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Repudio contra los despidos de periodistas

Desde el despido de Víctor Hugo de Radio Continental a mediados de enero, hasta la cesantía de 136 trabajadores de CN23 esta semana, la ola de vaciamiento en medios privados y públicos desde la asunción de Cambiemos se convirtió en uno de los principales ejes de discusión en la actualidad.

En este escenario, la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP reunió a representantes de Tiempo Argentino, Radio Nacional, CN23, Infojus y La Redonda para brindar apoyo a la lucha y resistencia que los trabajadores de prensa llevan adelante para defender sus empleos y garantizar el derecho a la pluralidad de voces. Una jornada marcada por la solidaridad por parte del sector académico, y la necesidad de unir fuerza en defensa del derecho a la palabra.

“No se puede seguir denunciando desde el diálogo. en algún momento va a haber que pasar a la acción. Tendremos que dar pelea desde los espacios alternativos. Estamos siendo las bajas de una batalla cultural por la palabra y por un lugar de poder que quieren quitarnos.” (Cynthia García)

“No se puede seguir denunciando desde el diálogo. En algún momento va a haber que pasar a la acción. Tendremos que dar pelea desde los espacios alternativos. Estamos siendo las bajas de una batalla cultural por la palabra y por un lugar de poder que quieren quitarnos”, afirmó la periodista Cynthia García ante un aula colmada de estudiantes, docentes y militantes de todo el arco político. García, quien fue despedida de Radio Continental dos días después de Víctor Hugo, se explayó sobre el rol del periodismo en este nuevo clima de revanchismo por parte del Gobierno, donde se está buscando “generar un proceso de despolitización, para que el carácter militante sea considerado un crimen o un agravante”.

“Llevamos un mes durmiendo en la redacción, muchos de los compañeros con sus familias. Estamos frente a un clima de desarticulación de medios por parte de empresarios que han logrado facturaciones millonarias.” (Claudio Mardones, Tiempo Argentino)

En tanto, el periodista Claudio Mardones se presentó en la casa de estudios en representación de los trabajadores de Tiempo Argentino, que ya cumplen un mes de toma de la redacción, donde están produciendo el diario de manera digital con sus propios medios desde el cese de la publicación en papel. “Llevamos un mes durmiendo en la redacción, muchos de los compañeros con sus familias. Estamos frente a un clima de desarticulación de medios por parte de empresarios que han logrado facturaciones millonarias”, expresó Mardones frente al conflicto que atraviesa Tiempo Argentino.

La parálisis que atraviesa el diario, con faltas de pago de sueldos y aguinaldos a sus empleados, forma parte del vaciamiento general del Grupo23, propiedad hasta el año pasado de Sergio Szpolski, luego traspasado en condiciones irregulares a Mariano Martínez Rojas.

Por su parte, uno de los ejes que encabezó la convocatoria de los diferentes voceros fue la política de persecución e intervención que el Gobierno viene aplicando en los espacios de prensa estatal y la vulneración de los derechos amparados en la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Uno de los casos más fehacientes de esta avanzada es el del portal de noticias del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Infojus. En su representación, la periodista María Eugenia Ludueña dijo: “Fuimos el primer medio público en ser intervenido. Minutos antes de que Macri asuma ya teníamos una persona indicándonos qué se publicaba y qué no”, expresó Ludueña, hoy despedida junto a otras veinticinco personas del portal de noticias. Semanas atrás, el gobierno macrista autorizó la eliminación alrededor de 2.000 notas que incluían casos de lesa humanidad y derechos humanos.

En esta línea, la Facultad de Periodismo de la UNLP emitió un documento de repudio frente a las maniobras de vulneración del derecho a la información por parte del nuevo Gobierno:   “Denunciamos el incumplimiento del Gobierno nacional de la promoción de la pluralidad de voces. Esto se evidencia no sólo en el desplazamiento de los trabajadores de prensa que han expresado una posición crítica al Gobierno, sino también impulsando la censura de periodistas y contenidos (en las últimas semanas vimos cómo los contenidos ‘sensibles’ asociados a los juicios de lesa humanidad, a la LSCA, etc. fueron borrados del portal Infojus)”, afirma el documento presentado por el Consejo Directivo de la casa de estudios conducida por la decana Florencia Saintout.

“La pérdida de nuestros trabajos es un síntoma de lo que estamos viviendo. Lo que se está recortando cada vez que Macri se sienta en su despacho con una planilla y una birome, esencialmente, son nuestros derechos”, dijo ante la concurrencia el ex conductor del programa 678, Carlos Barragán. El ciclo emitido por la TV Pública se convirtió en una de las caras más visibles de los ataques de los medios hegemónicos y el discurso político macrista, cuya complicidad entre ambos se encargó de demonizar todo rastro de periodismo crítico respecto de los poderes concentrados. Ante un claro carácter revanchista, el programa fue dejado sin aire al unísono con la llegada de Cambiemos a la Casa Rosada.

De la convocatoria formó parte Nicolás Otero, delegado de los 136 trabajadores despedidos del canal CN23 esta semana. Luego de mantener una toma de varias horas el lunes, Otero explicó que lograron acordar una conciliación obligatoria de cinco días que hasta ahora no fue respetada por la empresa. “Hay un ataque a los trabajadores, y nos atacan con el sentido común. Volver a instalar lo que vivimos en los noventas, hacernos sentir que es normal dejar empleados en la calle. Esta avanzada nos tiene que tener unidos a un objetivo común: recuperar el Gobierno para el pueblo”, expresó Otero.

“haber sido despedido de la radio pública bajo un gobierno como este significa que somos un poco leprosos para los medios, sea en los de mayor audiencia porque hace mucho que somos mala palabra, sea porque el conjunto se cuida de las represalias que podrían sufrir con la pauta oficial si nos dan micrófono, sea porque uno de los objetivos prioritarios del macrismo, ese objetivo de instalar el miedo, se está cumpliendo.” (Jorge Halperín)

Por su parte, el periodista Jorge Halperín brindó sus palabras y apoyo a través de un sentido escrito titulado “Despedidos”. En sus líneas, el texto manifiesta: “Haber sido despedido de la radio pública bajo un gobierno como este significa que somos un poco leprosos para los medios, sea en los de mayor audiencia porque hace mucho que somos mala palabra, sea porque el conjunto se cuida de las represalias que podrían sufrir con la pauta oficial si nos dan micrófono, sea porque uno de los objetivos prioritarios del macrismo –instalar el miedo: miedo a la desocupación, al ahogo financiero, a que te conviertan en el enemigo, a la represión, ese objetivo de instalar el miedo se está cumpliendo”, y agrega: “¡Qué horrible sería una sociedad donde los que hablan por la radio se cuiden de exponerse y no se metan!».

«Este abrazo institucional que nos ofrece la Facultad de Periodismo de La Plata, y que no nos dio, por ejemplo, la de la UBA, que es el lugar donde trabajamos, me dice que por suerte somos muchos los que elegimos exponernos y ser dignos”, agregó Halperín.

En esta línea, la decana Florencia Saintout sintetizó: “Este nuevo Gobierno cree que el voto los convierte en patrones. Es este momento cuando pretenden controlar todo, cuando pretenden intervenir todo, es el mismo momento donde muestran su debilidad. Eso que tanto odian y quieren olvidar siempre está y somos millones. No somos granitos de arena. Somos muchos de este lado”.


 

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