#YoNoParo

Por Estela Díaz*

Continuamos con paritarias libres, garantizadas desde la asunción de Néstor Kirchner a la presidencia. En particular este año, se están cerrando negociaciones que contribuyen para recuperar poder adquisitivo respecto del año pasado. En especial, tenemos resultados como el sector de bancarios o la OUM, que lograron incluir un reclamo histórico del movimiento sindical: la participación en las ganancias para trabajadores y trabajadores. Hasta el momento era un logro que sólo tenía el sindicato del neumático afiliado a la CTA.

No podemos eludir un análisis del contexto internacional y regional. La crisis sigue vigente y en especial la situación de Brasil tiene impactos fuertes para nuestra región. Es justamente en el país vecino donde se están tomando medidas de ajuste que afectan los intereses de la clase trabajadora. Por el contrario, el Gobierno argentino define seguir poniendo el centro en la protección del empleo, definiendo medidas contracíclicas de protección de mercado interno, garantizando las paritarias para recuperar poder adquisitivo frente a la rapiña de los poderes económicos de facto que intentan, con la presión inflacionaria, seguir teniendo ganancias extraordinarias.

Todos los paros son políticos, porque es política la acción del sindicalismo y el movimiento obrero. Siempre lo fue. La pregunta que debemos hacernos en este caso es a quién beneficia la decisión de una parcialidad del sindicalismo para parar en este contexto. Este paro responde a intereses patronales y electorales, no a los intereses de la clase trabajadora. Por eso, también sería interesante que los sindicatos del transporte garanticen “pase gratis”, así afectarían a las patronales –que se supone es a quienes reclaman, ¿no?– y permitirían que el resto de los sectores del trabajo decida libremente si quieren o no parar.

Vamos a seguir sosteniendo que el principal problema siguen siendo los elevados niveles de informalidad laboral, las brechas que persisten de discriminación para las mujeres trabajadoras, la necesidad de avanzar en licencias que contemplen las responsabilidades familiares compartidas y políticas de cuidado, poner límite a las tercerizaciones, la participación en las ganancias, las comisiones mixtas de salud y seguridad, y también una reforma tributaria integral, que contemple los cambios necesarios en el impuesto a las ganancias. Podemos seguir en una agenda amplia, que se abordará desde la movilización de todos los sectores de trabajo. Incluso, cuando es necesario, con paros por sector. Pero esa movilización constante no tiene al paro general como horizonte contra el Gobierno, porque es justamente este Gobierno el más comprometido con el empleo y la inclusión.  Por eso no paramos. Porque están parados en la vereda de enfrente de los verdaderos problemas y necesidades que todavía tenemos las trabajadoras y trabajadores.

*Secretaria de Género CTA


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