Por primera vez la provincia de Buenos Aires convirtió en ley la expropiación de la llamada Quinta de los Méndez, en Tandil, donde sus dueños, civiles, permitieron el funcionamiento de un centro clandestino de detención durante la dictadura, que será espacio de memoria y centro para jóvenes con adicciones. El Gobierno negacionista de Milei autorizó en cambio la enajenación con fines inmobiliarios de La Perla Chica, CCD que funcionó en Córdoba, entre más de trescientos bienes inmuebles del Estado.