La investigación del intento de magnicidio pasa a manos del fiscal Rívolo y piden recusar a Capuchetti

Tras el descubrimiento de nuevos chats que ligan de manera directa a Gabriel Carrizo con el atentado a Cristina Fernández de Kirchner, la vicejefa de Estado pidió la recusación de la jueza María Eugenia Capuchetti, quien ahora se ubica en el centro de todos los cuestionamientos por su actuación en la investigación del caso, señalada incluso como «cómplice» por las complicaciones permanentes para avanzar en la causa. La investigación ahora fue puesta en manos del fiscal Carlos Rívolo.

Fueron los abogados querellantes José Manuel Ubeira y Marcos Aldazábal, representantes actuales de CFK en la causa, quienes este miércoles se presentaron en la Sala I de la Cámara Federal de la Ciudad para solicitar que Capuchetti fuera apartada de la causa.

Esta mañana, antes de la presentación, Ubeira insistió en que la investigación apunta hacia «las terminales de la extrema derecha del PRO» y que, ante los indicios que fueron apareciendo en ese sentido, «no hubo voluntad» de actuar por parte de la jueza federal María Eugenia Capuchetti.

A pesar de haber rechazado su recusación y de haber elaborado un informe con el que pretendió contrarrestar las críticas de la querella, Capuchetti apeló a delegar la investigación en Rívolo, en un intento de eludir las miradas en su contra.

Cabe recordar que la propia Cristina Kirchner, en las últimas semanas, realizó diferentes descargos donde denunciaba la falta de voluntad y la lentitud de la Justicia para lograr avances concretos en la investigación. «Me prefieren como culpable, pero no como víctima», fue una de las frases más contundentes de la vicemandataria en los últimos meses, en especial tras la aparición de evidencias como la vinculación entre el ultraderechista Jonathan Morel y el ex ministro de Cambiemos Luis «Toto» Caputo. A esto se suma la pista detrás del diputado macrista Gerardo Milman, de quien se sospecha que sabía de antemano que alguien iba a atentar contra la vida de CFK.

«Ahora está claro que no son un grupo de loquitos sueltos o unos muchachos perdidos en la vida. Es un grupo de personas que creemos que responden a determinado tipo de intereses y queremos averiguar la verdad. Esto apunta hacia las terminales de la extrema derecha del PRO», señaló Ubeira en declaraciones a radio AM 530.

La sumatoria de estas pruebas y la falta de profundización en las investigaciones elevaron la desconfianza hacia la jueza Capuchetti, quien ahora podría ser apartada de la causa. El ministro de Desarrollo Comunitario bonaerense, Andrés Larroque, incluso definió a la magistrada como «cómplice» de la actual persecución judicial y política que atraviesa CFK.

«Obviamente, hubo complicidad de una jueza [María Eugenia Capuchetti] y de un sector del Poder Judicial. No quieren a Cristina como víctima y adulteran los escenarios. Acá hubo un hecho gravísimo y la situación con la Justicia llegó a un punto límite», sostuvo Larroque en declaraciones recientes.


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