Durante su gobierno, cubrió a Perú de paramilitarismo, muerte, persecución y torturas. En 1990 fue elegido por el voto popular pero, dos años después, dio un autogolpe, cerró el Congreso, intervino el Poder Judicial y buscó perpetuarse en el poder. Su gobierno sentó las bases del modelo neoliberal que hundió al pueblo peruano en la pobreza y la desigualdad. En 2009 fue condenado a 25 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad y era investigado por la realización de esterilizaciones forzadas a miles de mujeres de comunidades indígenas, pero murió en libertad.