Bibliotecas populares: “Hay un fuerte desinterés de los funcionarios”

Por Roberto Álvarez Mur

Luego de un semestre de fuertes aumentos progresivos de tarifas, y con subsidios estatales paralizados desde el comienzo del año, las bibliotecas populares se encuentran en una crisis de sustentabilidad. “Con el cambio de gestión era de imaginarse un retraso, aunque no de esta magnitud, ni con un manifiesto desentendimiento de la situación”, se manifestó a través de un comunicado que el Colectivo de Bibliotecas Populares Platenses elaboró en presencia de treinta instituciones, y que se hizo sentir ante la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP).

Rosalía Contreras es parte de la dirección de la Biblioteca Popular “Del otro lado del árbol”, ubicada en Parque Saavedra de La Plata, y formó parte de las reuniones que llevó adelante la entidad con diferentes bibliotecas. En diálogo con Contexto, dijo: “Hay un desinterés general por parte de los funcionarios. Le restan importancia al rol que estas instituciones cumplen como espacios de inclusión, casi no están en conocimiento de las funciones que cumplimos como bibliotecas”.

“Sin ningún motivo, se dejó de pagar el subsidio mensual para las bibliotecas. Pasó con CONABIP, con Bibliotecas Provinciales y pasó con la Municipalidad.”

“Desde la provincia dejaron de depositar hacia fin del año pasado. Recién ahora tenemos noticias de compensaciones de ese lapso y aún estamos a la espera de algún pago de 2016. Recién hace unos días nos depositaron un remanente de cuatrocientos pesos de agosto del año pasado”, completó.

Mantenimiento, agua potable envasada, materiales para talleres o el pago del teléfono son algunos de los diferentes gastos que cada vez aprietan más las finanzas de las bibliotecas populares. A esto se suma la situación de muchas instituciones que dependen del subsidio para pagar, incluso, el alquiler del local donde funcionan. “La Biblioteca Carlos Bormida, de la zona de San Carlos, por ejemplo, debe pagar por el local donde funciona”.

Uno de los puntos álgidos del endeudamiento refiere a la cuota mensual que solventa el sueldo del bibliotecario. En la actualidad, la mayoría de ellos se encuentran sin cobrar sus sueldos desde el comienzo de año. “En algunos casos se está logrando saldar esos sueldos con otros recursos, pero en lo que hace al ingreso de provincia aún estamos en la incertidumbre”.

Asimismo, el bibliotecario de Berisso Osvaldo Rodríguez dijo a Contexto: “La última vez que cobramos fue en febrero de este año. La situación se está volviendo insostenible, estamos haciendo un enorme esfuerzo para que abran las bibliotecas y la gente no se quede sin libros”.

En Berisso funcionan siete bibliotecas populares, y la que Rodríguez mantiene a su cargo se encuentra ubicada en una sociedad de fomento, institución que –como tantas otras– se vio golpeada con fuerza por los aumentos de tarifas a los servicios. “Está todo relacionado. Yo estoy muy decepcionado porque no hemos recibido ningún tipo de respuestas por parte del Gobierno. Veo que el hecho de realizar reuniones y lanzar comunicados no nos está sirviendo de nada. Parece que la única solución es hacer un piquete para que te den bolilla, como ya lo han hecho desde otros espacios”, aseveró Rodríguez.

“Las bibliotecas populares cumplen un rol que no llegan a cumplir las bibliotecas escolares, en cuanto a libros que los chicos necesitan. La gente viene a estos espacios a instruirse”, dijo rodríguez.

Por su parte, los referentes de las instituciones locales indicaron que la Municipalidad de La Plata dejó de pagar subsidios hacia octubre de 2015, casi en sintonía directa con el paso a la gestión de Julio Garro. Desde la Biblioteca López Merino se pidió a las demás bibliotecas que realizaran rendiciones de gasto para luego poder cobrarlos.

No obstante, desde “Del otro lado del árbol” anunciaron que las rendiciones de facturas que presentaron en el municipio fueron rechazadas por irregularidades arbitrarias y aún siguen sin cobrar: “Nos dijeron que las facturas no se correspondían con el mes. Hay una desprolijidad extrema; nos dijeron por mail que podíamos presentar facturas de enero a abril y ahora tenemos que hacer la rendición de mayo, luego se desdicen sobre el mismo mes”.


 

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