El municipio y un millonario contrato con Esur SA

Por Contexto 

La situación estructural de la basura en la ciudad sigue siendo uno de los principales problemas de la gestión Garro. En las calles se amontonan las bolsas de basuras y son los vecinos de los barrios por fuera del casco urbano los principales afectados. La situación es tan grave que el Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE) del CONICET hizo un estudio en distintos barrios de la ciudad y encontraron parásitos intestinales en los niños que dan cuenta de contaminación en el agua, que en algunos lugares no es apta ni siquiera para usos recreacionales.

Actualmente, algo más de 650.000 platenses producen 1,25 kg de basura por día. Esto da un promedio de 812 toneladas diarias. La nueva gestión municipal expresó que en promedio estaba recolectando unas 1.200 toneladas de basura por día. Además de las 812 que se producen por día, hay 18.000 toneladas acumuladas por la falta de recolección que sobran de los primeros meses de gestión PRO, en donde el servicio fue prácticamente nulo.

A esta situación hay que sumarle el desmantelamiento de las cooperativas que se encargaban de las tareas de barrido y recolección de bolsas de basura en la ciudad. El achicamiento, que redujo de 97 a 30 las cooperativas que trabajan en la calle, se sintió principalmente en las delegaciones municipales.

La empresa y el municipio

Para encarar esta situación, la gestión del intendente Julio Garro decidió ampliar el convenio con la empresa de recolección de residuos Esur SA de forma directa, sin que pase por el Concejo Deliberante. De esta manera, aunque parece retirarse el Estado de este servicio, en realidad está tomando un rol protagónico pero como facilitador de los intereses empresariales y privados. La empresa está a cargo de la recolección de basura en la ciudad desde la época de la dictadura. Siempre bajo diferente nominaciones comerciales, como Nueve de Julio, Brothers in law, Estrans SA, entre otras. Estas firmas se esconden bajo el mismo régimen: son uniones transitorias de empresas bajo el mismo nombre y que tienen a cargo la recolección de basura en diferentes ciudades. Mientras que la 9 de Julio compró el paquete accionario de BILSA en una maniobra claramente beneficiosa para la adjudicación de una concesión, ambas firmas además conforman Esur.

Durante la dictadura, el intendente de facto Abel Román firmó un contrato por veinte años con la empresa 9 de Julio, lo que le permitió a esta mantener el negocio durante los gobiernos radicales encabezados por Juan Carlos Albertí y Pablo Pinto, y las primeras dos gestiones del justicialista Julio Alak. Durante la gestión de este último se licitó nuevamente y así fue como la 9 de Julio, a través de una unión transitoria de empresas con la ignota firma Brothers in law, mantiene la concesión por otros diez años. Luego, Pablo Bruera la prorrogó, sin hacer un llamado a licitación y gracias a una cláusula en el contrato. En la actualidad, la gestión de Julio Garro llevó este negociado con la empresa a su punto máximo con la aplicación de forma directa a través de una “ampliación provisoria”, sin pasar siquiera por el Concejo Deliberante.

A partir de este convenio, el municipio otorgaría un aumento del 50% en los fondos que mensualmente le gira a Esur. La empresa pasará de recibir 32 millones de pesos por mes a más de 48 millones (578 millones al año), constituyendo así el contrato más oneroso de la comuna. Con esa actualización tarifaria dispuesta por la conducción municipal, Esur SA pasará de recaudar 1,05 millones de pesos por día a 1,57 millones. La excusa que ponen las autoridades municipales es que la empresa pasaría a hacerse cargo del trabajo de limpieza y recolección de residuos no habituales en todo el distrito, que era realizado por distintas cooperativas, lo cual no es cierto. La realidad es que la empresa venía brindando servicio de recolección sólo en el 35% del distrito. El nuevo convenio la obliga a atender el primer cordón (las veinte primeras cuadras) por fuera de la circunvalación. Y, si bien se incorporaron nuevos camiones recolectores, el convenio prevee la puesta en marcha de 32 camiones y sólo se sumaron 16.

Dentro del convenio que el municipio firmó con la empresa se contemplaba la posibilidad de que Esur SA contratase a los cooperativistas que habían quedado por fuera del reempadronamiento. Lo cierto es que sólo incorporaron a 150 y entre ellos no aceptaron a trabajadoras mujeres.

Situación de los cooperativistas

Los que quedaron absolutamente en el olvido fueron los cooperativistas despedidos por el municipio en su plan de “reempadronamiento” de los trabajadores. El achicamiento le costó sus puestos de trabajo. Así, de los cerca de diez mil trabajadores registrados, sólo quedó la mitad. De las cooperativas, que hasta diciembre de 2015 se registraban 97 realizando tareas para la Municipalidad, hoy sólo quedan treinta. De los que lograron reempadronarse y aún cumplen funciones de barrido y recolección para la Municipalidad, la mayoría no cobra desde diciembre y lentamente las cooperativas empiezan a desmantelarse.

Basura Cero

En la actualidad, la gestión de Julio Garro impulsa un proyecto que contempla la colocación de contenedores, imitando el sistema de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La Ordenanza Programa Basural CERO pretende instalar contenedores comunitarios en las zonas donde la recolección no se realiza con frecuencia para evitar la formación de basurales a cielo abierto y toda forma de acumulación de basura. Pero esto sólo sucedería en el casco urbano, que es la zona donde la recolección es más sistemática, mientras que los barrios siguen siendo postergados.

El Programa de Restauración Ambiental de Canteras en desuso y/o riesgo ambiental, que busca la recuperación de canteras para transformarlas en espacios de recreación y esparcimiento, pulmones verdes, playones deportivos y todo aquello que pueda resultar beneficioso para los vecinos del lugar, está muy lejos de llevarse a cabo: las canteras siguen siendo uno de los principales focos de acumulación de basura. Durante la apertura de sesiones legislativas en el Concejo Deliberante, el intendente señaló que se habían cerrado todas las canteras en desuso para que esto no siguiera ocurriendo. Lo cierto es que aún hoy se pueden ver vehículos, tanto particulares como del municipio, arrojando basura en las diferentes canteras del distrito.


 

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