Por Miguel Croceri (*)
Si se tomen en cuenta algunos comentarios muy recientes de voceros empresariales en altos niveles del poder financiero -al menos como información provisoria que puede modificarse rápidamente o no- podría decirse que tal vez los grandes capitalistas de Argentina ya estén pensando en hacer con Javier Milei aquello que expresa un viejo dicho popular: “Te acompaño hasta el cementerio pero te dejo en la puerta”.
Los dueños del poder económico “aplauden” al mandatario nacional porque este último es el ejecutor del sueño húmedo que desde hace décadas desvela a las fracciones dominantes del capitalismo local: destruir la capacidad de intervención del Estado en la economía para que nada moleste a sus intereses, y a la vez destruir la fortaleza de las clases populares de modo que las clases propietarias puedan apropiarse de una porción cada vez mayor de la riqueza socialmente producida. Pero al mismo tiempo los dueños del capital saben mejor que nadie que esa fiesta de ganancias fabulosas se asienta sobre bases frágiles, tanto económicas como políticas y sociales.
El pasado jueves (10/07) fue una jornada muy significativa en la disputa institucional, es decir dentro de las instituciones formales del Estado donde actúan los/las representantes elegidos/as -mal o bien- a través del voto ciudadano.
En la sesión de ese día en el Senado se conformó una mayoría contraria a las decisiones del gobierno, y así se aprobaron proyectos trascendentes como un aumento para jubilados/as del sistema nacional de previsión, la restitución de la moratoria para personas que llegan a la edad de retiro laboral pero no tienen los aportes suficientes para jubilarse, la declaración de emergencia para personas con discapacidad, la coparticipación del impuesto a los Combustibles, y el reparto automático entre las provincias de los llamados “ATN” (Aportes del Tesoro Nacional), entre otros. (Crónica del diario cooperativo Tiempo Argentino, nota 11/07/25).
Las decisiones en el Congreso mostraron que la pelea política se puso más pareja de lo que había sido hasta el momento, ya que se reunió una cantidad de votos para sancionar leyes que nunca se había conseguido en más de un año y medio de gestión mileísta.
Horas después, Milei eligió comunicar su previsible respuesta política desde un festejo que realizaba esa noche una de las instituciones tradicionales del poder económico: la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, que cumplía 171 años. Allí anunció que vetará y/o tratará de empantanar en laberintos judiciales las leyes recién aprobadas. (Detalles, en el portal Perfil. Nota del 10/07/25). h
Según reportes periodísticos, el discurso presidencial “buscó mostrar coherencia y convicción frente al establishment económico. La reacción del auditorio fue de aprobación. Las amenazas de veto y judicialización (de los proyectos aprobados esa misma jornada por el Senado) encontraron respaldo en los referentes del mercado, quienes aplaudieron en varias oportunidades”. (Crónica y comentarios de Lorena Hak en el portal “Letra P”, nota del 10/07/25).
Esa noche y en las evaluaciones posteriores “los inversores valoraron el orden macro-económico y la baja de la inflación, aunque hubo advertencias por el aislamiento (político) y el uso del veto como única herramienta. En el mercado creen que el modelo se sostiene, aunque crece la cautela sobre su viabilidad política hasta las elecciones”.
Por eso “el respaldo al modelo convive con una creciente inquietud respecto de su sostenibilidad institucional. En varios grupos (de empresarios) se repitió una misma duda: ¿cuánto más puede durar este esquema sin apoyo legislativo ni capacidad de diálogo político?”. (Conceptos tomados del mismo portal y autora que la cita anterior, pero de un texto del día siguiente. Nota del 11/07/25).

Instigación criminal: “tanques a la calle” o “dinamitar el Congreso”
Aún antes de la aprobación de los proyectos por parte de los/las sendores/as, el solo tratamiento legislativo de asuntos que para el gobierno son insoportables -no tanto por su afectación al equilibrio de las cuentas fiscales sino por el desquiciado fanatismo ideológico de la camarilla mileísta- había desatado la furia del jefe del régimen y su aparato propagandístico.
Cuando la Cámara alta se aprestaba a sesionar y los pronósticos anticipaban una derrota para el gobierno, altísimos funcionarios salieron a decir que eso significaba “un golpe institucional”. Lo hicieron nada menos que el jefe de gabinete, Guillermo Francos -a pesar de que su papel en el reparto de roles del oficialismo es el de la “moderación”, la “seriedad”, la “sobriedad” y el “diálogo”-, y la siempre incendiaria ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich. (Información de Clarín, nota del 10/07/25).
Paralelamente, las patotas del régimen que ejercen la violencia comunicacional desde las redes digitales, lanzaron las consignas de que Milei debía “sacar los tanques (del Ejército) a la calle”, hacer “sobrevolar aviones” militares sobre el edificio del Poder Legislativo, “organizar milicias populares entregando armamento a ciudadanos para facilitar el cierre” del Parlamento, y/o “dinamitar todo el Congreso con diputados y senadores adentro”.
Estas instigaciones a perpetrar crímenes y otros delitos de máxima gravedad, produjeron algunas reacciones políticas y dieron lugar a la presentación de denuncias en dependencias judiciales. (Informe y análisis de Luciana Bertoia en Página 12, nota del 12/07/25).
La secuencia marcada por un revés parlamentario para el gobierno, y tras ello la respuesta amenazante y violenta de miembros del gabinete y del dispositivo comunicacional mileísta, dejó en evidencia que cuando la disputa se pone más pareja en los ámbitos propios de la discusión y resolución de controversias públicas -como el Parlamento-, se activan maniobras cada vez más peligrosas por parte de la ultraderecha oficial y para-oficial.
Nuevo clima en el peronismo y en las bases sociales
El retroceso, al menos momentáneo, de las posiciones del gobierno en el ajedrez político de la Nación, transcurre simultáneamente con un momento de fortalecimiento del peronismo, donde se han producido hechos y gestos tendientes a la unificación de estrategias y candidaturas con vistas a las elecciones venideras, especialmente en la provincia de Buenos Aires.
(En el Día de la Independencia, que este año coincidió con el cierre del plazo legal para inscribir las alianzas que participarán en los comicios bonaerenses del 7 de septiembre para cargos legislativos provinciales y en los municipios, se formalizó la creación de “Fuerza Patria”, luego de largas negociaciones lideradas por Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Sergio Massa. Resumen del portal BAE-Negocios, nota del 09/07/25). https://www.lapoliticaonline.com/economia/fuerte-suba-de-los-alimentos-por-el-aumento-del-dolar/
Las actuales dirigencias, militancias y bases sociales del movimiento fundado por Juan Perón y liderado por él y por Evita a mediados del siglo pasado, sufrieron una conmoción política y emocional cuando se confirmó y concretó el arresto y proscripción de Cristina Kirchner.
Como consecuencia de tal ataque antidemocrático e inconstitucional, ejecutado por el aparato judicial corrompido que responde a las oligarquías locales y los intereses extranjeros, se despertó un estado de movilización generalizado en sectores muy significativos y masivos de la política y la sociedad.
Ese nuevo clima político se exhibió inicialmente en la presencia de miles de personas frente a la casa de la líder/lideresa presa, en las imponentes manifestaciones en Plaza de Mayo y en ciudades de todo el país el 18 de junio, y en otras expresiones similares de solidaridad con Cristina que, a su vez, reforzaron la centralidad de su liderazgo.
Mientras tanto, con una frecuencia prácticamente diaria, en todo el territorio nacional tienen lugar protestas y expresiones de descontento e indignación popular frente a decisiones del gobierno de Milei.
La extrema derecha gobernante perpetró en pocos días, por ejemplo, la eliminación o reducción a la insignificancia de organismos públicos como Vialidad Nacional, el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) y el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial).
En lo inmediato, el accionar de la maquinaria destructiva oficialista causa estragos o amenaza con provocarlos en el futuro cercano, pero novedosas circunstancias políticas, económicas y sociales permiten abrir dudas acerca de que finalmente pueda consolidarse semejante devastación del poder del Estado y de instituciones públicas constitutivas del desarrollo nacional en anteriores etapas históricas.
Entre tales novedades están el cambio de posicionamientos en el Congreso, la reafirmación del rol de Cristina en la conducción peronista -lo cual sucede, paradojicamente, mientras ella está bajo prisión domiciliaria y tiene prohibido ser candidata a cualquier cargo- más los acuerdos entre diferentes sectores de ese espacio, y asimismo la creciente resistencia social frente a la catástrofe que sufren las mayorias nacionales.
A ello debe sumarse que (como se refería al comienzo de este artículo), las cúpulas empresariales tienen claro que el modelo económico del cual se benefician, está frágilmente sostenido.
Y la tendencia al aumento en la cotización del dólar es otro síntoma de las percepciones, evaluaciones y cálculos de rentabilidad que realizan los poderes capitalistas habitualmente llamados “mercados”. (“El dólar empezó a impactar en los precios”, se titula un análisis de la periodista especializada Luciana Glezer publicado el sábado en La Política Online. Nota del 12/07/25).
Las peleas por intereses contrapuestos dentro de la sociedad argentina ya no las gana fácilmente el gobierno.
Pero esto a su vez debe alertar al conjunto de la población, y en particular a las fuerzas democráticas y populares -ya sean políticas, sociales, sindicales, comunitarias, del empresariado productivo, de la comunicación contra-hegemónica, de la cultura, etcétera- que tanto Milei como el resto de la ultraderecha gobernante se pondrán cada vez más peligrosos, y probablemente al país le esperen acontecimientos que pondrán a prueba la convivencia política en paz.
(*) Publicado en www.vaconfirma.com.ar