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Vecinos de La Loma preocupados ante la acumulación de hojas

Por Eliana Abril Magro

El barrio La Loma, una de las zonas más perjudicadas durante el recordado 2 de abril de 2013, es una zona inundable, ya que está en desnivel desde el Parque Alberti (25 y 38) hasta la Av. 31. Por lo tanto, es habitual que cuando llueve el agua sobrepase el cordón de las veredas e incluso entre en algunas propiedades.

Si a esta problemática se le suma una limpieza poco frecuente, el resultado es preocupante. «Ya desde antes de la cuarentena los barrenderos pasaban solo una vez a la semana, pero ahora están cayéndose las hojas y necesitamos que pasen más seguido», expresó Laura, una frentista de la calle 37.

La falta de limpieza se extiende por los distintos barrios de la ciudad de La Plata, y sobre todo en los alrededores. Lo que también crece es la indignación de los vecinos.

«Los barrenderos no están pasando. si nosotros no juntamos las hojas no las junta nadie. si llega a llover nos volvemos a inundar»

«Los barrenderos no están pasando. Si nosotros no juntamos las hojas no las junta nadie. Si llega a llover nos volvemos a inundar», remarcó un vecino del barrio. Además, agregó que intentó comunicarse telefónicamente al 147 (Atención al vecino) y, si bien atendieron el teléfono, luego le cortaron sin brindarle una solución.

El pedido de los vecinos es simple: necesitan que se refuerce la limpieza a raíz de la acumulación de hojarasca propia de la estación. Algunos intentan ayudar y salen con sus escobas y rastrillos. Otros reclaman que es una labor de la Municipalidad y que pagan sus impuestos para tener ese servicio, por lo que de ninguna manera van a realizar ese tipo de tareas.

La respuesta de la Municipalidad

A fines de abril, la Municipalidad de La Plata anunció que habría más camiones y personal a disposición. Se informó que «actualmente está trabajando un cuerpo activo de 550 personas en el barrido dentro del casco, de las cuales un total de 450 realizan tareas de limpieza en las cuadrículas y otras 100 se dedican a los espacios verdes de la ciudad (plazas, parques y el Bosque)», pero nada se dijo de los barrios que no pertenecen al casco urbano. Mucho menos se consideró a aquellos barrios que ni siquiera tienen bocas de tormenta y que realizan zanjas para evacuar el agua.

Además, anunciaron la implementación de camiones compactadores para optimizar las tareas de limpieza. Pero en las calles el panorama es desalentador: se siguen visualizando las grandes pilas amarillas, hechas por vecinos que salen a barrer y rastrillar.

El mundo del revés

En reiteradas oportunidades, ingenieros forestales y agrónomos urbanos informaron que los espacios verdes no deben limpiarse por completo. Paradójicamente, se puede ver a los trabajadores recogiendo las hojas caídas en las plazas y parques de la ciudad.

De hecho, desde la Municipalidad informaron que casi el 20% de los trabajadores se dedica exclusivamente a limpiar plazas, parques y el Bosque platense. Por lo que, además de ser contraproducente, menos trabajadores se abocan a las tareas que realmente necesita la ciudad.

La otra cara de la moneda

Los vecinos exponen que pagan una abultada suma de dinero por mes para así tener los servicios públicos de recolección de residuos, alumbrado, limpieza, etcétera. Sin embargo, no solo ven que las prestaciones son deficientes, sino que también observan que a los barrenderos no se les da lo necesario para hacer su trabajo.

Las bolsas de residuos que les dan son escasas, por lo que no alcanzan ni siquiera para cubrir la mitad de la zona asignada. Este sería otro problema por el que las hojas se acumulan.

En lo que respecta a la seguridad de los trabajadores, muchos no cuentan con guantes, primordiales para cuidar su salud, ni chalecos reflectores para ser vistos en la oscuridad de la noche.