Con 72 votos a favor, 10 en contra y 2 en blanco, el Parlamento de Cataluña aprobó este viernes la propuesta de los partidos Juntos por el Sí (JustxSí) y la Candidatura de Unidad Popular (CUP) y declaró la independencia.
Los catalanes salieron de forma masiva a las calles y colmaron la principal plaza de Barcelona para celebrar la declaración de independencia.
Como respuesta, el Senado español aprobó la aplicación del artículo 155, que plantea la intervención de Cataluña.
El presidente de España, Mariano Rajoy, ordenó la disolución del Parlamento catalán, la destitución del presidente Carles Puigdemont, de su vicepresidente, la intervención de los medios públicos catalanes y anunció la convocatoria a elecciones para el 21 de diciembre.
“El Estado dispone de medios suficientes para, de forma pacífica y moderada, recuperar la normalidad legal y disolver las amenazas que no están volcando sobre la convivencia”, aseguró Rajoy.
El rey español, Felipe VI, también condenó la declaración de independencia y aseguró que es ilegal y atenta contra la democracia.
“Han pretendido quebrar la unidad de España y la soberanía nacional”, aseguró el monarca.
Al igual que Estados Unidos y la Unión Europea (UE), el gobierno argentino de Mauricio Macri se alineó con la posición de Rajoy y, mediante un comunicado de la Cancillería, condenó la decisión del gobierno Catalán.
“El Gobierno Argentino no reconoce y rechaza la declaración de independencia proclamada por el Parlamento de Cataluña”, señala el comunicado.
Luego agrega: “Argentina hace votos para que a través de los mecanismos constitucionales se restablezca la legalidad en el marco de una convivencia pacífica del pueblo español, garantizando la unidad e integridad territorial de España”.
