Pentatónica| El Yar

Por R.G.M.

“Cantando siempre voy en busca de algo más/ que me haga sentir bien, que me haga estimular”. Manuel Cascallar es un alma inquieta. Su obra lo demuestra. Inclusive su lenguaje corporal. Sin embargo esa urgencia no le impide comprender la importancia de capturar el momento, saliendo a buscarlo sin forzarlo.

Quizá lo aprendió como fotógrafo, oficio por el cual cobró un nombre pero que supo mantener al margen a la hora de encarar su carrera musical. Puede que después de tantas canciones publicadas en banda o como colaborador, haya sido hora de conciliar ambas vertientes que en verdad siempre estuvieron unidas.

Y es que en los dos roles, su mayor obsesión es la composición. Es decir, entender el cuadro como un juego de luces, sombras y simetrías. Y a la hora de la música, componer no es tanto tomar una guitarra y escribir una letras, sino poder imaginar un concepto para unir las partes y elementos necesarios. En eso Cascallar es más bien un director de cine alimentando su ego para escribir pequeños relatos con tintes autobiográficos pero -a su vez- postergándolo sin problemas para abrir el juego a otrxs. Ya sea desde autoría, de la producción o la ejecución, hace de la amistad un recurso infinito para la construcción colectiva y para la realización personal. Eligiendo el artista o instrumentista indicado para cada labor, El Yar (así lo llamaremos) logra un cancionero sólido, diverso y a la vez personal.

En “De luces y sombras” se mueve entre el pop, el rock, el indie y la canción crooner con absoluto desparpajo pero respetando la esencia de la melodía y el valor de las palabras. Drama, elegancia y urgencia en pequeñas piezas. Alejandro Schuster, Ramiro y Faustina Sagasti, Oz Neroll, Juan Irio, Teo Caminos, Canki, Juani Genovese, David Diez y Wilo son algunos de los múltiples nombres que colaboran en un disco que tomó su tiempo. O mejor dicho, la suma de momentos capturados justo antes de salir en busca de algo más.

1) El título podría ser una referencia a ese juego de contrastes y diversidad estilística que maneja, ¿no? Rock, pop, electrónica…

1- El nombre del disco lo puse para que El Yar se amigue con el fotógrafo Cascallar. Unificar las dos ramas, que se puedan amigar la música con la fotografía. Yo trate siempre de no encasillar mi arte,ni en la música ni en la fotografía. Por eso en los EP que fui sacando con Borrego y mis simples anteriores la música cambiaba, el sonido, el estilo, los conceptos, los artes de tapa. Siempre convocaba distintos artistas para que laburen en el arte. Y esta vez fue de la misma manera, pero con distintos productores y artistas participando de las canciones. Creo que no hay dos canciones en las que participen solamente los mismos. Incluyéndome a mi somos como siete productores. “De luces y sombras” también es mi estilo fotográfico, el que más me caracteriza. Lo pienso como un YIN -YANG. 

2) Esa diversidad, precisamente, le otorga mucha incidencia a la producción sonora… ¿cómo fue el proceso?

 El proceso fue espontáneo, como todo lo que hago. Por una necesidad de ocupar el tiempo y sentirme mejor, poder pasarla bien. Se fue dando. El primer tema que hice fue con Teo Caminos como productor, yo ya me había ido de La Plata y cuando iba a laburar (con la fotografía nos juntábamos a producirlo). El tema es “El Calor”, una canción que nunca se me hubiese ocurrido llevarla para donde la llevamos. Ni a mí a él, dejamos que el tema cobre vida propia. Y creo que fue así con todo el disco. Cada productor y músico que participa me conocen bien sabe lo que me puede interesar y entonces con sus fuertes personalizadas sonoras dejan su tinte bien marcado, sin dejar de ser una canción mía.

Luego empezó a tomar forma en plena cuarentena. Me agarró en San Pedro. Yo estaba haciendo un trampolín para poder instalarme en Buenos Aires… Me costó dejar La Plata… Por eso anduve nómade y sin hogar, hasta que me pude instalar en Buenos Aires ni bien dejaron hacer mudanzas a fines de mayo 2020. Todo ese proceso fue duro, grabando en lo de la abuela de corcho con nuestras limitaciones y generando nuevas ideas y prototipos de canciones. Eso fue algo que nos hizo bien, mandábamos las pistas para que amigues le metan algo de su impronta así iban creciendo las canciones. Eso hace que cada canción tenga una personalidad propia, una identidad.

3) Si bien el disco lleva tu nombre, podríamos decir que todos tus trabajos son esencialmente colectivos ¿no? Hay muchas colaboraciones

Pensá que grabamos como en diez home estudios diferentes y en un estudio posta, donde grabamos temas enteros y baterías de otros. En muchos grabamos instrumentos de forma muy analógica y otras son re digitales. Pero todo convive. Si volviendo a tu pregunta creo que sí.

4) Si bien tenés una conciencia de la narrativa y la ficción, tus temas siempre desprende tintes autobiográficos… ¿qué sensación te produce escuchar todas estas canciones juntas?

Son declaraciones de principios, mini historias, momento. Siento que no hay un hilo conductor en el disco, si no que cada pieza es única, un relato. Estadios de cómo me siento y que quedan plasmado en una canción de tres minutos.

5) “La sensación de querer algo nuevo”… ¿Qué se viene a corto y largo plazo?

 En este momento como corto plaza estamos grabando nueva música en formato banda con Pancho de la canal de coequiper tanto en la música como la composición de las canciones, con Corcho en el bajo y Agus Cueto en batería. Estamos grabando un EP en lo de Caki y con el de coproductor. Digamos que es algo más conceptual, pero prefiero a no adelantarme a contarles,pero pronto habrá novedades. Y a largo plazo, la idea es salir a tocar en este formato y hacer fechas en lo que resta del año. También está la idea de grabar algo más adelante pero un EP de baladas que tengo hace rato en la cabeza. Ahí lo tengo hablado a Javier Maldonado para que me ayude a producirlo y dar con los músicos indicados… quiero orquesta.

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