En la madrugada del domingo, un grupo de paramilitares fuertemente armados intentó ingresar a Venezuela a bordo de lanchas rápidas, pero fue repelido por fuerzas militares y de seguridad. El enfrentamiento dejó ocho muertos y varios detenidos. El gobierno venezolano denunció que el grupo estaba impulsado por el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con apoyo del gobierno del colombiano Iván Duque.
El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, aseguró en rueda de prensa que «uno de los detenidos es un narcotraficante, agente de la DEA, dicho por él mismo, agente de la DEA, y no solo dicho por él mismo sino demostrado por operaciones que hizo. Da tristeza que quienes se llamen venezolanos sean financiados por el narcotráfico, por el dinero de la droga». «Detrás de esta gente están los mismos que intentaron, con Clíver Alcalá, asesinar a Nicolás Maduro, promovidos desde Estados Unidos y entrenados en Colombia», afirmó.
Cabello señaló luego en Twitter: «#VenezuelaInexpugnable lanchas rápidas, mercenarios, armas de gran calibre, vehículos con ametralladoras instaladas, narcotráfico apoyando una operación: escena para asesinar a un Pueblo que sólo pide Paz, volvieron a subestimarnos, no han podido ni podrán. Nosotros Venceremos!».
Contexto dialogó con Juan Romero, vicepresidente del Consejo Legislativo del Estado Zulia y secretario de Asuntos Fronterizos. Explicó que «en el marco de la pandemia hemos incrementado las medidas de seguridad. Primero, porque en Colombia, en espacial en los departamentos vecinos al estado Zulia, en la Guajira, particularmente en la zona de Maicao y Riohacha, es donde hemos detectado mayor actividad de tipo paramilitar».
«El narcotráfico ha tomado el control de la Guajira, presionando para ello a los grupos indígenas para que progresivamente se incorporen a su dinámica de tráfico de drogas. En ese lugar ya hace muchos años se ha consolidado la formación de grupos armados ligados a las transnacionales asociadas a la explotación de las minas de Cerrejón, en el límite fronterizo», sostuvo.
Romero señaló que «esta incursión que hoy vimos es parte de estas estructuras. Son grupos paramilitares entrenados en Riohacha y Maicao que se han movido hacia la zona de Aruba, Curazao y Bonaire, con apoyo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte [OTAN], en el marco de un tipo de operaciones que se conocen como ‘black operation’ [operación negra], destinada a objetivos políticos».
«Estos paramilitares eran parte de un grupo de un exmilitar venezolano, un desertor, el mayor Clíver Alcalá, quien había estado con responsabilidades civiles-militares en el estado de Zulia. Seguimos atentos, porque sabemos que en medio de esta pandemia, y de las acciones que nosotros estamos haciendo para contenerla, pueden realizar operaciones como la de hoy, operaciones encubiertas que están destinadas a generar caos y desorden a través de asesinatos selectivos», remarcó.
El dirigente afirmó que «en el caso de la frontera, en Zulia hemos aumentado nuestra atención y el gobierno nacional sigue en estado de alerta. Atender la pandemia no significa que descuidemos la defensa integral de la nación».
«Nos ha ayudado mucho una estructura que hemos creado, que son los Órganos de Dirección de Defensa Integral (ODDIN), que aborda temas de inteligencia, seguridad y defensa, y también todos los temas de servicios públicos que hemos considerado fundamental atender, como alimentación, transporte, electricidad, agua, gas y salud. Son órganos que funcionan en todos los estados, los encabezan los gobernadores, los integran autoridades militares», explicó.
Romero concluyó que «las redes de inteligencia nos permitieron advertir a tiempo las acciones paramilitares destinadas a generar desestabilización».
