Por Gabriela Calotti
Agentes municipales acompañados por efectivos de la Policía local intentaron desalojar nuevamente a vendedores ambulantes del centro de la ciudad, pero sólo alcanzaron a levantar a uno de ellos, un “hombre mayor” que desde hace años vende fruta junto a su familia en calle 7. Ante la llegada de los uniformados, que, según un testigo, superaban la docena, el resto de los vendedores cortó la esquina de 7 y 47 en señal de protesta.
“Yo vengo a trabajar, no vengo a robar”, dijo el hombre a TVU, el canal de televisión de la Universidad Nacional de La Plata, mientras se acomodaba el abrigo en esta fría mañana. Con más de 65 años en la venta ambulante, dijo que no entendía la presencia policial “porque nosotros no somos violentos” .
¿Y qué hace si no viene acá? La respuesta es más que evidente, pero parece que la Municipalidad que dirige el macrista Julio Garro, que no titubeó a la hora de labrarle un acta por infracción por venta ambulante, hace oídos sordos.
“Si no vengo acá, me muero de hambre”, sostuvo el hombre, cuyos hijos y nietos también trabajan como vendedores ambulantes porque es lo que han hecho toda la vida.
Al referirse a lo ocurrido en el centro platense, Walter, un vendedor de medias testigo de lo que pasó, explicó a Contexto que “esta mañana hubo un nuevo conflicto. Vino la Municipalidad con la Policía y con Telefé noticias y levantaron a un hombre grande que vende fruta cerca del Banco Nación», en la esquina de 7 y 48.
“el municipio no ofrece alternativas. Si nos sacan de acá, nos dejan sin trabajo. Quedamos desocupados.”
“Muchos desarmaron y después volvieron a armar” los puestos, precisó, antes de asegurar que “con esta gestión municipal viene pasando seguido”, tal como lo difundió Contexto en reiteradas ocasiones.
Según Walter “el municipio no ofrece alternativas. Si nos sacan de acá, nos dejan sin trabajo. Quedamos desocupados”, sentenció este hombre a cargo de una familia de cuatro personas y un bebé en camino.
“Nosotros vamos a seguir estando acá porque no molestamos a nadie”, sostuvo Walter.
Según la Confederación de la Mediana Empresa (CAME), en La Plata hay unos 2.000 trabajadores que viven de la venta callejera, de la que provienen sus ingresos mensuales, por no decir diarios.
Sin embargo, desde la Comuna platense vienen advirtiendo desde hace meses que tienen intenciones de levantar todos los puestos callejeros, empezando por los ubicados en el tramo de la avenida 7 desde Plaza Italia hasta Plaza Rocha.
En ese sentido, la concejala radical del Frente Cambiemos Florencia Rollié presentó semanas atrás un proyecto que busca crear el programa de Verificación de Ocupación de Vía Pública Sistemática (V.O.V.P.S.) “debido a la proliferación de la venta ambulante en la ciudad de La Plata”, según una copia del mismo a la que tuvo acceso Contexto.
Fuentes del despacho de la concejala Rollié confirmaron que el proyecto “será tratado luego del receso invernal”.
La edil considera que “la venta ambulante destruye empleos formales existentes en los sectores comerciales de nuestra ciudad» y que «genera el desarrollo de verdaderas mafias que terminan explotando a personas vulnerables de trabajo e ingresos».
En opinión de la concejala oficialista, «estas redes constituyen enormes negocios basados en el contrabando y la venta ilegal de productos de dudosa procedencia».
A modo de ejemplo, el proyecto contempla en primer lugar la instalación de “cámaras de seguridad que registren la cobertura visual de las veredas que estén sujetas a supervisión por existencia de antecedentes en ocupación ilegal y operaciones de compra-venta realizadas en la vía pública”.
“En lugar de eso, la concejal Rollié debería reglamentar nuestro trabajo. Que nos dejen trabajar”, sostuvo el vendedor ambulante desalojado el jueves de su espacio de trabajo cotidiano.