Repudiaron orden municipal de destruir una intervención artística en Plaza Rocha

Por Gabriela Calotti

Ediles de la ciudad repudiaron esta semana la orden municipal de destruir una instalación artística titulada “30.000 veces/voces, intervención artística contra el olvido”, presentada hace dos semanas en Plaza Rocha por alumnos, sus familiares y docentes de la Escuela de Estética Nº 2 de nuestra ciudad, en el marco de la IV Bienal de Arte y Cultura organizada por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), en el año del 40º aniversario de la dictadura cívico-militar y de la Noche de los Lápices.

La iniciativa, que consistió en colgar de los árboles 30.000 sobrecitos con dibujos que los chicos habían hecho en su interior y el sello “Treintamil” en la parte de afuera, tenía el aval de las autoridades educativas. La convocatoria fue exitosa: niñas y niños, padres, hermanitos, docentes, directivos de la Escuela de Estética, vecinos y transeúntes disfrutaron ese sábado y al día siguiente de la muestra que vistió la plaza de alegría y de vida. Pero a las autoridades municipales no les gustó esa alegría y el lunes, por orden municipal, la instalación fue directamente arrasada.

Inmediatamente, los organizadores pidieron explicaciones a Julio Garro por la actitud “tan antidemocrática”, pero hasta el momento solamente recibieron el apoyo de concejales de los bloques del Frente para la Victoria-PJ y FpV-PJ Nacional y Popular, quienes durante la sesión del jueves pidieron un decreto de “repudio al accionar del Departamento Ejecutivo (NdR: de la Municipalidad, es decir, de Garro) por la destrucción de la intervención artística ‘30.000 veces/voces’ contra el olvido”.

“FUE UNA DECISIÓN UNILATERAL Y ANTIDEMOCRÁTICA PORQUE DESTRUYERON ALGO QUE HABÍAMOS HECHO OTROS MUCHOS.”

“Fue una decisión unilateral y antidemocrática porque destruyeron algo que habíamos hecho otros muchos”, afirmó a Contexto la directora de ese establecimiento, Alejandra Bignasco, una de las impulsoras de la iniciativa. “Los sobrecitos, que habían sido colgados con hilo tanza, fueron literalmente arrancados. Hasta nos han comentado que fue con sopletes y me pregunto cómo es eso en un lugar donde hay árboles”, agregó sin ocultar su indignación, dolor y desconcierto de los niños que esperaban ver en la plaza la tarea que los había convocado con tanto amor y dedicación, y de los vecinos que disfrutaron apena dos días viendo la plaza diferente.

Dentro de cada sobre había mensajes, dibujos, poemas, pensamientos, trozos de vida, y también había silencios, ausencias. “Quienes realizamos esta jornada el sábado 22 de octubre reivindicamos el derecho al uso responsable de los espacios públicos. Como escuela pública, tenemos la responsabilidad de producir hechos artísticos en el espacio público y nuestra ciudad tiene derecho a ser parte de ellos”, afirmaron en un comunicado los directivos, docentes y padres de los chicos que concurren a la Escuela de Estética Nº 2, ubicada a metros de Plaza Rocha.

“LA ACCIÓN DE LA MUNICIPALIDAD TIENE EL EFECTO DEL SILENCIAMIENTO Y EL OLVIDO, COSA QUE NO PODEMOS PERMITIR COMO PUEBLO. LA MUNICIPALIDAD DE LA PLATA DEBERÍA DISCULPARSE POR ESTA ACTITUD TAN ANTIDEMOCRÁTICA.”

“La acción de la Municipalidad tiene el efecto del silenciamiento y el olvido, cosa que no podemos permitir como pueblo. La Municipalidad de La Plata debería disculparse por esta actitud tan antidemocrática”, afirmaron, y pidieron explicaciones sobre lo que hicieron con los sobres.

“Queremos saber cuál fue el destino de los sobres […] Por el derecho a saber qué sucedió con nuestro trabajo. Esperamos que quienes han sido responsables del desmantelamiento de nuestra intervención den las explicaciones y la reparación que corresponde”, sostuvieron en el mismo comunicado.

Al relatar lo ocurrido a este medio, Bignasco explicó que “cuando llegamos a la escuela a la mañana tempranito el lunes vimos que los sobres seguían estando. Vimos que algunos por efecto del viento se habían desprendido y rodaban por la plaza. Entonces decidimos junto a otros docentes juntar lo que estaba tirado o las tiras, que habíamos puesto como guirnaldas. Las sujetamos alrededor de los árboles y dejamos la plaza organizada aproximadamente a las diez de la mañana. Antes de irnos hablamos con dos trabajadoras de cooperativas que estaban en ese momento en la plaza y les pedimos que cuando viniera el supervisor se acercara por favor a la escuela”.

La idea era que los chicos que no habían podido estar presentes el sábado pudieran ver la instalación durante la semana.

“A las once, cuando salen los chicos de la mañana, una de las compañeras vio que habían desmantelado absolutamente toda la plaza”, continuó Bignasco, antes de considerar que “quienes han sido elegidos por el voto popular deberían ser al menos respetuosos de los que piensan de otra forma”.

La docente y dirigente gremial de SUTEBA aseguró que “la mayoría de los padres se acercaron a la escuela para ver qué había pasado, e inclusive los alumnos nos pedían explicaciones. Tuvimos escenas con niños porque las mamás les habían prometido que los sobres iban a estar y entonces muchos niños vinieron a preguntarnos ‘¿Cómo rompieron todo cuando trabajamos tanto?’”.

“Si la gente de las cuadrillas o quien dio la orden por parte del Gobierno municipal de que eso se arrasara se hubiesen detenido a mirar y leer los sobrecitos, como lo hizo tanta gente, al menos deberían ponerse colorados y que algo de la vergüenza los atraviese”, comentó Bignasco.

Desde la Escuela de Estética “esperamos una explicación”, aseguró la directora. “Esto es preocupante. El espacio público es eso. Las plazas nos pertenecen a todos”, afirmó Bignasco.

La Secretaría de la IV Bienal de Arte y Cultura de la UNLP, docentes de distintas escuelas públicas, centros culturales, la CTA de los Trabajadores, H.I.J.O.S. y otros organismos de derechos humanos expresaron su solidaridad y apoyo a la Escuela de Estética Nº 2.

“Vamos a seguir adelante haciendo memoria para los que quieren acompañarnos, y quienes no también nos van a tener que escuchar. ¿Todas las voces no?”, concluyó Bignasco en alusión al eslogan del que hacen gala los funcionarios de Cambiemos.


 

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