Las deudas de familias tomadoras de créditos UVA volvieron al centro de los debates debido al intento del gobierno de recuperar votos con propuestas nuevas para ese sector. Tras la derrota del domingo pasado, Mauricio Macri salió a la caza de la aprobación de la clase media con una batería de medidas económicas que incluyó, entre otros puntos, el congelamiento de las cuotas de crédito UVA, elemento que en los últimos años se convirtió en una carga impagable debido a las disparadas del dólar.
Según las familias hipotecadas, el sistema UVA «ha fracasado» y «su continuidad es inaceptable». Por ese motivo, el colectivo Hipotecados UVA de la Provincia de Buenos Aires inició la campaña «Eliminación UVA», reconociendo la pérdida de impacto de las medidas parciales. En tanto, se sumó esta semana la propuesta del gobierno de congelar hasta fin de año el aumento de las cuotas a pagar, hasta ahora atadas a las escaladas inflacionarias.
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«Consideramos que debemos ser responsables al momento de salir a peticionar a las autoridades, pues ha quedado en evidencia que propuestas no claras ni adecuadamente analizadas perjudican la lucha colectiva», explicaron en un comunicado. En ese orden, el «congelamiento» anunciado por el gobierno –acorralado por la desaprobación en las urnas– fue presentado como un avance que los tomadores de UVA no reconocen como tal.
Lo que Cambiemos ha propuesto es, en reemplazo de la inflación, ajustar los pagos de las cuotas a través del Coeficiente de Variación Salarial (CVS), que sería mucho más bajo. La diferencia entre ambos índices sería cubierta por el Estado a los bancos. No obstante, la variable no deja de ser considerada un aumento y no impide que el capital original del préstamo siga subiendo.
Vaccarini: «hay que resolver la situación de fondo, que es eliminando la dinámica de indexación. La decisión del Gobierno fue acelerada y la consideramos electoralista».
«Acá hay que resolver la situación de fondo, que es eliminando la dinámica de indexación. La decisión del gobierno fue acelerada y la consideramos electoralista. En esta oportunidad parecería que lo que pretenden es subsidiar el aumento de la cuota mensual hasta fin de año. Pero es un subsidio que va a caer en manos de los bancos porque a nosotros el capital nos va a seguir aumentando», dijo a Contexto Noelia Vaccarini, una de tantas endeudadas por los créditos.
«En mi caso, donde la cuota aumenta entre 800 y 1000 pesos por mes, el Estado va a cubrir eso. Pero el problema más importante es que, después de dos años, ya se nos duplicó o triplicó el capital», agregó Vaccarini.
Desde hace meses, las familias endeudadas exigen poner en discusión y definir con certeza cuál es el capital real a pagar durante la cantidad de años que fueron acordados los créditos, y recién ahí definir las cuotas. Consultado por Contexto, un tomador de UVA que adquirió un préstamo de 2,5 millones de pesos en octubre de 2017, al día de hoy se convirtió 4,8 millones, como consecuencia de estar atado a la inflación.
«Están en juego decenas de miles de hogares. Políticas irresponsables no pueden poner en juego el derecho a conservar nuestras viviendas, dependiendo del ‘humor de los mercados’», habían expresado durante la última semana, tras la disparada que llevó a la moneda norteamericana a romper la barrera de los 60 pesos.
«Los hipotecados reclamamos que sean los bancos y no el Estado el que se haga cargo del congelamiento de las cuotas. Los bancos prometieron cuotas estables, hicieron publicidad engañosa, nos estafaron, y deben pagar por ello», agregaron.
