrará la prisión ilegal de Guantánamo

El presidente norteamericano, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para mantener abierta la cárcel ilegal que funciona en la base naval ubicada en el territorio usurpado de Guantánamo, Cuba.

El mandatario anunció su decisión durante el discurso sobre el Estado de la Unión que brindó en el Congreso.

La cárcel ilegal de Guantánamo fue creada por George W. Bush en enero de 2002, meses después de los atentados a las Torres Gemelas (11 de septiembre de 2001). Por esa prisión de máxima seguridad pasaron al menos ochocientos detenidos acusados de terroristas. Los prisioneros fueron sometidos a torturas y, en la mayoría de los casos, nunca se les brindó derecho a juicio.

Durante su campaña electoral de 2009, el expresidente Barack Obama prometió cerrar el centro ilegal de detención, pero luego de dos períodos en el gobierno no cumplió su promesa.

En la actualidad quedan 41 detenidos, en su mayoría sin acusación formal. Muchos llevan más de una década sufriendo torturas sistemáticas.

El 11 de enero de 2018, al cumplirse doce años de su creación, activistas norteamericanos protestaron frente a la Casa Blanca y exigieron el cierre del sitio y que se restituyan los derechos de los detenidos.

Durante su discurso, Trump aseguró: “Acabo de firmar una orden ejecutiva para reexaminar la política militar de detenciones y mantener abierto el centro de detención en la Bahía de Guantánamo”.

Cabe recordar que la prisión se encuentra en el territorio que Estados Unidos usurpó a principios del siglo XX. Territorio que es reclamado por Cuba desde hace más de cincuenta años.

El mandatario norteamericano, que con su medida reivindicó el secuestro, la detención ilegal y la tortura, también dedicó parte de su discurso a atacar a los gobierno de Cuba y Venezuela, y se jactó de la agresión desatada por su Administración contra estos dos países. “Mi gobierno también ha impuesto duras sanciones a las dictaduras comunistas y socialistas de Cuba y Venezuela», aseguró.

En diálogo con Contexto, Carlos Aznárez, analista de política internacional, aseguró que “Trump pone claridad sobre algo que ya suponíamos, y es que Estados Unidos no iba a cerrar la cárcel de Guantánamo. Es parte de su lógica de generar una confrontación abierta y permanente con Cuba”.

“Además de funcionar en un territorio usurpado, en la cárcel de Guantánamo hay una violación sistemática de los derechos humanos. Esto no es extraño, ya que Trump es parte de ese andamiaje que tiene una política guerrerista, de violación a los derechos humanos y de hambreamiento de los pueblos”, señaló.

Aznárez afirmó que “Trump es un personaje repulsivo, que no sólo insulta la soberanía cubana, sino a toda la soberanía Latinoamericana, y que seguirá en esta postura hasta que un día los pueblos decidan ayudar a Cuba y echar a los yanquis de ese enclave, que no deberían haber tenido nunca”.

“Estamos viviendo una dictadura mundial, con la anuencia de varios dictadores latinoamericanos, algunos llegados a ese cargo por votación, pero ello no significa nada. No se trata de democracias, sino de gobiernos autoritarios y tiránicos que están ligados política, económica y militarmente con Estados Unidos. Esos países son los que ahora reciben al secretario de Estado Rex Tillerson, que llega para atacar a Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Cuba”, concluyó Aznárez.


 

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