La cuarta audiencia del juicio por la desaparición y muerte de Johana Ramallo se llevó a cabo este viernes con la declaración de dos testigos, que dieron cuenta de que la joven había comentado días previos a su desaparición estar siendo víctima de amenazas. «Ella tenía miedo», dijo uno de los testigos.
Con dos horas de retraso, la audiencia comenzó pasadas las 11.30 con los jueces Andrés Basso, Germán Castelli y Nelson Jarazo del Tribunal Oral N°2 de La Plata de manera remota, al igual que los imputados. En la Sala de los Tribunales Federal, sólo se hicieron presentes, algunos abogados defensores, representantes de la querella, los testigos y por supuesto la militancia que viene acompañando el caso.
Johana fue vista por el última vez el 26 de julio de 2017 en 1 y 63, parte de la zona roja de La Plata, captada, se presume, por una red de explotación sexual que operaba en la zona. En un lento accionar de la Justicia, los restos fueron hallados en agosto en Berisso un año después e identificados recién en 2019. Hasta ahora, al banquillo por esta causa, llegaron Carlos Rodríguez, conocido como “El Cabezón”; Hernán D’Uva Razzari; Hernán Rubén García; Carlos Alberto Espinoza Linares; Mirko Alejandro Galarza Senio; Celia Benítez; Celia Giménez y Paola Erika Barraza. Todos están acusados de integrar una banda criminal, con cargos que van desde el comercio de estupefacientes y la explotación sexual hasta el encubrimiento agravado y el falso testimonio.
En la cuarta audiencia, la primera testigo, identificada con las iniciales M. A. B., relató que conoció a la familia de Johana en 2010, cuando participaba del grupo de jóvenes que realizaba una olla popular en Plaza San Martín, un espacio que acompañaba a infancias y familias en situación de vulnerabilidad. Marta, Johana y sus hermanos recurrian a este espacio, al igual que otras familias, entre ellas las de N.P, ya mencionada en la causa como una amiga de Johana. Según relató la testigo, esta joven era cercana a Javier Novarini (imputado en otra causa por Johana, señalado allí por ser quien introdujo a la joven a las drogas) y «a los 15 años ya tenía problemas de consumo», patrón que repitió Johana.
“Johana había momentos que yo la veía bien, pero tenía un tema de consumo y tenía momentos más complejos, como cuando estuvo en pareja con Javier Novarini. Cuando estaba con él tenía acceso al consumo”, señaló M.A.B.
La testigo también relató que, tras la desaparición de Johana, acompañó a Marta Ramallo desde los primeros días. Participó de las recorridas, pegatinas de carteles y tareas de búsqueda. En ese marco, decidió revisar las redes sociales de Johana y encontró una cuenta que interactuaba frecuentemente con ella.
Según declaró, se comunicó con esa persona, quien le dijo que conocía a Johana pero que hacía varios días que no la veía. También le contó que mantenían una especie de vínculo, y que días antes Johana le había manifestado que estaba bajo amenaza y le mostró el perfil de quien la hostigaba, a nombre de “Cabezón CGE”.
La testigo afirmó que toda esta información fue presentada en su declaración policial.
El segundo testigo resultó ser W.E, el hombre que la primer testigo había mencionado que interactuaba en sus redes con Johana. El declarante relató que la conoció en febrero de 2017, a través de N.P, a quien ya conocía porque solía tatuarla, una joven que al igual que Johana estaba en situación de prostitución. A partir de entonces, vio a Johana con frecuencia en ese tiempo previo a su desaparición.
Según su testimonio, la joven estaba angustiada por la presión que recibía para visitar a “una persona presa por drogas”, pero ella se negaba. “Ella tenía miedo de lo que podía pasar cuando esa persona saliera”, declaró. En esa línea, relató que Johana le mostró el mismo perfil de Facebook mencionado: “Cabezón CGE”.
El testigo también aseguró que, según lo que le contó Johana, N. había tenido “un problema con un tal Celia”, y por ese motivo no podía volver a “la esquina donde ejercían la prostitución”, porque “la iban a lastimar”.
La próxima audiencia será luego de la feria judicial, a partir del 10 de agosto. Se espera que continúen las declaraciones testimoniales antes del inicio de los alegatos.