Preocupación entre intendentes por la flexibilización de Larreta: «Nosotros priorizamos la vida»

Tras el fallecimiento por COVID-19 de Ramona Medina –residente de la zona porteña de la Villa 31 y militante barrial–, las críticas hacia la gestión de Horacio Rodríguez Larreta se intensificaron ante su intención de ampliar la flexibilización en la CABA, en medio de una curva ascendente de contagios. Las principales preocupaciones llegan de la mano de los intendentes del conurbano, quienes ven en ese escenario un riesgo inminente de infección que se pueda extender en la provincia.

Durante la jornada de ayer fueron varias las voces que dispararon contra las medidas adoptadas por el referente de Juntos por el Cambio, en especial desde los distritos que rodean la ciudad de Buenos Aires y mantienen un estrecho contacto de transporte y población. Los intendentes de los principales cordones productivos bonaerenses temen que un gesto de descuido por parte del gobierno porteño ponga en jaque las medidas de emergencia que la veintena de jefes comunales del conurbano han llevado adelante.

Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes, calificó como un «acto de irresponsabilidad» la medida promovida por Larreta, que incluye la apertura a gran escala de comercios y flexibilización en el uso de transporte público. Si bien el gobernador Axel Kicillof se encuentra abocado a la tarea de conciliar medidas de prevención con CABA, los intendentes presentaron un comunicado para manifestar la preocupación por el impacto que esto podría desencadenar en territorio bonaerense.

«Más allá de que todos estamos trabajando en un marco de unidad, todos tenemos responsabilidad de gobierno sobre nuestro distrito. En mi caso, sobre más de 550.000 habitantes. Y si bien estamos trabajando todos juntos, también debemos marcar las cosas en las que no estamos de acuerdo. Creo que la decisión del Gobierno de la Ciudad no ha sido acertada, para nada. Más aún si es tomada en un momento de curva ascendente de manera absoluta», dijo a Contexto el intendente de Florencio Varela, Andrés Watson, quien el último fin de semana mantuvo una reunión con el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, para avanzar en políticas conjuntas con la gestión de Axel Kicillof.

«Me parece un momento absolutamente inapropiado para impulsar una apertura comercial tan grande sin tomar resguardos. Hoy los resultados se ven en el conurbano, no es casualidad que los intendentes estemos tan preocupados. Ayer en Florencio Varela tuvimos cuatro contagios de vecinos y todos ellos trabajan en Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Casi en un 40%, diría, los vecinos de Varela contagiados son personas que viven en el distrito pero trabajan en CABA», destacó Watson.

En esa misma línea se pronunció el jefe comunal de Ensenada, Mario Secco, una de las voces críticas que más se destacó en las últimas horas ante la Administración de Larreta. «La verdad que estamos muy preocupados. Estamos enfrentando una pandemia unidos porque entendemos, tanto los intendentes del Frente de Todos como de Cambiemos, que debemos resguardar lo que sucede entre ciudad y el conurbano. Sabemos que, en cuanto se infecta una ciudad, empiezan a caer una tras de la otra», expresó el alcalde ensenadense en diálogo con Contexto.

«Nosotros estamos haciendo un esfuerzo descomunal; cuadruplicamos las camas de internación para el coronavirus. ¿Se imaginan lo que pasaría si el virus se desparrama en una ciudad como Ensenada? Nosotros priorizamos a la gente y a la vida, tal como interpretó Alberto Fernández. Estamos hablando con científicos y nos dicen que si el coronavirus llega a Ensenada van a haber 4.800 como mínimo. No hay capacidad para tener esa cantidad de infectados en nuestros hospitales. Por más que yo haga el doble o el triple de lo que hicimos», agregó Secco.

En tanto, el conjunto de intendentes del GBA se mantienen encolumnados tras la directiva de Provincia y destacan la labor de Axel Kicillof, que –en diálogo permanente con Nación– busca mantener la unidad máxima entre los distritos para avanzar con la «cuarentena administrada». De esa manera, se busca que cada territorio mantenga la autonomía para establecer sus propias pautas de aislamiento acorde a la necesidad de cada distrito.

«Los que comandamos los territorios celebramos poder estar muy cerca del gobernador para poder articular el trabajo con los municipios, incluso desde los recursos que tenemos. Se sabe muy bien que se nos están cayendo de una forma tremenda los recursos que tenemos y el gobernador nos está auxiliando en este momento que no es para nada alegre», subrayó Secco.

Cabe destacar que las críticas hacia la laxitud del gobierno porteño en relación con las medidas de aislamiento fueron profundizadas ante el destape de casos de COVID-19 que se masificaron en las villas y barrios populares de CABA. El desborde suscitado en las últimas semanas en la Villa 31 –desoído durante mucho tiempo por las autoridades que luego debieron salir a «blanquear» las cifras de contagios– tuvo su pico de tensión con la muerte de Ramona Medina, ocurrida durante el fin de semana. Una semana antes, Medina había denunciado la falta de agua potable y la carencia de medidas de prevención por parte de la gestión PRO en el barrio a través de un video difundido por La Garganta Poderosa.


 

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