El No al ALCA fue el Sí a la UNASUR

Por Alejandro Palladino

María Cecilia Mendoza fue, junto a Rafael Follonier, asesora del presidente Néstor Kirchner. A diez años de la Cumbre de las Américas de Mar del Plata, donde Latinoamérica le dijo No al ALCA, recuerda para Contexto la importancia de la UNASUR para la consolidación de las democracias en Sudamérica. Además, cuenta cómo el No al ALCA abrió las posibilidades políticas para este nuevo paso en lo que respecta a la mayor autonomía que han alcanzado los países sudamericanos en los último años.

– ¿Qué significó el No al ALCA luego de años de dependencia directa con la política exterior de Estados Unidos?

– El movimiento peronista ha tenido visiones antiimperialistas y latinoamericanistas, con momentos contrarios, como la postura que tomó el menemismo cuando hubo un alineamiento explícito con Estados Unidos. El distanciamiento que implicó el No al ALCA en este sentido fue más claro en los últimos años, y tuvo la virtud de hacer patente lo que pasó en los noventa. Incluso la sociedad se sintió muy cercana a la decisión. Tuvo un impacto muy fuerte.

La ruptura fue posible porque los líderes se pusieron de acuerdo para romper con la unanimidad que tenían los presidentes anteriores con respecto a la Cumbre de las Américas. El alineamiento necesitaba decisiones conjuntas que dependían de la unanimidad.

La puja entre el neoliberalismo y sus intereses en la región y las posturas latinoamericanistas es una pugna continua, que nos habla de la colonización-descolonización, de la dependencia-independencia. Es una pugna histórica ligada a la libertad del mercado, por un lado, y por otro a los proteccionismos nacionales que posibilitaron la producción industrial con mayores grados de autonomía.

“LA RUPTURA CON Estados Unidos FUE POSIBLE PORQUE LOS LÍDERES SE PUSIERON DE ACUERDO PARA ROMPER CON LA UNANIMIDAD QUE TENÍAN LOS PRESIDENTES ANTERIORES CON RESPECTO A LA CUMBRE DE LAS AMÉRICAS. EL ALINEAMIENTO NECESITABA DECISIONES CONJUNTAS QUE DEPENDÍAN DE LA UNANIMIDAD.”

– A la iniciativa planteada por Hugo Chávez, ¿qué aportaron los liderazgos de Néstor Kirchner y Lula da Silva?

– Lula y Néstor fueron presidentes de dos países con una característica particular: a pesar de los vaivenes, históricamente han desarrollado una estructura económico-productiva-industrial propia, que no todos los países de América del Sur han tenido. La existencia de un Área de Libre Comercio de Alaska a Tierra del Fuego hubiera significado la destrucción de esas estructuras productivas renacientes, que ya en los años noventa en Argentina fueron dañadas por la apertura indiscriminada al mercado externo.

– ¿Qué nuevos modelos políticos regionales posibilitó esta decisión política del No al ALCA?

– En primer lugar, esta posición fortaleció el ya existente MERCOSUR. Existía también, más atrás en el tiempo, la Comunidad Andina (CAN), a la que pertenecían Bolivia y Venezuela. Al incluirse Bolivia y Venezuela al MERCOSUR, lo ampliaron y fortalecieron, demostrando la necesidad de tener un mercado común y una capacidad industrial y productiva propia.

Por otro lado, un factor decisivo para la región fue la creación de la UNASUR, que fue producto de ese momento pero que se venía gestando antes de la Cumbre de Mar del Plata. Los presidentes ya pensaban en la idea de generar otro organismo; era conveniente otra forma de integración regional para continuar este nuevo posicionamiento. En sus reuniones, Lula y Néstor daban señales anticipando un giro en estas políticas para abarcar toda Sudamérica, y terminó tomando más fuerza en Mar del Plata para culminar en 2008 con la definitiva firma de la Unasur.

Lo que tiene de interesante UNASUR es que logra unificar a los países que optan por un modelo de relacionamiento externo diferente a lo propuesto por el neoliberalismo, y afianzar proyectos que integran la educación, el medio ambiente, la infraestructura, entre otros aspectos.

– ¿Cómo contribuyó UNASUR al fortalecimiento de la democracia regional?

– UNASUR repercutió en la construcción de la democracia, porque tiene los instrumentos creados para tal fin: los protocolos de la defensa de la democracia que se fueron actualizando y fortaleciendo. Contiene elementos institucionales que salvaguardan la democracia de nuestros países.

– La inclusión social fue un bastión de los gobiernos populares. ¿Cómo tuvieron que ver en esto los mayores índices de trabajo luego del No al ALCA?

– La postura tomada tuvo una estrecha relación con el trabajo, debido a que el libre comercio deteriora las estructuras de la calidad del trabajo. Los presidentes sabían que no podían cumplir con las exigencias del ALCA y que además había temor a lo que iba a pasar con el mercado interno. Esto se hace más notorio cuando asumen Néstor y Lula. Incluso el lema que eligió Néstor para la Cumbre estaba vinculado con el trabajo como resolución política: generar trabajo para enfrentar el desempleo, una consecuencia propia del avance neoliberal en los noventa. Esto demostraba que el trabajo era la principal medida de política social. La posterior estabilidad democrática, la gobernabilidad, tuvo su base en esa justicia social que sólo podía permitir el trabajo.

“EL NO AL ALCA GENERÓ UN FORTALECIMIENTO DE LA IDENTIDAD SUDAMERICANA COMO NUNCA HABÍAMOS TENIDO. LA IDENTIFICACIÓN DE CADA PAÍS CON LA REGIÓN ES MUCHO MÁS FUERTE LUEGO DEL NO A BUSH.”

– ¿Qué conclusiones y diagnóstico hacés luego de diez años de esta decisión?

– El balance es positivo, porque el No al ALCA generó un fortalecimiento de la identidad sudamericana como nunca habíamos tenido. La identificación de cada país con la región es mucho más fuerte luego del No a Bush.

– ¿Qué grados de consenso hay hoy en nuestro país con respecto a la integración con los países latinoamericanos?

– En lo discursivo está bastante consolidada la integración regional en el país. En el Congreso nuestro, cada vez que se ha tenido que aprobar algún tratado o norma relacionada con la integración vinculada al MERCOSUR o la UNASUR, han logrado tener una unanimidad importante. En el discurso, Cambiemos afirma el MERCOSUR , aunque hay que decir que no menciona la UNASUR. De todas maneras, no es un tema que se discuta tanto como sí se hace hoy en países como Brasil, Chile y Uruguay, donde hay miradas estrictamente contrarias a la integración como nosotros la conocemos.

La propuesta popular-regional del peronismo, por los antecedentes recientes de Néstor y Cristina Kirchner, es más sincera con respecto al frente opositor.


 

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