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El lado B del SAME: «Hay ambulancias pero no respuestas en las guardias»

En plena campaña, la gobernadora María Eugenia Vidal presenta el Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) como la principal medida de su gestión en salud, junto con la reparación de las guardias. Pero el principal problema es que en esas guardias no existen los insumos materiales y sobre todo humanos para dar las mínimas respuestas.

Este servicio público de cobertura de ambulancias fue estrenado hace dos años en la provincia, basado en un sistema similar que funcionaba en CABA. En abril, el gobierno anunció y celebró que el SAME llegó a 100 de los 135 municipios. De la mano de esa extensión conjunta con la reparación edilicia de las guardias, avanza el deterioro en las condiciones en las que trabajan los médicos que reciben a los pacientes, por la carencia de materiales de trabajo y la falta de aumentos salariales dignos, lo que redunda en un continuo paso del personal al sistema privado.

«En los hospitales de Niños, Rossi, San Martín y Alejandro Korn no funcionan los tomógrafos, que se utilizan ante cualquier accidente en la vía pública»

«Es un sistema que funciona, pero no podemos cubrir su demanda», sintetizó a Contexto Ariel Longuinho, neurocirujano y presidente de CICOP en el Hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata.

Esta realidad es común a los demás hospitales de la ciudad, donde la mayor población asiste a las emergencias. «En los hospitales de Niños, Rossi, San Martín y Alejandro Korn no funcionan los tomógrafos, que se utilizan ante cualquier accidente en la vía pública», completó.

«El servicio levanta en la calle y trae a los pacientes a los hospitales, que todos son sedes del SAME. Te llaman por teléfono avisando que vienen con un herido, pero en el hospital no hay respuestas. Hay ambulancias pero adentro no hay para responder a la demanda de la ambulancia, lo que genera incluso situaciones violentas para los médicos», sostuvo por su parte Manuel Batista, cirujano y presidente de CICOP en el Hospital Rossi.

Los médicos coinciden en que uno de los factores que hacen al caos en que deriva la atención es que el sistema «no está coordinado». «Son dos estructuras separadas en el mismo lugar físico. Los trabajadores del SAME del Rossi no son personal del Rossi, no responden a la dirección del hospital», señaló Batista. Las ambulancias del SAME permanecen distribuidas en sus hospitales de referencia, aunque no trabajan en sintonía con lo que ocurre internamente.

Las condiciones de trabajo en las guardias «no han cambiado en absoluto», afirman, y son otro aspecto que vuelve deficiente el servicio en su integralidad. «Las guardias se están quedando sin médicos porque ya no se elige hacer guardia. Primero porque tenemos unos salarios paupérrimos y también por la situación de violencia que se vive. Los médicos eligen cualquier otra especialidad o lugar de trabajo que no sea la guardia, sobre todo en hospitales públicos, mientras en lugares privados se duplica el sueldo», sostuvo Longuinho.

«Son dos estructuras separadas en el mismo lugar físico. Los trabajadores del SAME del Rossi no son personal del Rossi, no responden a la dirección del hospital»

En lo salarial, el año pasado los médicos bonaerenses recibieron un aumento del 33% a noviembre, frente a una inflación del 47,6%. Habían acordado reabrir con el gobierno la paritaria para noviembre y diciembre, para luego encarar la negociación 2019, pero no recibieron la convocatoria desde la cartera de Salud que conduce Andrés Scarsi.

En sus discursos, Vidal ha establecido que la salud es un punto «prioritario» de su gobierno, y en ese marco el SAME fue su principal apuesta. «En definitiva, el SAME ha sido aggiornado, bastante para la foto y algo en la realidad», concluyó Batista.