Por Roberto Álvarez Mur
En consonancia con la serie de bajas que sufrió el servicio de tren a los pueblos del interior en los últimos meses, la localidad bonaerense de Laprida ya lleva casi un mes con el ramal a Buenos Aires cancelado. Quienes antes pagaban 150 pesos por el pasaje de ferrocarril, ahora deben recurrir al micro, cuyo costo es de 600 pesos.
“Por supuesto que a una localidad como la nuestra le genera un gran efecto. Hay que considerar que las distancias que tenemos nosotros a un lugar tan importante como Buenos Aires, que son más de cuatrocientos kilómetros, el costo es muy caro. Los comerciantes y los estudiantes son los más afectados”, dijo a Contexto el concejal local del Frente para la Victoria, Cristian Sampayo, desde cuyo bloque manifestaron preocupación por esta baja en un servicio que representa parte fundamental del uso de los habitantes.
“Ahora la gente debe acudir a la Ruta 3, que es una de las que más accidentes tiene, camino a Buenos Aires. El servicio es muy usado en Laprida por estudiantes que están en La Plata o Capital Federal, o comerciantes que van a buscar insumos a Buenos Aires. El propio intendente mencionó que alrededor de 250 personas de manera mensual hacen uso del servicio. Teniendo en cuenta la población de Laprida, es mucho”, explicó el periodista de la ciudad, Nicolás Farina.
En esta línea, Sampayo agregó: “Si bien argumentan desde el Ejecutivo que se canceló por cuestiones de seguridad por falta de obras, tampoco nos han ofrecido alguna medida de solución alternativa. En otros casos de obras que detuvieron el servicio habían puesto micros para remplazar”. Desde el Concejo Deliberante local dijeron que existía la posibilidad de implementar un ferrobus que trasladara a los usuarios hasta Olavarría y, desde allí, recién generar un empalme con el tren de esa zona. La medida no pasó de ser una sugerencia y, por el momento, los lapridenses llevan casi un mes sin tren.
Esta cesantía en el servicio va de la mano con la suspensión que la gobernadora dictaminó sobre Ferrobaires, encargada de proporcionar los destinos a diferentes puntos clave de la provincia.
Ferrobaires, creada en 1993 por el gobierno provincial, debe cumplir ocho recorridos desde Retiro, Constitución y Once a través de las líneas San Martín, Sarmiento y Roca, con destinos finales en las localidades de Junín y Alberdi, Bragado y Pehuajó, 25 de Mayo, Tandil, Bahía Blanca, y Mar del Plata y Pinamar que no funcionan desde hace tiempo.
A raíz del choque que se produjo el 30 de junio a la altura de la localidad de Rawson en el tren que iba de Junín a Retiro, el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia “resolvió suspender todos los servicios ferroviarios prestados por la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial (Ferrobaires), con el objetivo de preservar la seguridad de los usuarios y operarios del servicio”, según un comunicado del Gobierno de Vidal.
La decisión de la gestión de Vidal de cancelar estos ramales es advertida en la comunidad como una manera rápida de limpiar la mala imagen legada por el accidente, pero que no muestra soluciones integrales al problema.
“Falta comunicación oficial, no hay un programa de obras que plantee una mejora de servicios. Además, si el problema es la seguridad, viajar en micros no nos garantiza que ahora sí vamos a viajar seguros. Por más que nos cobren seiscientos pesos el boleto, tiene las mismas deficiencias y, en algunos casos, incluso más preocupantes”, agregó el concejal Sampayo.
El Bloque del Frente para la Victoria ratificó que “seguirá luchando para que los lapridenses tengan el servicio del tren, que debe mejorar y mucho”, pero que “perderlo es retroceder a épocas tristes de la Argentina”.