Diputados convirtió en ley el cupo femenino en eventos musicales

Con 133 a favor, 5 en contra y 16 abstenciones, Diputados en su última sesión del año y de la gestión macrista dio media sanción al proyecto que establece un piso mínimo del 30% para la presencia de artistas mujeres en eventos musicales en nuestro país.

La iniciativa, impulsada por diferentes colectivas de músicas del país, con autoría de la senadora Anabel Fernández Sagasti, había logrado la media sanción en mayo en la Cámara Baja, por lo que la Cámara de Diputados ratificó al Senado y la proclamó ley.

La necesidad de esta normativa quedó en el centro de la escena esta semana, tras los cuestionamientos a la gestión del intendente platense Julio Garro.

«Gracias a las Diputadas y los Diputados que acompañaron y trabajaron para que se convierta en ley», sostuvo Sagasti tras la sanción. «Desde hoy el acceso a los escenarios de las trabajadoras de la música va a ser más equitativo», agregó.

Según establece la nueva normativa, si hay entre tres y cuatro artistas programados en un evento musical, uno deberá ser mujer; si hay entre cuatro y ocho, dos tendrán que ser mujeres; y si hay nueve o diez, tres serán mujeres, rigiéndose así por el piso del 30% que deberán cumplir la producción y organización de cada evento.

La necesidad de esta normativa quedó en el centro de la escena esta semana, tras los cuestionamientos a la gestión del intendente platense Julio Garro, que en el 137º aniversario de La Plata no incorporó a ninguna artista mujer ni disidencia.

«Hay un conocimiento cada vez mayor de la necesidad casi urgente de una ley que regule esta desigualdad, esta injusticia, esta invisibilidad que se hace de nuestro trabajo»

«Somos un montón las mujeres en la música, que producimos, que vivimos de esto, somos trabajadoras, trabajadores, del área de la cultura», destacó en diálogo con Contexto Marian Betervide, de Músicas Platenses en Red (MUPLAR).

«Hay un conocimiento cada vez mayor de la necesidad casi urgente de una ley que regule esta desigualdad, esta injusticia, esta invisibilidad que se hace de nuestro trabajo. A menudo decimos nosotras que no nos invitan y entonces no nos ven, y como no nos ven no nos invitan; no nos convocan pero no nos ven. Creen que no existimos», agregó. «La ley nos permite tener una herramienta para regular esta situación», destacó Betervide.


 

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