«Un solo cachetazo de ellos me da fuerzas para gritar diez veces más: devuélvanme a Johana”

“Señora Gobernadora, me dirijo a usted a fin de solicitarle una audiencia por la desaparición de mi hija Johana Ramallo”, expresaba la presentación por escrito dirigida a María Eugenia Vidal que este jueves realizó Marta Ramallo, madre de Johana, la joven platense de 23 años que lleva desaparecida más de tres meses, sospechada de haber caído en las manos de una red de trata.

La presentación fue realizada en el palacio de Gobernación de la Provincia de Buenos Aires, aunque sin ser recibida por ninguna autoridad pertinente que facilitara la vía de acceso a Vidal. En cambio, Marta Ramallo manifestó haber sido “tratada con violencia”, con “un policía que la escoltó al ingresar al edificio”.

“No es posible que, siendo víctima, madre de una chica que lleva tres meses desaparecida en La Plata, me hagan seguir con un oficial. Este maltrato lo estoy recibiendo desde el día uno de la investigación por Johana”, dijo a Contexto la madre de la joven que lleva 106 días desaparecida, en el marco de una jornada de acompañamiento donde participaron agrupaciones políticas como Las Rojas y Pan y Rosas, agrupaciones estudiantiles como la Rodolfo Walsh de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social o el movimiento estudiantil Liberación, el área de Género e Igualdad de Oportunidades de CTA, entre otros.

El texto presentado por Marta Ramallo, en compañía de la referente de la Secretaría de Género de la Facultad de Periodismo Flavia Delmas, fue leído al público durante la radio abierta que se realizó frente a Gobernación.

“Pese a que desde la primera entrevista le expresé a la fiscal (Betina Lacki) que era imposible que Johana se ausentara del domicilio familiar por su propia voluntad, las líneas investigativas apuntaron a una simple búsqueda de paradero, sin recurrir a investigaciones que requieran la complejidad que amerita el tipo de delito del que puede ser víctima mi hija, como la trata y el proxenetismo”, sostiene el documento que fue leído por Mirta Bruno, integrante de la Red de Monitoreo de Políticas Públicas para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.

Desde el inicio de la investigación, Marta y sus abogados comenzaron a barajar la hipótesis de que la joven fuera víctima de una red de trata, teniendo en cuenta que fue vista por última vez en 1 y 63, conocida como la zona roja de La Plata, y porque era “víctima del sistema prostituyente”. Sin embargo, el pedido formal del cambio de caratula y de que la Policía bonaerense sea apartada de la investigación fue descartado por la fiscal Lacki.

En la causa de la desaparición de Ramallo, producida a pocas cuadras de la Comisaría 9° de La Plata, declararon más de ocho personas identificadas como proxenetas, y aun no hay pistas que direccionen la investigación.

Por su parte, Marta Ramallo repudió la falta de atención por parte de la Justicia, de quienes señaló el ninguneo del caso al no ponderar la posibilidad de un secuestro por causa de trata, como también señaló la falta de atención del oficialismo político.

“Tiempo atrás recibí un mensaje de (Carolina) Píparo diciendo que quería reunirse conmigo, que quería sacarse una foto con el cartel de Johana. Yo no necesito ni quiero hacer una campaña política, ni candidatos usando la imagen de mi hija como campaña. A Píparo le pedí que me acerque por favor a Vidal, y lo único que me dijo fue que era imposible”, manifestó Marta.

El colectivo feminista Las Azucenas también acompañó la jornada de ayer frente al palacio de calle 6. Su referente y sobreviviente del Centro de Detención Clandestino “La Cacha”, María Laura Bretal, dijo a Contexto: “Ni el intendente Garro ni la gobernadora Vidal se han acercado a hablar con la madre y familiares en estos tres meses. Evidentemente hay una desidia y falta de búsqueda deliberada, tal como sucedió con el caso de Santiago Maldonado”.

La madre de Johana agregó: “La lucha no es sólo por Johana, sino por todas las pibas que están desaparecidas en la ciudad de La Plata. Ni un funcionario, ni Garro, se solidarizaron conmigo, pero no me van a callar. A mí, un solo cachetazo de ellos me da fuerzas para gritar diez veces más: devuélvanme a Johana”.


 

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