Vidal le da la espalda a los juicios por crímenes de lesa humanidad 

Por Alejandro Palladino

Entre los distintos ajustes para achicar el Estado, el Gobierno de María Eugenia Vidal, en sintonía con su par nacional Mauricio Macri, lleva adelante un sistemático desarme en materia de derechos humanos. Las principales medidas fueron dirigidas a la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia: despidos de empleados, intención de privatizar el área de limpieza y la reciente disolución, el jueves pasado, de la estratégica Dirección de Políticas Reparatorias, encargada de querellar en los juicios de lesa humanidad y acompañar a víctimas y familiares de la última dictadura, además de las investigaciones correspondientes para avanzar en la búsqueda de verdad. Ante este panorama, delegados de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de la Secretaría de Derechos Humanos provincial y del Consejo Provincial de ATE realizaron ayer una movilización desde la sede de la Secretaría de Derechos Humanos, en La Plata, hasta la Secretaría General de la gobernación bonaerense, en 7 y 50.

Allí, mediante una radio abierta en pleno microcentro platense, expusieron sus críticas ante el avance de Vidal sobre las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, que confirmaron la frase que marcó cómo lee el macrismo la historia argentina y que fue parte de la denominada campaña del miedo: “los derechos humanos son un curro”.

“Nos preocupan los despidos, el vaciamiento y cómo continuarán los juicios por crímenes de lesa humanidad», dijo Emiliano Hueravilo, referente del Área de Derechos Humanos de ATE. “La Secretaría (disuelta por el Gobierno bonaerense) tenía protagonismo en las querellas, y la política de Vidal va camino a cerrar esas cuestiones”, sostuvo el dirigente.

En la esquina de 7 y 50, con el grito al unísono de “vamos a luchar contra los despidos de Vidal”, desde ATE repudiaron el desmantelamiento de las políticas de Memoria: “No caigamos en este engaño de la justificación de los despidos por ñoquis. Denunciamos estas decisiones arbitrarias para cerrar programas que son reparaciones históricas a los compañeros que han sufrido el genocidio de la última dictadura. Denunciamos que a cuarenta años de haber recuperado la democracia, el Gobierno de Vidal quiere dar por tierra infinidad de derechos adquiridos no sólo por los trabajadores de la Secretaría, sino por el pueblo argentino”.

Por su parte, el abogado que impulsa las querellas por los juicios bonaerenses, Maximiliano Chichizola, mostró su preocupación por el espaldarazo del Ejecutivo bonaerense a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia. “Como abogado de la Secretaría, hoy no sabemos si la provincia va a seguir querellando en los juicios de lesa humanidad. Es una incertidumbre total. Por eso estamos en estado de alerta”.

“Es una lucha en la que no podemos dar un paso atrás en este camino de cuarenta años de democracia contra el terrorismo de Estado. Que el poder Ejecutivo querelle en los juicios por crímenes de lesa humanidad es un pilar fundamental en la lucha. El Poder Ejecutivo tiene que querellar porque es un reconocimiento a la lucha de estos cuarenta años”, enfatizó Chichizola a Contexto.

La de ayer fue la primera movilización que contó con la declaración provincial de carácter regional en La Plata por parte del sindicato, con otros organismos provinciales nucleados en el mismo sindicato que se adhirieron en apoyo a la situación de los trabajadores de la Secretaría de Derechos Humanos. Además, ayer se cumplió una semana y media de paro en la Secretaría ante el preocupante estado en que se encuentran sus trabajadores.

Luego de asumir Santiago Cantón como secretario de Derechos Humanos bonaerense, los veintiún trabajadores despedidos no tuvieron noticias de su condición laboral. “Evidentemente no somos una prioridad. De lo contrario, esto estaría resuelto hace mucho tiempo”, dijo Cintia Nucifora, delegada de ATE y trabajadora de la Secretaría de Derechos Humanos provincial.

La delegada informó a Contexto que los veintiún trabajadores de la Secretaría tienen un expediente en curso desde la gestión anterior para pasar a planta permanente, pero para que llegue allí lo que resta es la firma de la gobernadora y del ministro de Economía bonaerense. Con eso pasarían a regularizar su situación laboral. Sin embargo, desde el circuito de Vidal no han dado la más mínima noticia, a pesar de la delicada situación de los trabajadores. Lucifora también afirmó que en el último presupuesto aprobado para el Gobierno provincial figuran los puestos de trabajo ignorados por Vidal.

“Tomamos esta medida porque consideramos que lo que les está pasando a los compañeros es gravísimo», sostuvo Lucifora, que apuntó a la justificación que utiliza el macrismo para echar trabajadores del Estado. “Si realmente estuvieran identificando ñoquis, no serían justamente los trabajadores de limpieza, que son los primeros que ves cuando entrás a una dependencia. Son excusas para achicar el Estado. Si es de otra manera, como ellos dicen, que lo demuestren”.

En el caso particular de los trabajadores del área de limpieza, que son diez, el Gobierno de Vidal busca delegarlos a una empresa privada que se encargue de su contratación. El Gobierno decidió también renovarle sólo por tres meses a los trabajadores que no son de limpieza, que pasarán a estar en “supervisión”, y luego de ese plazo les dirán si siguen o no. No fueron definitivamente echados por la mediación sindical. Por su parte, los de limpieza pasan a ser privatizados. Esa doble medida de Cambiemos provocó el paro de ATE. “Los compañeros saben lo que es trabajar para las empresas, y lo que son las condiciones de explotación que vivieron; ellos no quieren volver con las empresas y nosotros como sus compañeros no lo vamos a permitir, porque los vimos trabajar en esas condiciones”, dijeron a este medio desde el sindicato. “Faltan dos firmas para regularizarnos, y mientras tanto el Estado hace negociados”, dijeron los trabajadores.

“Cuando llegaron las nuevas autoridades a la Secretaría de Derechos Humanos, automáticamente tomaron la decisión de cambiarnos a una empresa privada, a pesar de que a nosotros nos faltaban sólo dos firmas para pasar a planta permanente en el Estado, dijo a Contexto Adrián Obregoso, trabajador en limpieza de la Secretaría.

“Entramos a una empresa de limpieza y no vamos a cobrar el mismo sueldo. Nos quieren pagar menos de la mitad y por las mismas horas. Para ganar lo mismo, quieren que trabajemos el doble de horas de lo que trabajábamos antes. Tuve la experiencia trabajando en una empresa ocho años. Te cambian los horarios, te explotan y te pagan dos mangos”, cerró Obregoso.


 

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