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Trump: el discurso del odio

Con tono mesiánico, durante su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con “destruir totalmente a Corea del Norte”, aseguró que no levantará el bloqueo contra Cuba, tildo de “dictadura” al gobierno de Venezuela y atacó a Irán y Siria.

El mandatario norteamericano también envió un mensaje al resto de los países al asegurar que “Estados Unidos paga el 22% del presupuesto” (para el funcionamiento de Naciones Unidas), y que el pueblo norteamericano espera que ese organismo sea “más eficaz”.

Trump catalogó como “depravado” al gobierno norcoreano y aseguró que “está hambreando a millones de norcoreanos y oprimiendo y torturando a muchos más”.

“Corea del Norte está desarrollando armas nucleares y pone en peligro a todas las vidas humanas”, afirmó.

Luego lanzó su amenaza: “No queremos ver a esta banda de criminales armados con misiles nucleares. Estados Unidos tiene gran fortaleza y paciencia pero, si nos vemos forzados a protegernos o a nuestros aliados, no tendremos más opción que destruir totalmente a Corea del Norte”.

Tras la amenaza al gobierno norcoreano, Trump comenzó a atacar a Irán. “El gobierno iraní enmascara una dictadura bajo la forma de una democracia falsa”, señaló.

El mandatario afirmó que Irán “está financiado a Hezbolá y a otros terroristas que matan a los israelitas y a sus vecinos árabes. También ayudan a la dictadura de Bashar al-Assad, alimentan la guerra civil en Yemen y socaban la paz en todo Medio Oriente”. “Todo el mundo entiende que el pueblo de Irán quiere el cambio”, remató.

El mandatario norteamericano dejó para el último tramo de su discurso los ataques a los países de la región. “Estados Unidos ha enfrentado el corrupto régimen desestabilizante de Cuba […] No levantaremos las sanciones [el bloqueo]”, remarcó.

Luego agregó que “la dictadura de Nicolás Maduro ha infligido terrible dolor y sufrimiento al buen pueblo de esa nación, imponiendo una ideología fallida”.

“No nos podemos quedar cruzados de brazos. Como vecinos responsables tenemos un objetivo que es ayudarlos a recuperar su país, su libertad y restaurar su democracia”, aseguró.

En el cierre, y como no podía ser de otra manera en el marco de un discurso digno de una cruzada contra los pueblos y los gobiernos “infieles”, Trump se despidió con la frase: “¡Dios bendiga a Estados Unidos!”.


 

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