Un lugar con parlantes: Juan Pedro Dolce

Por Ramiro García Morete

El oriundo de Saladillo y radicado en La Plata destaca por su sensibilidad para poner en valor la canción (propia y ajena) y arroparla sutilmente, muchas veces con una delicada combinación de recursos electrónicos y sonoridades acústicas. A la par de haber presentado recientemente el videoclip de «Amigo» (un cortometraje animado que acompaña el quinto single de su segundo álbum), el músico reflexiona sobre el oficio.

1) ¿Qué entendés por producción musical?

Producir una música supone un duelo. La pérdida del estado anterior de las cosas es inevitable. En el crecimiento y la expansión siempre algo se pierde. Aquello que era ya no lo es. El desafío del viaje de la producción musical es identificar la esencia de la canción en su estado primario, o en todo caso elegir los elementos esenciales con los que entramos en resonancia, e intentar sensibilizarse en todo el proceso de crecimiento del arreglo y la producción para que esa pérdida sea la menor posible, sea (quizás) consciente. Por esa doble puerta de expansión (de crecimiento) y de pérdida (de duelo) se abre su propio camino la canción.

2) ¿Podrías dar tres claves sobre la misma?

Creo que como dije antes, el punto al que yo le doy más relevancia es al de sensibilizarse en lo que trae la canción ya en su estado primario -sea esta propia o de otre artista-. La canción ya es un diamante antes de someterla al trabajo de arreglo y de producción. Entrar en resonancia con todo lo que la canción trae, para mí, es la parte más importante. Darle al proceso el tiempo que necesita para que une como productxr de esa música le encuentre su sustancia. El ego puede jugar fuerte en ese momento y puede en automático desplegar sus mecanismos y forzar el destino de esa canción hacia un lugar que muy probablemente no sea el más orgánico. Otra «clave», para mí, es animarme en cada nuevo proceso a descubrir nuevos procedimientos, nuevas formas de hacer. No caer en la repetición, pero no solamente por valorar lo que le posibilita a une la experiencia renovada, sino porque cada canción o cada álbum va a necesitar su propia forma, única. Porque hay mil variables en juego que les son propias y exclusivas, entonces pretender que la «cadena de producción» (con todo lo que eso implica, recursos tecnológicos, humanos, conocimientos, metodologías, emocionalidad, vincularidades, etc.) funcione sensiblemente para todos los casos es a mi criterio un grave error. No quiere decir que así no se pueda resolver. Pero creo que por esa vía se pierde mucho y de lo más importante que es lo personal, lo diferenciado y lo genuino.

3) ¿Tenés alguna rutina o metodología de trabajo?

Un poco hablé sobre esto en la pregunta anterior. Trato de no caer en rutinas, intento divertirme en el proceso. Las rutinas en la creación artística me terminan desencantando y aburriendo. Trato de mantener la frescura y la diversión (insisto). Obvio que tengo mis metodologías, mis formas de trabajar, pero intento ir dialogando con la necesidad que surge de cada proceso, y desde ahí poner en juego lo creativo en la búsqueda de soluciones o respuestas a esas necesidades.

4) ¿Te reconocés en algún estilo, género o territorio en particular?

Me cuesta hablar de estilos o géneros. Pero sí podría decir que me gusta mucho trabajar en la mixturas de las sonoridades acústicas con los universos tímbricos, rítmicos y texturales producidos con la compu. Eso me divierte muchísimo. Me encanta el mundo acústico. Es un terreno infinito, con sus tímbricas, sus especialidades. Hay tanto por seguir explorando ahí. Realmente me apasiona, pero a su vez también me encanta lo electrónico y lo digital. Amo programar música, experimentar. Todo vale en el mundo de la producción musical, y cuando trabajo en músicas en las que esos mundos se juntan -que es lo que vengo explorando mucho como productor y también en mi proyecto solista- realmente me siento muy bien. Es un estado hermoso de exploración y de juego.

5) ¿Te acordás de la primera vez que una canción o artista te interesó por algo que fuera más allá de la canción?

Sí, The Beatles, recuerdo en la adolescencia ya flashear con sus texturas, sus exploraciones tímbricas, sin ser obviamente tan consciente de que se estaba jugando ahí. Pero ya me estaba sucediendo algo internamente, se estaba despertando algo. De todos modos, a esas mismas músicas las escucho hoy y cada vez tienen más riqueza, cada vez tienen más para darme.

6) ¿Qué programa o software usas? ¿Por qué?

Uso Reaper, desde hace más de 10 años quizás. Antes de eso usaba Nuendo. También uso Ableton Live. De hecho, muchas veces trabajo con los dos programas juntos conectados por ReWire.

¿Por qué? Porque es el que me resulta más cómodo, más práctico. La gran mayoría de los DAWs hoy día te permiten trabajar de manera profesional. Cada une elige en función de sus gustos y sus necesidades.

7) ¿Cuánto hay de la pre y de la pos en un resultado?

Voy a decir algo quizás políticamente incorrecto, para mi el orden de importancia es de atrás hacia adelante en la cadena de producción. Es decir, lo más importante es la canción, después el arreglo, la prepro, la grabación/producción, la mezcla y en último lugar el master. Aclaro que no estoy diciendo que el master no sea importante, pero ¿qué le podés pedir a un mastering genial de una canción sin alma?

8) Tres productorxs favortixs

No tengo productorxs favoritxs, hay miles de canciones que me encantan y no sé quien las produjo, no me enorgullece esto pero es mi realidad.

9) Una canción que te guste particularmente por su producción…

Parece que vengo pateándola afuera en todas, ja. No recuerdo que una canción me haya gustado particularmente por su producción, para mí es un todo, me tiene que gustar lo que suena, y lo que suena es un resultado de muchas cosas.  Ojo que «sonar bien» en mi imaginario no es una sola cosa. De hecho todo lo contrario. Tiene infinitos significados. Creo que primero me tiene que gustar la canción y después la producción. Y cuando están las dos cosas probablemente sean de esas músicas que las escucho y disfruto un montón, digamos de mis músicas favoritas.

10) ¿Hay alguno sonido que te guste particularmente y otro que te moleste?

Me gusta el sonido del viento en el follaje del bosque, y me molesta el sonido del despertador. Sepan disculpar los lugares comunes.

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