A doce años de la desaparición de Julio López, el pedido de justicia sigue vigente

Como cada 18 de septiembre, el nombre de Jorge Julio López volvió a sonar en la ciudad de La Plata bajo el pedido de Memoria, Verdad y Justicia, en un nuevo aniversario de su segunda desaparición en 2006, ocurrida en pleno marco de juicios por crímenes de lesa humanidad que apuntaban a la participación del represor Miguel Osvaldo Etchecolatz.

En la conmemoración número doce de su secuestro se desarrolló una actividad frente a los tribunales de 8 y 51 de La Plata, ciudad donde López fue visto por última vez cuando estaba por testificar. Allí acompañaron a Rubén López, hijo de Julio, la Mesa por los Derechos Humanos de La Plata, agrupaciones estudiantiles del campo nacional y popular y referentes políticos y sociales locales, como la presidenta del bloque de diputados provinciales de Unidad Ciudadana, Florencia Saintout, o el dirigente Guillermo Cara.

Rubén López (hijo de Jorge Julio): «Después de muchos años el sector judicial deja mucho que desear. hoy lo vemos en muchas cuestiones que pasan en Argentina».

“Hoy estamos reclamando frente a la Justicia, como hicimos siempre, pero esta vez interpelando a jueces y fiscales. Después de muchos años el sector judicial deja mucho que desear. Hoy lo vemos en muchas cuestiones que pasan en Argentina. Si pudiera interpelar a Etchecolatz, le preguntaría por qué nunca le dijo a Chicha Mariani dónde está Clara Anahí y que confiese dónde está mi viejo”, dijo a Contexto Rubén López, quien asistió a la actividad con una remera con la silueta de Julio López sosteniendo una foto de Santiago Maldonado. López volvió a apuntar contra el gobierno nacional al remarcar que “no tiene ningún tipo de política en materia de derechos humanos”.

En tanto, el acto principal incluyó la inauguración de una placa frente a Tribunales con la imagen de Julio López, obra realizada en metal por los trabajadores del Astillero Río Santiago, quienes se solidarizaron con la lucha. Junto a él, inauguró la imagen la madre del estudiante desaparecido en 1993 Miguel Bru, Rosa Schonfeld.

Entre los presentes, también se ubicaron referentes del ámbito judicial que jugaron un papel clave en los procesos de Memoria, Verdad y Justicia, como el abogado representante de Abuelas de Plaza de Mayo, Emanuel Lovelli, o el abogado querellante en la causa contra Etchecolatz, Aníbal Hnatiuk. Hnatiuk señaló: “Es muy difícil no tener la respuesta sobre López, es algo que le debemos a la sociedad argentina. De todas maneras, no debemos olvidar y debemos estar orgullosos de haber juzgado a los genocidas como en ningún lugar del mundo. Sólo quiero recordar hoy al López que reivindicaba la militancia, a sus compañeros y compañeras de la unidad básica de Los Hornos”.

Sin dudas, el acto estuvo atravesado por las figuras de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, dos símbolos de la violencia institucional por parte de las fuerzas represivas del macrismo, así como también el nombre aun latente de Corina De Bonis, maestra de Moreno secuestrada y torturada por convocar a ollas populares en protesta por el ajuste del gobierno en Educación.

 Aníbal Hnatiuk (abogado querellante en la causa contra Etchecolatz): «De todas maneras, no debemos olvidar y debemos estar orgullosos de haber juzgado a los genocidas como en ningún lugar del mundo».

“La lucha de Julio López, la lucha de los 30 mil, la lucha de los compañeros de hoy, tiene que ver con lo mismo: que haya todo para todos. No es todo para un grupito chico que se quiere quedar hasta con las sobras. Por el contrario, nosotros estamos de un lado de la historia donde somos totalmente distintos a ellos. Este tiempo que es tan difícil y adverso es un tiempo que nos convoca a renovar el compromiso y seguir creyendo más que nunca en lo que creemos”, expresó Saintout.

Cabe recordar que durante la tarde de ayer también se estrenó en el cine Gaumont de CABA la película sobre la vida de Julio López. Todxs somos López. Donde empieza la vida y termina la muerte es el nombre del film documental que reconstruye la vida del albañil y militante, cuyo rodaje comenzó en 2013 y sufrió demoras ante los conflictos sufridos por el INCAA en 2015.


 

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