Por Roberto Álvarez Mur
Mauricio Macri confirmó el veto de la ley antidespidos luego de que la propuesta consiguiera una amplia mayoría positiva en el Congreso. La maniobra despertó el descontento de la oposición y los sectores gremiales, que ya están dando forma a lo que será el próximo paro y movilización en repudio a la situación.
“Este veto es inconstitucional, ya que viola el artículo 14, que vela por los derechos de los trabajadores, los protege de los despidos arbitrarios y garantiza la estabilidad del empleado público; así también está en falta con el artículo 75 inciso 19, que garantiza el desarrollo humano y progreso económico con justicia social”, dijo a Contexto el presidente del bloque de diputados del Frente para la Victoria, Héctor Recalde.
“Si alguien cree que es constitucional el veto por ser derecho absoluto, debe saber que no hay derecho absoluto en nuestro país. Si cree que el veto es un derecho absoluto, es un abuso”, agregó.
En esta misma línea, el diputado señaló: “El derecho de los trabajadores no destruye empleos; en cambio, la Macri-economía sí. Por los tarifazos, por la apertura irrestricta de las importaciones, por la falta de crédito para las pequeñas empresas”.
Asimismo, las centrales gremiales ya manifestaron el descontento con la decisión de Macri y observan el veto como un golpe duro a los derechos de los trabajadores. En tanto, referentes como Hugo Yasky de la CTA, quien llamó al rechazo al veto, ya empezaron a dar indicios de la organización para una eventual movilización sindical.
“La ley antidespidos era una necesidad, porque los despidos siguen creciendo tanto en el ámbito privado como el público. Este veto demuestra no sólo un gran desprecio por el sistema democrático y el Poder Legislativo, sino también reafirma la manera de gobernar por decreto y derogación de leyes”, dijo a Contexto el referente nacional de ATE, Hugo “Cachorro” Godoy.
“Cada familia que queda sin trabajo significa la pérdida de futuro o la aventura de un futuro de desastre familiar”. Además, Godoy remarcó la convocatoria de ATE a un paro para el día 24 de mayo, con movilizaciones en todo el territorio nacional.
“Creo que la capacidad de respuesta de la clase trabajadora es independiente de tal o cual dirigente. Hay una búsqueda de los trabajadores de resistir», continuó.
Desde la planta Cresta Roja, Mauricio Macri responsabilizó al FpV, principal fuerza política que impulsó esa ley antidespidos, de querer «poner palos en la rueda» al Gobierno. “Piensan que tiene que haber un Estado que nos someta a todos” y “no quieren que tengamos nuevas oportunidades ni que le vaya bien a este Gobierno”, acusó.
Para justificar su decisión, Macri dijo que la ley aprobada por Diputados hace poco más de un día atentaba “contra la libertad” y generaría “más pobreza”, aunque no explicó los porqué.
Calificó a esa norma como «una ley que congela el empleo» y que es «un cepo al trabajo», e insistió con que su aplicación perjudicaría «claramente a aquellos que están en la pobreza y que son más fáciles de manipular y someter».
«Desde que arrancó el año y todas las marchas que se llevaron adelante, hubo una muestra clara de la voluntad de los trabajadores de ponerle límite a esta política gubernamental. En esa fuerza confiamos plenamente”, concluyó Godoy.
