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La red de militancia popular platense que hace frente al ajuste

Centros de militancia barrial de La Plata con una marcada e histórica impronta territorial conformaron desde diciembre una red interbarrial de organizaciones populares para unificar fuerzas y dar la lucha ante los ajustes que perjudican a los sectores populares de sus zonas. A la vez, buscan ampliarse y alcanzar otros rincones del Gran La Plata para fomentar la comunicación cara a cara frente a la concentración mediática. Hoy estarán en Plaza de Mayo.

La Red Interbarrial de Organizaciones Populares es la vinculación de distintos espacios de militancia, en su mayor parte del oeste del Gran La Plata, que tienen como patrón común el trabajo territorial como prioridad. Luego de la victoria de Cambiemos y las consecuentes medidas que afectaron por sobre todas las cosas a los sectores trabajadores, decidieron unirse conformando un nuevo cuerpo de militancia, siempre respetando el funcionamiento interno de cada uno de ellos, para salir a defender a los vecinos de sus barrios que se vieron afectados por los recortes abruptos de programas y políticas sociales.

“Somos apartidarios, pero no apolíticos”, se define Néstor Tozonotti, referente de Corazones en El Retiro, una de las organizaciones barriales en cuyo espacio funcionaban los programas Argentina Trabaja, Ellas Hacen, FinEs y Mejor Vivir. “Tuvimos durante doce años un Estado que nos escuchaba y nos daba respuestas, un Estado presente en los barrios. Nosotros nos expresábamos y el Estado nos escuchaba y ahí construíamos política”, sostiene Néstor, y agrega: “Lo que vemos ahora es una amenaza y en otros casos directamente una pérdida total de las conquistas sociales. Por eso nos juntamos”.

La red de agrupaciones, de núcleo kirchnerista aunque también se suman militantes de la izquierda popular, como Patria Grande, no depende orgánicamente de ninguna otra asociación. Allí confluyen militantes estudiantiles, de agrupaciones políticas y otras áreas de la militancia, siempre con un fuerte anclaje en lo territorial, germen de cada uno de los espacios que conforman la red.

Algunos ejemplos de recortes y ajustes que Cambiemos aplicó en los barrios, con los que se toparon los integrantes de la red barrial, son programas de salud, el Programa Federal de Mejoramiento de Viviendas, canastas de comida, programas educativos populares. A otros programas “los ponen en el freezer, no los cierran del todo ni funcionan con normalidad, como hicieron con el Centro de Acceso a la Justicia en San Carlos, en 32 y 531, que implicaba acercar la Justicia al barrio, de gran ayuda para los vecinos para pedir su documentación y acceder a los programas sociales”, sostiene Felipe, de la Mesa de Trabajadores Territoriales del Barrio Malvinas.

“Esto demuestra cómo el Estado se desentiende, se achica más y más” afirma Sol, militante del barrio El Retiro, y agrega: “achicar el Estado es achicar los derechos de cada uno de nosotros”.

¿Cómo es el ánimo en los barrios, con tantos ajustes salariales y cierre de programas? ¿Cómo impactan los despidos a mansalva? “Esto es todo un retroceso en cuanto a la discusión sobre qué Estado queremos. Con la gestión municipal anterior, por ejemplo, trabajábamos para blanquear a los trabajadores precarizados de las cooperativas. Hoy, esos ex empleados son jóvenes que andan por el barrio sin laburo, mientras la ciudad está sucia por todos lados”, cuenta a Contexto Alberto Ramírez, del Colectivo de Participación Popular. “Lo que hacen es armar un ejército de desempleados”, añade.

Lo que flota en El Retiro, sostiene Néstor Tozonotti, “es la tristeza de los trabajadores sin empleo”, incluso reprimidos en la Plaza Moreno del 9 de enero. “Esto provoca la destrucción paulatina del tejido social, de la solidaridad entre ellos”. Felipe, por su parte, cuenta que en San Carlos escasean los programas que antes eran una solución, y eso genera la “competencia para salvarse entre los vecinos”. “La incertidumbre de no saber nunca qué va a pasar se siente continuamente” dice Sol, de La Casa, donde se dan cursos de alfabetización, talleres para niños y jóvenes de dibujo, pintura y fotografía.

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La movilización popular

La red de organizaciones es un ejemplo de las nuevas formas que toma la actividad política del campo popular frente a las dificultades que presenta la derecha en el Estado, y los modos de construir una comunicación que llegue a los vecinos para contrarrestar el poder de Cambiemos, que cuenta con una abrumadora protección mediática.

Ayer fue la novena reunión de sus integrantes, y esta vez la sede fue La Casa, en el barrio El Retiro. Sus puertas están abiertas de par en par sobre la avenida 44. Sobre el pasto de la entrada, los militantes terminan de pintar una bandera anchísima para llevar al paro nacional de mañana organizado por la Asociación de Trabajadores del Estado. El motivo de la convocatoria fue ultimar detalles para asistir al primer gran revés que vive el macrismo en las calles, con estreno de protocolo para limitar la protesta en el espacio público.

“No restringimos el paro a los despidos estatales ni a una cuestión de protesta en los ministerios. Queremos ir porque los despidos nos afectan a todos, se sienten en los barrios, y porque la lucha en este contexto tiene que ser en conjunto y no sectorizada”, reflexiona Ramírez.

En los días anteriores, los integrantes de la red debatieron sobre qué hacer este miércoles. Si ir a la Plaza de Mayo y hacer un acotado reparto de volantes en los barrios del oeste platense, con consignas críticas hacia el Gobierno, o permanecer en La Plata y hacer un barrido de timbrazos y charlas con los vecinos “para buscar concientizar” y “romper el cerco mediático que defiende a los gobiernos de Cambiemos, y fortalecer así la comunicación con los vecinos contribuyendo a despejar la desinformación”, dice otro de los militantes.

Al final decidieron repartir volantes en las inmediaciones y mañana ser parte de la primera Plaza de Mayo antimacrista.


 

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