“En algún momento tuvimos un desarrollo petrolero muy importante y nos lo sacaron. No cerremos nunca más la investigación. No permitamos más que los técnicos y científicos se tengan que ir por decisión política de que no se avance en desarrollo tecnológico”, así comenzó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner su discurso luego de recorrer las plantas del nuevo Centro Científico Tecnológico de YPF –de 13.000 m2 de superficie–, Y-Tec.
El Centro es una obra de la sede de la empresa YPF Tecnología S.A., un emprendimiento que realizan en conjunto la petrolera estatal y el CONICET (se dividen las acciones en 51 y 49%), y se dedicará al desarrollo de soluciones tecnológicas para la exploración y extracción de petróleo. Apuntará, además, a otras líneas de investigación.
La sede de Berisso, que está en un 95% concluida, albergará más de 350 investigadores, técnicos y becarios doctorales y posdoctorales, y contará con 60 laboratorios de última generación, 12 plantas piloto y un auditorio para 190 personas.
La presidenta estuvo acompañada por el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, el ministro de Economía, Axel Kicillof, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el secretario general de la Presidencia, Eduardo «Wado» de Pedro, el gobernador bonaerense Daniel Scioli, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y el titular de YPF, Miguel Galuccio.
“no dejemos que nunca más nos pasen los elefantes por atrás mientras discutimos pavadas. la discusión debe ser por las cosas profundas y serias que necesita el país.»
Fue en ese escenario donde recordó que “en el mundo hay algunos interesados en que los argentinos no desarrollemos tecnologías y las patentemos”, por lo que llamó a la población a sostener lo logrado: “Estas son las cosas que tenemos que defender. Estas cosas son de los 42 millones de argentinos”.
Sin mencionar a nadie, advirtió que todo lo logrado será defendido, y criticó: “Todo lo demás es banalidad y anécdota con las que nos quieren distraer: si me miró, si lo nombré, si me corrí. Es una estrategia comunicacional para que discutamos pavadas”.
En esa línea, pidió que “no dejemos que nunca más nos pasen los elefantes por atrás mientras discutimos pavadas”, y manifestó que “la discusión debe ser por las cosas profundas y serias que necesita el país”.
Por último, pidió al próximo gobierno poder inaugurar en junio y julio de 2016 la planta de coque –que demandó una inversión de mil millones de dólares– e Y-Tec, tal como está programado. “Esto es parte de lo que algunos denominan la pesada herencia”, agregó. Y completó: “Sí, es pesada. Porque la van a tener que defender contra los ataques de afuera”.
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Aval para Lino Barañao
Para despejar todo tipo de rumores y ratificar que no hay dudas sobre la convicción de que la ciencia y la tecnología deben ser una política de Estado, fue la propia Cristina Fernández la que hizo público su aval a la incorporación de Lino Barañao en la presidencia de Mauricio Macri, a cargo de esa cartera. No obstante, la Jefa de Estado dijo que hubo acuerdo porque existe la promesa “de que aumentarán los recursos para el área”.
En esa sintonía, de enviarle mensajes cordiales pero firmes a la administración entrante, la mandataria convocó a defender lo logrado: “No cerremos nunca más la investigación, no permitamos que nuestros técnicos, nuestros científicos, se tengan que ir a otros lados a investigar”.
«Lino por su puesto lo consultó conmigo, porque sino no lo hubiera aceptado. Y la verdad es que la ciencia y la tecnología son para nosotros una cuestión de Estado. Por eso hablaba recién de que dejemos de lado banalidades y cuestiones absolutamente menores», agregó para dejar en claro de cómo se gestó la continuidad Barañao.
«Le dije a Lino que eran necesarias (para aceptar el cargo) dos cosas: primero, que en la siguiente gestión cuente con la misma libertad e independencia que contó durante mi gestión. Y la segunda, tal vez la más importante, es que se siga destinando la misma cantidad de recursos e inversiones», completó
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